Retrato de Antonio Machado en Colliure por un pintor anónimo
Jaime Siles
El rostro demacrado.
Los pómulos hundidos.
Escritos en los ojos
todos los tristes signos
de la dura derrota
y los no menos tristes
de la desesperación,
en los bolsillos lleva
anotado un verso
-Estos días azules y este sol de la infancia-
que, mientras viva nuestra lengua,
a todos y a todo vencerán.