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Madrid, 1961, pág. 261.

 

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En el Trabajo gustoso (pág. 220) ha contado cómo leyó a unos escritores sevillanos casi todo su libro las Nubes, “el cual se componía de una mitad de poesía anterior, otra modernista. La primera mitad, escrita desde mis quince años”, mostraba influencia de Heine, Rosalía, Curros y Verdaguer. Don José Lamarque de Novoa protegía a un periódico literario, El Programa, y fue amigo de Juan Ramón (ib., 219).

 

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Crítica paralela, estudio, notas y comentarios de texto por Arturo del Villar. Madrid, 1975, pág. 327; Modernismo, pág. 56.

 

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Ib., págs. 328-329.

 

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“Yo volví pronto a Moguer, porque la falta de Rubén Darío y la irresponsabilidad de Villaespesa me habían oscurecido las dos primaveras. Villaespesa se quedó encargado de mis libros Almas de violeta y Ninfeas, en los que descompuse Nubes, tras mucho romper y dudar” (Trabajo gustoso, pág. 229). Ninfeas se imprimió con tinta verde; Almas de violeta, con morada. El violeta fue color de la escuela: Delmira Agustini lo utilizó en la edición de El libro blanco y Samain había escrito una Chanson violette (figura en el t. I de sus Oeuvres, Ginebra, 1977, págs. 193-196), imitada por Herrera y Reissig en su Poema violeta. (A la manera de Samain) (Poesías completas, Madrid, 1961, pág. 431).

 

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Friso está en las “Recreaciones arqueológicas” de las Prosas profanas (ya en la edición de 1896); la Salutación y la Urna votiva (no funeraria) están en los Cantos de vida y esperanza (1905). Vid. los informes, no coincidentes con Juan Ramón, de Alfonso Méndez Plancarte, en sus notas a las Poesías Completas de Rubén Darío (Madrid, 1952).

 

37

Modernismo, pág. 57. Cfr.: “Darío fue un deslumbramiento momentáneo, y ésa es la hora en que escribo Ninfeas” (Conversaciones, pág. 102).

 

38

Sin embargo, “les nuages comptent parmi les ‘objets poétiques’ les plus oniriques [...] La rêverie des nuages reçoit un caractère psychologique particulier: elle est une rêverie sans responsabilité” (Gaston Bachelard, L’air et les songes. Essai sur l’imagination du mouvement. París, 1976, pág. 212).

 

39

Modernismo, pág. 57. Cfr.: “El título Ninfeas, que llevaba en verde uno de mis primeros libros, era de Valle-Inclán y estaba grabado desde 1899 en una viñeta de Ricardo Baroja que Valle-Inclán aprovechó luego borrándole el letrero, para la cubierta violeta de la primera edición de su Jardín novelesco, antes umbrío” (Crítica paralela, pág. 319). Vid., también, Juan Guerrero Ruiz, Juan Ramón de viva voz. Madrid, 1961, pág. 164.

 

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Crítica paralela, pág. 331. Las relaciones de Juan Ramón con Villaespesa han sido estudiadas por Graciela Palau de Nemes, Vida y obra de Juan Ramón Jiménez. Madrid, 1957, págs. 50-55, y por Ricardo Gullón en su libro Estudios sobre Juan Ramón Jiménez. Buenos Aires, 1960, págs. 69-73.

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