Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente




ArribaAbajoUn año y un día

PERSONAJES
 
ACTORES
 
EL CONDE REINALDO. SR. LÓPEZ.
DON JUAN. SR. LATORRE.
DON PEDRO. SR. PIZARROSO.
ISABEL. SRA. VALERO.
ELENA,   MUJER CON MANTO en el Acto I. SRA. LAMADRID.
CLARA. SRA. LAPUERTA.
JUAN. SR. EUSEBI.
GIL. SR. AZCONA.
TOMÁS. SR. LUMBRERAS.
UN CAPITÁN DE GUARDACOSTAS. SR. SÁNCHEZ.
UN SOLDADO,    MARINERO en el prólogo. SR. ESPONTONI.
 

La escena en Lubrín, pueblecillo cercano a la costa y al valle de Purchena, en Andalucía.

 

ArribaAbajoActo I

 

Habitación amueblada al gusto del siglo XVII. Puerta en el fondo y otra a la derecha. A la izquierda otra secreta y una ventana. Un reloj que marca el tiempo, y apunta las doce menos veinte minutos. Nada de lujo.

 

Escena I

DON PEDRO
    La media ha dado..., ya tarda,
y si se pasa la hora...
¡Ah! Ni vivo ni sosiego
hasta ver cómo se logran
mis planes, y cómo salgo 5
de tan infernal tramoya.
Sí, sí; fuerza es dar un brinco
antes que el velo se rompa
y el tiempo aclare los hechos;
mas aun no parece... ¡Hola! 10
Oigo ruido en la escalera:
él es..., él es...: ¡arda Troya!
 

(Va hacia la puerta a recibir al CONDE, que llega vestido con lujo.)

 


Escena II

 

DON PEDRO y el CONDE.

 
CONDE
    Dios sea contigo, Pedro.
DON PEDRO
Bien venido, Conde.
CONDE
¿Es hora?
DON PEDRO
Para nuestra cita, la única; 15
temprano para la otra.
CONDE
¿A qué hora se cumple el plazo?
DON PEDRO
A las doce en punto.
CONDE
¿Todas
mis órdenes se han cumplido?
DON PEDRO
Sí, señor Conde.
CONDE
¿Está pronta
20
la mojiganga de escribas
y el aparato de boda?
DON PEDRO
Nada falta.
CONDE
Vamos, pues,
a tratar de lo que importa.
¿Vendrá el capitán?
DON PEDRO
Vendrá.
25
Su última carta amorosa
se reduce a segurar
a la muchacha su próxima
vuelta; ya sabéis que yo
se las intercepto todas. 30
CONDE
Y ¿qué fecha tiene la última?
DON PEDRO
Si la cuenta no equivoca
mi aritmética, es hoy mismo
cuando llega, y esta sola
circunstancia me obligaba 35
a esperaros con zozobra.
CONDE
Desecha todo temor:
gente leal y briosa
he apostado por doquiera,
que por todo el valle ronda. 40
¡Oh! Aunque vuelva el capitán,
llegará tarde.
DON PEDRO
En buen hora.
Y de la mar, ¿qué tenemos?
CONDE
Todo va a pedir de boca:
un día de éstos mi barco 45
vendrá a fondear en la costa.
DON PEDRO
Y de aquel hombre, ¿hay noticias
exactas?
CONDE
Su mano propia
fue quien escribió la carta
en que me anuncia tal cosa. 50
Pero ¿te alarma esta nueva?
DON PEDRO
A mí, ¿por qué?
CONDE
Tu faz toma
mal color. ¿Te sientes malo?
DON PEDRO
No, ¡por Dios! ¡Vaya! ¡Es graciosa
la aprensión! Seguid, seguid. 55
¿Qué puede haber en mi contra
en la vuelta de un marino
que vuestra privanza goza?
¿No es un amigo leal
que nos sirve y nos apoya? 60
CONDE
Tienes razón.
DON PEDRO
Vaya, hablemos
de nosotros mismos.
CONDE
¡Oiga!
¿No olvidaste...
DON PEDRO
No, por cierto:
cada uno atiende a su propia
conveniencia, y para ella 65
tengo yo buena memoria.
CONDE
Sea, pues; tiempo es de echar
esta máscara enfadosa,
y mostrar uno cuál es
su pensar y su persona. 70
Un año entero aguardé
por no dar una sonora
campanada, que se oyera
diez leguas a la redonda.
Tres años ha estoy aquí, 75
metido como una zorra
en ese negro castillo,
sin que nadie me conozca
ni me vea cara a cara;
mas no será desde ahora 80
lo mismo, porque ya me hallo
con poderes que me sobran.
Si se harta de mí esta tierra,
o a mí la tierra me enoja,
en la mar tengo mi barco, 85
y allí mi fortuna próspera.
Como he comprado este valle
de España, si se me antoja
iré a comprar todo un puerto
en otra playa remota. 90
DON PEDRO
Sí; pero estáis, señor Conde,
en Purchena por ahora:
y está tan cerca Granada,
y es esta gente tan tosca,
que si prudentes no andamos, 95
el pan nos cuesta una torta.
El plazo está al concluir;
una escena escandalosa
no conviene en modo alguno;
en este plazo no hay prórroga: 100
o el capitán viene o no;
si retardarle se logra,
vuestra es Isabel...; mas falta...
CONDE
Entiendo; tapar la boca...
DON PEDRO
No, estimar el sacrificio 105
de su voluntad; os odia,
y sin embargo se entrega
resignada vuestra esposa
si no vuelve el capitán;
y esta abnegación no es poca. 110
CONDE
Y bien, ¿en cuánto se aprecia?
DON PEDRO
No se aprecia, que se dora;
y doradas, muy distintas
parecen todas las cosas.
CONDE
Mi palabra es como el sol, 115
fija.
DON PEDRO
Pues tenéis esposa.
¿Y el capitán?...
CONDE
Cumple tú,
que yo haré lo que me toca.
DON PEDRO
Pues salid, que la oigo ya.
Y, señor Conde, ya os consta 120
que fue condición no veros
hasta el plazo.
CONDE
Y bien gustosa
puede estar de mi obediencia.
Adiós, pues. (Como yo coja
la muchacha, ya irás tú 125
donde el secreto no te oigan.)

