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320.       El manifiesto en Vanguardia italiana de entreguerra. Futurismo y racionalismo, Valencia, IVAM, 1990, pág. 99-100.

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321.       Serían muchos los testimonios, desde las referencias explícitas del primer manifiesto: III. �Un automóvil en movimiento es más bello que la Victoria de Samotracia�. A esta eclatante afirmación de vanguardista italiano Marinetti [...] yuxtapongo mi apasionamiento decisivo por las máquinas de escribir. IV. �[...] Nada de futurismo. Todo el mundo, allí quieto, iluminado maravillosamente en el vértice estupendo del minuto presente�, hasta el atenuamiento de las influencias que realiza Schneider explícitamente en el prólogo de su antología. Aunque forma parte de otro problema, el enfoque explícito de la recepción futurista declarada, Nelson Osorio (�La recepción del manifiesto futurista de Marinetti en América Latina�, Revista de Crítica Literaria Latinoamericana (Lima), VIII, 15(1982) y El futurismo y la vanguardia literaria en América Latina, Caracas, Centro de estudios latinoamericanos Rómulo Gallegos, 1982) no enfoca a los estridentistas como parte de la recepción.

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322.       Los dos poemas pertenecen al libro BIFSF + 18. Similtaneià. Chimismi lirici, de 1919, ahora en Opere, Firenze, Vallechi, 1959, vol. I.

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323.       Reconocimiento del reino de Italia, discurso político publicado en el Diario de las Sesiones de Cortes. Congreso de los Diputados. Legislatura de 1862 a 1863, Madrid, Imprenta Nacional, 1863, págs. 414, 423 y 426. Al día siguiente, 4 de febrero, el periódico madrileño El Contemporáneo publicó un extracto de dicho discurso.

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324.       �De la revolución en Italia� se publicó en la Crónica de Ambos Mundos, 1 (8 de Julio de 1860), págs. 87-90; (22 de Julio), págs. 119-122; (5 de Agosto), págs. 151-153. Las citas a dicho ensayo y al resto de los incluidos en este trabajo corresponden a las Obras Completas, Madrid, Aguilar, 1968, III, págs. 659-675.

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325.       �Sobre los cantos de Leopardi�, Revista Española de Ambos Munos, IV, 1855,págs. 178-198. Recogido también en Estudios críticos sobre literatura, política y costumbres de nuestros días, Madrid, Durán, 1864, I, págs. 154-184; Obras Completas, Madrid, Editorial Alemana, 1905-1935, XIX, págs, 47-82.

     No menos interesantes son sus ensayos �Il canzionere portoghese della Biblioteca Vaticana, messo a stampa da Ernesto Monaci�, La Academia, 1 de Abril de 1877, págs. 196-199: �Antología de poetas líricos italianos, por Juan Luis Estelrich�, El Imparcial, 15 de Diciembre de 1889 y �Una poetisa italohispana. La marquesa de Bolaríos�, El Imparcial, 13 de Mayo de 1904.

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326.       Para la estancia de Valera en Italia, cfr., M. Azaña, Valera en Italia. Amores, política y literatura. Madrid, Páez, 1929; Carlos Sáenz de Tejada Benvenuti, Juan Valera. Serafín Estébanez Calderón, 1850-1858. Crónica histórica y vital de Lisboa, Brasil, París y Dresde, como coyunturas humanas a través de un diplomático intelectual, Madrid, Moneda y Crédito, 197 1, págs. 47-73.

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327.       Correspondencia, en op.cit., III. pág. 18.

     Su visión sobre la monarquía contrasta enormemente con su favorable impresión que le causó a su llegada a Nápoles: �El 16 del pasado mes llegamos a Nápoles. No es posible describir ni pintar el hermoso aspecto de esta ciudad cuando se ve desde el mar. Es el paisaje más hermoso del mundo. Sus palacios, sus jardines, sus castillos, se extienden por la orilla del mar, formando un ancho semicírculo, que por un lado termina en el Posílipo, coronado de verdura y de villas, con su caverna admirable, obra majestuosa de los romanos y honrada con las tumbas de Virgilio y Sannazaro. Más al Norte se ve el golfo de de Baia y Pozzuoli, donde tenían sus casas de campo Lúculo y Cicerón. Al sur de Nápoles, el Vesubio, que tiene a sus pies los deliciosos lugarcillos de Pesti, Torre del Greco, Torre Anunziata y las ruinas de Pompeya y de Herculano. Desde allí se extiende el promontorio meridional del golfo, jardín perpetuo y fértil donde están situados, mirando a Nápoles, Castellamare. Con sus lindos jardín bosque y su palacio Real, Vico y Sorrento, patria de Tasso, El golfo lo adornan y hermosean las tres, principales islas de Ischia, Frócida y Capri�.

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328.       Op. cit., III, págs. 660-661.

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329.       Ibid., III, pág. 662.

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