  (Vase.) 



Escena III

 

DON PEDRO.

 
    Como la venta sea buena,
y yo a caballo me ponga,
aunque tenga más prosapia
que la dinastía goda. 130
¡Oh! Y salga por donde quiera,
porque despacio mirándolo.
el demonio va enredándolo
de muy extraña manera.
Y si antes que me eche fuera 135
viene el otro a darme un susto...
No, no; ese hombre está en lo justo,
me libra de ese cuidado
y él se queda muy holgado
saliéndose con su gusto. 140


Escena IV

 

DON PEDRO e ISABEL.

 
ISABEL
    ¡Ay, padre, sin vida estoy!
DON PEDRO
No hay ya remedio, Isabel
ISABEL
Y ha un año que no sé de él.
DON PEDRO
Y el plazo se cumple hoy;
tú misma lo propusiste, 145
y no has de volverte atrás.
ISABEL
No me imaginé jamás
un desengaño tan triste.
¡Un año entero! ¡ay de mí!
sin ver una letra suya! 150
Yo no sé, padre, qué arguya:
¡me olvidó!
DON PEDRO
Creo que sí.
ISABEL
¡Sí decís! Tal vez por cierto
lo dais... Acabad, señor,
que no es posible a mi amor 155
vivir otro día incierto.
Hoy este plazo concluye:
si al fin él no ha de volver,
mejor quisiera saber
que me aborrece y me huye. 160
DON PEDRO
¿Qué otra cosa imaginarse?
Tan amante y tan resuelto
al partir, y ni aun ha vuelto
con una carta a anunciarse.
Si no te olvidó inconstante 165
al verse lejos de ti,
sospecho que murió allí
en guerra y país distante.
De cualquier modo, Isabel,
don Juan, inconstante o muerto, 170
pues ni aun escribe, es lo cierto
que nada hay que esperar de él.
ISABEL
Pero si suerte fatal
se lo impidiera, y me amara,
¡por quien soy, que le esperara! 175
DON PEDRO
¡Isabel, no hicieras tal!
No, yo no tengo, hija mía,
de ese hombre noticias ciertas,
mas considera, y lo aciertas,
que hoy es de tu boda el día. 180
Ni yo propondré más plazos,
ni los admitiera el Conde;
al que llegue corresponde
tu amor.
ISABEL
Pero ¿y si a mis brazos
llegan a un tiempo los dos? 185
DON PEDRO
Los dos se lo arreglarán;
aunque, a fe, que no serán
tan exactos, ¡vive Dios!
ISABEL
¡Ay, padre que puede más;
el vuestro en vos que mi empeño, 190
y estoy ahora en vuestro ceño
viendo mi suerte quizás.
DON PEDRO
Isabel, ¿te has vuelto loca?
ISABEL
Mejor lo quisiera estar,
señor, para no arrostrar 195
la suerte cruel que me toca.
Él es pobre y es soldado,
el Conde es rico y es noble,
y esto hace que el mal se doble
contra el otro desdichado. 200
DON PEDRO
Y ¿acaso crees, hija ingrata,
que te tuviera en tan poco,
que así te cambiara loco
por un puñado de plata?
ISABEL
Yo nada creo, señor. 205
DON PEDRO
¿O piensas que el Conde fuera?...
ISABEL
Padre, el Conde es una fiera,
y cualquier otro es mejor.
El vulgo, el tigre le llama,
y caverna a su palacio: 210
considerad con despacio
si esposo con esa fama
conviene a mujer alguna,
DON PEDRO
Entre ambos has elegido,
y uno ha de ser tu marido; 215
válgate, pues, tu fortuna.
ISABEL

 (De rodillas.) 

¡Padre, por piedad
DON PEDRO
Aparta.
ISABEL
¡No, no podéis en conciencia
fulminar una sentencia
tan cruel!
DON PEDRO
Mi paciencia es harta
220
para tu llanto, Isabel,
y sea afición, sea capricho,
si antes llega, ya está dicho,
tu marido ha de ser él.
Tu padre soy, y solemne 225
palabra a entrambos les di,
y aunque ella te pese a ti,
mi palabra está perenne.
ISABEL
¡Ay, padre! ¿Y toda la vida
seré, de quien odio presa, 230
por una fatal promesa?
DON PEDRO
Que hoy ha de quedar cumplida:
con ese reloj consulta,
que desde aquí al mediodía,
hay un cuarto todavía; 235
mira bien lo que resulta.

  (Vase.) 



Escena V

 

ISABEL.

 
    Un cuarto falta, ¡ay de mí!
y si fe don Juan me guarda,
solamente porque tarda,
¿habrá de perderme así? 240
Él, tan noble y tan honrado,
si es que su amor alimenta,
¿no vendrá a pedirme cuenta
del amor que me ha dejado?
Mas ¿si no viene don Juan, 245
si sin que nada lo impida
del plazo antiguo se olvida
cual sus promesas lo están?
Entonces..., saben los cielos
que le aguardaré también 250
mientra incompletos estén
con mi plazo mis recelos.
Y a ser cierto... ¡Ay de mí, triste!
Ni a imaginarlo me atrevo,
que a este desengaño nuevo 255
mi corazón se resiste.
¡Ni una carta en todo un año!
Mas ¿él no pudo escribir,
y otro sus cartas abrir
interesado en mi daño? 260
¡Mi padre! ¡Tal vez atino!
Y acaso todos los días,
que han fingido cartas mías
para engañarle, imagino.
¡Ay, si él me pudiera oír! 265
¡Si a sus oídos llegara
mi voz, y le recordara
que el plazo se va a cumplir!
¡Si él engañado y yo ciega,
y amándonos todavía, 270
pasa el año y pasa el día
y yo aguardo y él no llega!
¡Ay! Y él mismo me advirtió
que si por muerto le daban
del plazo antes, me engañaban; 275
sin duda que sospechó.
¡Oh, desdichado don Juan,
si te dicen que inconstante
te he olvidado un solo instante,
juro a Dios que mentirán! 280
Sí, sí; los oídos cierra
a tan pérfida ficción,
que sólo mi corazón
tu amor y tu nombre encierra.
Diez minutos... ¡Ah!... ¡Deliro! 285

  (Mira al reloj.) 

A cada instante que pasa,
mi esperanza es más escasa,
y porque pase suspiro.

  (Dirigiéndose al reloj.) 

Y tú, máquina infernal,
que con monótona lengua 290
me adviertes lo que se mengua
cada minuto fatal,
cesa, por Dios, de correr,
un día en tu curso cesa;
da otro día a mi promesa... 295
Mas ¡ay! si no ha de volver,
si él inconstante me olvida
y de ese monstruo en los brazos...
¡No..., no; primero a pedazos
me habrán de arrancar la vida! 300


Escena VI

 

El CONDE e ISABEL.

 
ISABEL

 (Al ver al CONDE.) 

    ¡Ah!
CONDE
No sé qué os extrañáis,
Isabel de mi venida,
pues mi ausencia está cumplida,
y vos al reloj miráis
ISABEL
Es, señor Conde, que advierto 305
que antes del plazo venís.
CONDE
¿De que faltan me advertís
unos minutos? Es cierto.
Veo que tenéis memoria
y que no habéis olvidado 310
un punto de lo pactado;
es verdad, es nuestra historia.
Mas juré volver también
a las doce de este día;
si no han dado todavía, 315
aguardaré hasta que den.

  (Se sienta.) 

Conque no os paséis afán,
porque cualquiera conoce
que si no han dado las doce
y el reloj suena, darán. 320
ISABEL
Señor Conde, a lo que creo,
volvisteis con intención
de insultarme en mi aflicción.
CONDE
¡Por Dios, que insulto no veo
en cumpliros mi promesa, 325
que, aunque un poco anticipada,
seis minutos no son nada
cuando un año se interesa!
ISABEL
Sí, pero debéis saber
que entra en la lista un tercero, 330
y en seis minutos no infiero
que no pueda aparecer.
CONDE
En verdad, que si estuviera,
señora, en ese pasillo,
que llegara era sencillo 335
con pocos pasos que diera.
Mas como yo para mí,
salvo error, tengo por cierto
que no vuelve ningún muerto,
aunque lo prometa así... 340
ISABEL
¡Qué decís!
CONDE
Yo nada digo.
ISABEL
¡Qué!... ¡Don Juan...
CONDE
Con honra y prez
alcanzó a don Juan su vez
en un balazo enemigo.
ISABEL
Y ¿a tal momento venís 345
con tan infausta noticia?
¿No veis que arguye malicia?
CONDE
Hasta hoy se ignoró.
ISABEL
¡Mentís!
CONDE
¿Miento? Leed y pensad
que sobre esa firma deja 350
lo que tener aconseja
por su postrer voluntad.

  (La da una carta.) 

ISABEL
¡Mentís!
CONDE
Y de ello testigo,
nos la ha traído un soldado
que fue en el campo lisiado 355
con él, y fue muy su amigo.
ISABEL
¡Mentís!
CONDE
Tomad el papel.
ISABEL
¡Es la letra de don Juan!
CONDE
Ya veis que os fue el capitán
hasta morir siempre fiel. 360
ISABEL

 (Lee.) 

«En vano fue, Isabel mía,
mi fortuna y mi valor,
que acabo aquí con mi amor
antes del año y el día.
Y pues por suerte fatal 365
no he de cumplir mi promesa,
adiós; sé que te interesa
casarte con mi rival.»
Si fuera cierto...
CONDE
Yo sé
que tras de aqueste pesar, 370
no os debiera recordar
ni mi razón ni mi fe;
que esperé un año y un día
como lo habíais propuesto,
ni que del lance funesto 375
sabedor, a ello venía.
Con vuestro padre de acuerdo,
vengo a deciros, señora,
que pues esta casa ahora
no es más que un triste recuerdo 380
que os prensará el corazón,
que os vengáis a mi palacio,
donde habréis con el espacio
de templar vuestra aflicción.
Galas, fiestas ni placer 385
allí no os han de faltar,
y así os podéis consolar,
pues hay tiempo y sois mujer.
ISABEL
¿Yo con vos el mismo techo
tengo, Conde, de partir? 390
CONDE
Y aun en mi cuarto vivir,
si el vuestro os parece estrecho.
Conque vamos.
ISABEL
Apartad:
señor Conde, esta es mi casa,
y de lo admirable pasa 395

  (Ironía.) 

vuestra noble caridad.
Si estos objetos que adoro
no consuelan mi dolor,
tan sólo le harán mayor
vuestros artesones de oro. 400
Y si os prometí mi mano
pasado un año y un día,
fue sólo porque quería
dar tiempo a don Juan; y en vano
alucinarme pensáis 405
con fábulas que no creo,
señor Conde, porque os veo
las cartas con que jugáis.
CONDE
¿Desconocéis, pues, su letra?
ISABEL
Conozco a don Juan mejor, 410
y una mujer con amor
aun imposibles penetra.
Si él escribió este papel
o no, yo lo ignoro, Conde;
mas tampoco se me esconde 415
la razón y origen de él.
CONDE
¿Es decir que no creéis
lo que esa carta os anuncia,
y aunque él a su amor renuncia,
vos renunciar no queréis? 420
ISABEL
¿Él, tan amante y tan fiero,
renunciar mi amor por vos...
y al morir? Soñáis, ¡por Dios!
Se condenara primero.
Ya os conocía al partir, 425
pues me aconsejó por suerte
que no creyera en su muerte
el plazo antes de cumplir.
CONDE
Pues mirad ese reloj
y pensad lo que os conviene, 430
porque don Juan ya no viene,
basta que os lo diga yo.
ISABEL
¡Monstruo! ¡Habéis comprado acaso
su sangre!
CONDE
Aun no lo pensé;
mas como obréis, obraré; 435
conque no deis un mal paso.
ISABEL
¡Hombre vil!, ¿para qué plazos
infamemente poner,
si los habías de hacer
con mi corazón pedazos? 440
CONDE
Y oídme, en fin, Isabel,
porque esta historia, aunque corta,
mucho saberla os importa,
cuando no por vos, por él.
Yo soy... quien soy; ahora un conde 445
rico, tenaz, iracundo,
que aprendí un poco de mundo
no importa saber en dónde.
Tengo un repleto tesoro,
independencia y poder, 450
mas fáltame una mujer
que me ayude a gastar oro.
Yo, que he pasado mi vida
allá en larga soledad,
no quise en la sociedad 455
agenciarme una querida.
Porque un hombre como yo
que fue un valiente y no más,
es algo brusco quizás
para enamorar...; y no 460
quise comenzar tampoco
por hablar de mi bolsillo,
que obrara como un chiquillo,
y me avergonzara un loco.
En tal situación os vi, 465
y como yo en mi futura
sólo buscaba hermosura,
me dije, pues: «Ya está aquí.»
Os pretendí en toda forma,
os negasteis, cavilé, 470
inquirí y averigüé,
y al cabo di con la horma
de mi zapato: era un mozo
militar, que estaba ausente;
yo os abordé, y vos valiente 475
resististeis que fue gozo.
Al fin porque no venía,
sin dar a torcer el brazo
me señalasteis un plazo
fatal de un año y un día. 480
Esperé el día y el año,
mas no con descuido tal,
que al fin viniera fatal
tras el tiempo, el desengaño.
Yo a ese don Juan nunca vi, 485
pues no estaba en mi papel
el acercarme yo a él
sin que él se viniera a mí.
Vuestro padre, que primero
os dejó vuestro albedrío, 490
fue después amigo mío,
y encontró en mí un caballero.
Prometióme vuestra mano
si el plazo fuere cumplido,
y está todo prevenido 495
con cura y con escribano.
Ahora bien, Dios me es testigo
de que si voy desairado,
vuelva o no vuelva el soldado
por fuerza os casáis conmigo. 500
Luego, vuelva enhorabuena,
que puesto yo en alta mar,
con cualquier viento sé andar
día y noche a vela llena.
Conque elegid.
ISABEL
¡Dios eterno!
505
¿qué hombre es éste cuyo antojo
atropella vuestro enojo
y se ríe del averno?
CONDE
Mirad que a escoger os di,
y basta de vituperios, 510
porque todos los misterios
se acabaron para mí.
Yo os amo, y la resistencia
que habéis dado en oponerme
no hace más que convencerme 515
de que basta de paciencia.
ISABEL

 (A la ventana.) 

¡Oh! Vuelve, vuelve, don Juan;
morir prefiero contigo
a tenerle por amigo.
CONDE
Es inútil vuestro afán. 520
Ved mi gente a vuestra puerta.
¿Creéis que si a ella llegara,
con vida el dintel pasara?
ISABEL
¡Virgen Santa, yo estoy muerta!
Allí esperándole están; 525
los tuyos son, tigre astuto...
CONDE
Mirad que falta un minuto,
y es la suerte de don Juan.
ISABEL
¿Conque aun vive?
CONDE
Y ¿qué sé yo?
ISABEL
Lo has dicho.
CONDE
No insistas más,
530
que no has de verle jamás
mientras que yo viva, no.
Yo estoy mal acostumbrado
a haber cuanto necesito;
lo que no me dan, lo quito, 535
y así nada me ha faltado.
Tras un año de esperar,
¿crees tú que te he de perder?
No, tú serás mi mujer.
ISABEL
Primero me has de matar. 540
CONDE
Eso no suele efectuarse
aunque se suele decir,
que entre casarse y morir,
siempre vale más casarse.
ISABEL
¡Oh! Sí, sí, razón tenéis; 545
olvidad lo que os he dicho,
mas en vos es un capricho
mi amor, porque los tenéis
vosotros los grandes, sí,
y os fingís en vuestro orgullo 550
que el vulgo alzará murmullo
si desistís; ¿no es así?
Mas mejor vuestra grandeza
y justicia acreditáis
cuando razón otorgáis 555
si os la exponen con nobleza.
Ved mis lágrimas, señor:
yo, en este valle escondida,
no vi ni tuve en mi vida
ni otro don Juan ni otro amor. 560
Él fue mi sola esperanza,
en él cifré mi ventura,
por él amé la hermosura
que acaso mi rostro alcanza.
Yo soy sólo una mujer 565
que por mí no puedo nada:
mi pasión fue desdichada;
pero, señor, ¿qué he de hacer?
Él no tiene más que a mí
a quien amar en la tierra, 570
y toda, señor, se encierra
la dicha de ambos aquí.
Si os dije que moriría,
mentí, Conde, estaba loca;
lo que decía mi boca, 575
mi corazón no sabía.
Volvedme a don Juan, señor,
que al fin a vuestros placeres
no os han de faltar mujeres
que os puedan vender su amor. 580
CONDE
Hechiceras ¡vive Dios!
son vuestras frases, y a fe
que elección soberbia fue
la que hizo don Juan en vos.
ISABEL
¿Eso decís? ¿Conque bien 585
puedo esperar que don Juan...
 

(Se oyen muy a lo lejos las doce en un reloj de torre.)

 
CONDE
Escucha: las doce dan.
Si él te quiere, yo también.
ISABEL
¡Ay de mí!
 

(El CONDE pronuncia sus últimas palabras señalando a la puerta, por donde asoma en este momento DON PEDRO con el acompañamiento de boda. ISABEL se desmaya.)

 


Escena VII

 

Toman a ISABEL en la silla, donde ha caído, la cubren con un velo y la sacan de la escena, siguiéndola todos. El CONDE y DON PEDRO, que salen los últimos, se encuentran en la puerta.

 
CONDE
¿Estás contento de mí?
DON PEDRO
Sí.
CONDE
¿Está abajo mi litera?
590
DON PEDRO
Todo está, y abajo espera.
Y vos, ¿vais contento?
CONDE
Sí.
 

(DON PEDRO va a la puerta de la derecha a llamar a GIL. El CONDE le espía y llama a JUAN desde la puerta del fondo. Aparecen dos criados que atienden a cada uno de los dos.)

 
DON PEDRO
Gil...
GIL
Señor...
DON PEDRO

 (Aparte a GIL.) 

El potro negro
ensilla al anochecer,
CONDE
Juan...
JUAN
Señor...
CONDE

 (Aparte a JUAN.) 

No hay que perder
595
de vista un punto a mi suegro.
 

(A estos últimos versos empiezan a dar las doce en el reloj que habrá en la escena, durante cuyo espacio el teatro quedará solo. A la última campanada entra DON JUAN por una puerta lateral, y mirando al reloj se sienta satisfecho.)

 


Escena VIII

 

DON JUAN.

 
    Llego a tiempo todavía:
las doce acaban de dar,
y hoy cumple el año y el día:
¡la acierto, por vida mía, 600
si me llego a descuidar!

  (Se sienta.) 

Pero ¡qué piense no sé!
En este cuarto es la cita
y a nadie llegar se ve;
no parece, por mi fe, 605
que se aguarda mi visita.
¿Si con el tiempo y la ausencia
se habrá mudado Isabel?
No escribirme fue prudencia;
no aguardarme, indiferencia 610
sería, y fortuna cruel.
Pero delirando estoy:
en mis cartas la decía
siempre que vendría hoy,
mas si no olvidó quién soy, 615
la hora adivinar podía.
Mas ¿si no las recibió?
¿Si fue cierta la noticia
que de su padre... Eso no;
ni puedo entenderlo yo, 620
ni hay tal padre, y fue malicia
del vulgo murmurador.
Y a más, ¿qué conseguiría?
Un escándalo mayor,
que a hacer mi razón mejor 625
tan sólo conspiraría.
¡Eh! Temores de soldado,
que a dudar acostumbrado
sin cesar del enemigo,
hasta duda del amigo 630
y la mujer que ha adorado.
¡Isabel! Mi bien, mi cielo,
ya estoy junto a ti otra vez,
rico, honrado, y no hay recelo
de que si a tu amor anhelo 635
vuelvan a hollar mi altivez.
No hay medio que me despida,
padre o rival, rico o noble,
y a ti acercarme me impida
a quien yo cuenta no pida 640
de esta injuria o se la doble.
¡Oh! ¡Dichoso este momento
con que viví todo un año!
No tuve otro pensamiento,
ni otra esperanza alimento, 645
a toda ventura extraño.
Allá en país enemigo,
lanzado en guerra cruel,
sólo he tenido conmigo
a mi Dios para testigo, 650
y para premio a Isabel.
Lidió, derroté, vencí;
sangre y lauros son mi huella;
honréme y enriquecí,
mas ¡vive Dios! no por mí, 655
yo nada quiero sin ella.
Mas alguien llega, sin duda.
¡Dios mío, prestadme ayuda!
Tiempo y lugar convenido,
fuerza es que, el plazo cumplido, 660
alguno a la cita acuda.
Los pasos son de mujer:
¡con qué inquietud los escucho!
¿Si será...? Y ¿quién ha de ser?
¡Oh!... Para esperado es mucho 665
tanto tiempo este placer.
 

(Va a salir con curiosidad y se encuentra con CLARA.)

 


Escena IX

 

DON JUAN y CLARA.

 
CLARA
    ¡Santo Dios! ¡Un hombre aquí!
DON JUAN
¡No es ella!
CLARA
¿Quién sois? ¿Qué hacéis?
¿Por dó entrasteis? ¿Qué queréis?
DON JUAN
¿Qué quiero? ¿No esperan, di, 670
en esta casa hoy a alguno?
¿De un plazo, no oíste hablar?
CLARA
Eso sí, pero aguardar,
me parece que a ninguno.
DON JUAN
¿Cómo no?
CLARA
Pasó la hora
675
que tenían convenida,
y era cosa decidida;
casaron a mi señora.
DON JUAN
¡Voto a Dios! ¿Que estás hablando?
¿La hora que se aguardaba 680
se pasó, y cuando yo entraba
estaban las doce dando?
¡Ríes! Desde esa ventana
tal vez me habréis visto entrar,
y me queréis engañar...; 685
pero es diligencia vana.
Ve, di a Isabel que aquí estoy,
que se apresure a venir.
CLARA
¿No os lo acabo de decir?
Mi ama se casa hoy. 690
DON JUAN
Hoy se casa, ya lo sé;
crucé yo la España toda
por asistir a su boda,
ve tú si lo ignoraré.
CLARA
Pues entonces, caballero, 695
un poco os habéis tardado,
y hubierais mejor obrado
yendo a la iglesia primero.
DON JUAN
Muchacha, no te comprendo.
¿Yo a la iglesia? Y ¿para qué? 700
CLARA
Pues ¿no sabéis? Ya se ve;
pero yo lo estuve oyendo
tras esa puerta. Escuchad.
Yo creo que se aguardaba
a un don Juan que no llegaba, 705
y le hubieran en verdad
por mucho tiempo aguardado,
porque el pobrecito ha muerto.
DON JUAN
¿Muerto don Juan?
CLARA
Sí, por cierto.
En Flandes, era soldado. 710
DON JUAN
¡Muerto don Juan! Impostura.
CLARA
Yo misma al Conde lo oí.
DON JUAN
¿Al conde Reinaldo?
CLARA
Sí.
DON JUAN
¡Maldito sea!
CLARA
Y segura
es su muerte, aunque Isabel... 715
DON JUAN
¿Qué?
CLARA
Creerla no quería,
y aunque a voces respondía
que no amaba más que a él...
DON JUAN
Acaba.
CLARA
Sentí venir
por la sala a mi señor, 720
y eché por el corredor,
porque no me viera, a huir.
DON JUAN
¡Voto a...!
CLARA
Mas de una tronera,
donde me asomé a mirar,
vi a doña Isabel llevar, 725
cerrada en una litera.
DON JUAN
¿A la iglesia?
CLARA
No, al palacio.
DON JUAN
¿Del Conde?
CLARA
Del Conde.
DON JUAN
¡Cielos,
o treguas dad a mis celos,
o a mis venganzas espacio! 730
CLARA
¿Qué tenéis?
DON JUAN
¡Qué he de tener,
sino cólera y furor!
CLARA
¡Dios mío! ¿Qué os da, señor,
que os veo palidecer?
¿Qué tenéis?
DON JUAN
Tengo un volcán
735
en que abrasándome estoy.
CLARA
Mas ¿quién sois?
DON JUAN
La muerte soy.
¿Quién seré más que don Juan?
 

(DON PEDRO aparece en la puerta del fondo.)

 
CLARA y
DON PEDRO
¡Don Juan!
CLARA
El difunto.
DON JUAN
Sí.
Hoy hace un año y un día 740
que juré que volvería.
las doce son, y heme aquí.
DON PEDRO
Despeja, Clara.


Escena X

 

DON JUAN y DON PEDRO.

 
DON JUAN
Buen viejo
venid acá y contestad.
¿Me esperabais?
DON PEDRO
No, en verdad.
745
DON JUAN
No mintáis, os lo aconsejo.
Yo sé que algún impostor
me dio en el campo por muerto.
DON PEDRO
Pésame, don Juan, por cierto,
pues sois mozo de valor, 750
el dejaros desairado;
mas ella misma lo quiso,
y, casarla fue preciso.
DON JUAN
¿Y el plazo?
DON PEDRO
Las doce han dado.
Y estaba tan empeñada, 755
que puesta frente al reloj
dijo: «Vamos.»
DON JUAN
¿Y partió?
DON PEDRO
A la primer campanada.
DON JUAN

 (Con sarcasmo.) 

no os sugirió siquiera
vuestra atención previsora, 760
que daban la misma hora
la última y la primera?
DON PEDRO
Yo la quise detener,
recordé vuestra afición;
mas dijo: «Las doce son; 765
si vuelve, tarde ha de ser.»
El Conde, era natural,
exigía la postrera
decisión, y su litera
aguardaba en el portal. 770
Siguióla, Y nada reacio,
pues así le convenía,
llevóla en su compañía,
como esposa, a su palacio.
DON JUAN

 (Con sarcasmo.) 

Pues; y ella, naturalmente, 775
fuese con él muy contenta,
como quien paga una cuenta
recibida anteriormente.
Y acabando de decirle
que jamás le había querido, 780
como quien muda vestido,
propuso al punto seguirle.
Ya comprendo ¡vive Dios!
toda esa trama infernal
que habéis fraguado tan mal, 785
don Pedro, entre el Conde y vos.
DON PEDRO
Don Juan, lo que habláis mirad;
si ya no os ama Isabel,
no es culpa mía ni de él.
DON JUAN
Callad, mal padre, callad. 790
Si ella me hubiera olvidado,
como decís, no aguardara
a que el plazo se pasara
con tan rígido cuidado.
La habéis de grado o por fuerza 795
casado, y decís: «Ahora,
vuelva don Juan en buen hora.»
Mas ¡guay que el juego se os tuerza!
DON PEDRO
Don Juan, al Conde eligió,
y se la di a su marido. 800
DON JUAN
¡Mentís! Se la habéis vendido
al que antes os la compró.
Dijisteis: «Mozo y soldado,
si vuelve don Juan de Flandes,
hará desaciertos grandes 805
de mozo y de enamorado.
Le culparemos al Conde,
cometerá un atropello,
la justicia vendrá en ello
y el fin a nadie se esconde.» 810
Lo veo y no lo concibo;
pero, don Pedro, os lo juro,
si de ello quedo seguro,
nos veremos, ¡por Dios vivo!
DON PEDRO
Lo que quisiereis pensad, 815
porque de cualquier manera
hija mía Isabel era
y ésta fue mi voluntad.
¿O queréisme hacer la afrenta
de no hallarme con derecho 820
de poder hacer lo hecho
sin ir a pediros cuenta?
DON JUAN
Es que habéis contado mal,
aunque en esas cuentas ducho,
que aprendí, don Pedro, mucho 825
en Flandes y en Portugal.
A mis sospechas primeras
a España me hubiera vuelto,
mas yo me partí resuelto
a morir con mis banderas. 830
Mucho me aguijó el amor,
mas mucho el honor me tuvo,
y en duda un punto no estuvo,
lo primero era el honor.
Quedéme, y nada temí, 835
en su constancia fiado,
porque a fe que tan malvado
nunca, don Pedro, os creí.
DON PEDRO
Mirad que soy...
DON JUAN
Ya lo sé.
Si en vos su padre no viera...; 840
mas echad temores fuera,
yo siempre os respetaré.
Y en fin, ¿qué me contestáis?
¿Me dais a Isabel o no?
porque a tiempo llegué yo, 845
y vos aun a tiempo estáis.
Dársela al Conde es venderla;
yo he vuelto; y rico y honrado,
buen marido y buen soldado,
puedo honrarla y protegerla. 850
DON PEDRO
Pues don Juan, si sois tan hombre
y la amáis como decís,

  (Con intención.) 

os la daré si añadís;
apellido a vuestro nombre.
DON JUAN
Y decidme, ¡ira de Dios! 855
pues me hacéis tal vituperio
y vivís con tal misterio,
¿qué apellido tenéis vos?
¿Cuál es vuestra patria? Cuál
vuestro nombre?
DON PEDRO
(¡Dios! ¿Qué escucho?)
860
DON JUAN
Ya veis que he aprendido mucho
en Flandes y en Portugal;
y que no sois vos tan diestro
dando en que sin nombre estoy,
cuando yo también sé hoy 865
que tenéis doblado el vuestro.
DON PEDRO
Pues bien; ya que declaráis
que tan bien me conocéis,
los secretos que sabéis
mirad cómo los guardáis; 870
porque todos caminamos
con una sombra detrás
que no nos pierde jamás,
y va, don Juan, donde vamos.
DON JUAN
Sí, mas todos recibimos 875
al nacer un ángel bueno,
que, de peligros ajeno,
nos guarda mientras vivimos.
DON PEDRO
Pedidle que de su mano
un solo instante no os deje. 880

  (Vase.) 

DON JUAN
Y al vuestro, que os aconseje
proceder menos villano.


Escena XI

DON JUAN
    Todo a un golpe lo aventuro,
mas no olvidaré el aviso;
librarnos de él es preciso 885
por cualquier medio seguro.
Ahora bien, tiempo es de obrar;
jamás lo quise creer,
mas no hay tiempo que perder,
si me ama la he de salvar. 890

  (Saca una carta con otra dentro.) 

Aquí está la misteriosa
carta: en ella me asegura
no sé quién que en mi ventura
se interesa... una gran cosa.

  (Lee.) 

«Si es que os niegan a Isabel 895
(dice) y estáis en amarla,
creed para recobrarla
lo que dice este papel.
Pero si sois caballero,
por vana curiosidad 900
no le leáis..., aguardad
A que os la nieguen primero.»
Y pues ya me la negaron,
ábrole y...


Escena XII

 

Sale una MUJER CON MANTO, etc.

 
MUJER
¿Es don Juan
con quien hablo, un capitán 905
que en Flandes...?
DON JUAN
No os engañaron
en mis señas..., don Juan soy.
MUJER
¿Una carta recibisteis
y otra con ella, que debisteis
no abrir ni leer... hasta hoy? 910

  (Mirando al reloj.) 

DON JUAN
Es cierto.
MUJER
Pues si sois hombre
cual os pregona la fama,
una cita de una dama
debéis admitir.
DON JUAN
¿Su nombre?
MUJER
Es un secreto.
DON JUAN
Es ahora
915
imposible..., y permitidme...
MUJER

 (Haciéndose la desentendida.) 

¿Desconfiáis? Pues oídme,
y os daré el sitio y la hora.
DON JUAN

 (Amostazado.) 

Mas...
MUJER

 (Recitando con intención.) 

«Si os niegan a Isabel
y os empeñáis en amarla, 920
haced para recobrarla
lo que os dice ese papel.»
DON JUAN
¡Cielos! ¿Qué escucho? ¿Sois vos...
quien escribió...?
MUJER
Leed y obrad.
DON JUAN
Pero decidme...
MUJER
Acabad,
925
don Juan; leedlo, ¡por Dios!
DON JUAN

 (Lee.) 

«Si un día os dan una cita
y a esta carta se remiten,
admitid doquier que os citen.
Quien la escribe os necesita 930
para abriros un camino
que os hará tener sujetos
del Conde muchos secretos
y dueño de su destino.»
Hablad, hablad.
MUJER
Imposible
935
en este sitio, don Juan,
que acaso espiando están
mis pasos ya.
DON JUAN
¡Oh, qué insufrible
tormento! Y ¿cuándo ha de ser?
MUJER
Si de mí queréis serviros, 940
en la Cruz de los Suspiros
estad al anochecer.
Si sois hombre de valor,
vuestro amor recobraréis;
y os advierto que os guardéis: 945
hasta la noche, señor.

  (Vase.) 



Escena XIII

 

DON JUAN.

 
    Hasta la noche, eso sí;
seas quien quieras, misteriosa
mujer, de cuya amorosa
voz esperanzas oí, 950
dondequiera iré tras ti,
por doquier te seguiré,
tierra y mar recorreré
por ese nombre bendito
que invocaste, y que repito 955
como norte de mi fe.


Escena XIV

 

DON JUAN y un HOMBRE EMBOZADO (JUAN).

 
EMBOZADO
    ¿Sois don Juan...? Vuestro apellido
no recuerdo.
DON JUAN
¿Qué queréis?
EMBOZADO
Si sois hombre de valor,
como os quieren suponer, 960
yo vengo aquí a proponeros
un desafío.
DON JUAN
¿Con quién?
EMBOZADO
No me lo dijo.
DON JUAN
¿La causa?
EMBOZADO
¿La causa? Vos la sabréis;
lo único que advertiros 965
me mandó en su nombre, fue
que al lugar que ha señalado,
tan despacio no lleguéis
como a la cita del plazo
y de las doce después. 970
DON JUAN

 (Resuelto.) 

¿Las armas?
EMBOZADO
Las que llevareis.
DON JUAN
¿La hora?
EMBOZADO
Al anochecer.
DON JUAN
¿El sitio?
EMBOZADO
En la Cruz de los
Suspiros. ¿Sabéis dónde es?
DON JUAN
Sí; pero tengo otra cita 975
a esa hora y no puede ser.
EMBOZADO
Y ¿será más importante
que un desafío?
DON JUAN
Sí, a fe.
EMBOZADO
Es decir, ¿que rehusáis?
DON JUAN

 (Con desprecio.) 

Esclavo, la lengua ten, 980
o pronto, con esta daga,
te la clavo en la pared.
Dile que allí ha de encontrarme
una hora antes o después.
EMBOZADO
Sea después.
DON JUAN
Enhorabuena.
985
EMBOZADO
Allí irá.
DON JUAN
No faltaré.
Podré matarle o morir,
pero sabiendo quién es.
 

(Vase el EMBOZADO por la puerta del fondo, y DON JUAN, por la lateral. Cae el telón.)

 



Anterior Indice Siguiente