Ibérica por la libertad

Volumen 8, N.º 3, 15 de marzo de 1960

IBÉRICA es un boletín de información dedicado a los asuntos españoles y patrocinado por un grupo de americanos que creen que la lucha de España por la libertad es una parte de la lucha universal por la libertad, y que hay que combatir sin descanso en cada frente y contra cada forma que el totalitarismo presente.

IBÉRICA se consagra a la España del futuro, a la España liberal que será una amiga y una aliada de los Estados Unidos en el sentido espiritual y no sólo en sentido material.

IBÉRICA ofrece a todos los españoles que mantienen sus esperanzas en una España libre y democrática, la oportunidad de expresar sus opiniones al pueblo americano y a los países de Hispano-América. Para aquellos que no son españoles, pero que simpatizan con estas aspiraciones, quedan abiertas así mismo las páginas de IBÉRICA.

Directora:

• VICTORIA KENT

Presidentes de Honor:

• SALVADOR MADARIAGA
• NORMAN THOMAS

Consejeros:

• ROBERT J. ALEXANDER
• ROGER BALDWIN
• CLAUDE G. BOWERS¹
• FRANCES R. GRANT
• JOHN A. MACKAY
• VICTOR REUTHER

IBÉRICA is published on the fifteenth of every month, except July-August when bimonthly, in English and Spanish editions, by the Ibérica Publishing Co., 112 East 19th St., New York 3, N.Y. All material contained in this publication is the property of the Ibérica Publishing Co., and may be quoted, but not reproduced in entirety. Copyright 1960, by Ibérica Publishing Co.

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A su regreso de una reunión celebrada en París por el Comité de Textiles de la OECE durante el pasado otoño, el Sr. Rodrigo Vivar Téllez, presidente de la delegación española y jefe del Sindicato Nacional Textil, declaró a la prensa que «por ser la primera reunión a la que asistía la delegación española, no ha sido posible presentar un dictamen detallado sobre los distintos puntos a tratar... Pero sí se hizo constar que en nuestro país no se apreciaba durante los meses transcurridos en 1959 la recuperación industrial señalada por los demás delegados y que las perspectivas para el futuro inmediato tampoco eran optimistas por nuestra parte».

Sabíamos desde hace tiempo que la industria textil española anda mal. Los grandiosos planes de industrialización del régimen no la tuvieron nunca presente. Durante veinte años se ha vivido despilfarrando los fondos públicos, fomentando empresas de rentabilidad harto dudosa, y ahora, en lo que respecta a los textiles, el despertar es amargo. Trataremos aquí de establecer un breve diagnóstico de la situación de esta industria, situación que podría haberse evitado si el Estado hubiera tenido presente la necesidad de una planificación ordenada de la economía nacional, con miras al bienestar de toda la comunidad y no al de unos cuantos poderosos grupos de presión.

La industria textil española contaba en 1957 con 264.000 trabajadores, incluidos los empresarios. Dado que el ramo de la confección representa 158.000 trabajadores más, resulta que 422.000 personas sacan de este importante sector de la producción nacional sus ingresos familiares².

Según la estadística de la Industria Textil publicada por el Instituto Nacional de Estadística, había en 1954 en España 3.821 fábricas textiles clasificadas del modo siguiente:

De esta estadística se desprende una primera observación fundamental: la existencia de un número disparatado de fábricas -si es que así puede llamárselas- de reducidísimo tamaño, es un obstáculo hoy, y lo será mañana, a la incorporación de España a ese gran mercado de intercambio que ha de ser el Mercado Común. ¿Cómo van a competir con las fábricas europeas talleres familiares de cinco o diez obreros? Cierto es que el mal viene de antiguo: desde 1918 hasta nuestros días las industrias textiles se multiplicaron de modo anárquico: entre 1918 y 1936 se formaron 300 nuevas empresas, de las cuales sólo 46 contaban con capitales superiores a 5 millones de pesetas; entre 1939 y 1944 se agregaron 245 empresas más (14 con capital superior a 5 millones) y entre 1945 y 1950 otras 59, sin que ninguna de ellas alcanzara los 5 millones de capital⁴.

Esta dispersión en unidades de pequeña dimensión explica que la industria textil algodonera española no cuente, como promedio, más que 10.000 husos por fábrica, frente a 30.000 en Francia, 40.000 en Italia, 50.000 en Inglaterra y 80 .000 en los Estados Unidos. En la industria lanera, el 50 por 100 de las fábricas tiene alrededor de 10 telares y tan sólo 12 fábricas cuentan con más de 100 telares⁵.

Como puede comprobarse por estas cifras, en la industria textil española dominan características artesanas dignas de otra época, pero no de nuestro siglo. Bien está que se conserve la artesanía en aquellos sectores donde la producción en cadena no alcanza nunca la calidad del artículo hecho a mano, pero en los géneros que producen hoy las industrias europeas en cantidades astronómicas, el empeño en conservar la artesanía supone una imposibilidad de distribuir los gastos en una producción elevada y, por tanto, un producto terminado caro y con el cual es imposible competir en los mercados.

Añádase a esto la antigüedad de la maquinaria, cuya consecuencia inevitable es la baja productividad por obrero que viene también a gravar el coste del producto. Durante veinte años, los empresarios españoles no han dispuesto ni de divisas ni de licencias de importación en cantidad suficiente para renovar sus equipos. Ahora, la gravedad de la situación se destaca claramente del siguiente cuadro que hemos compuesto con las cifras oficiales españolas:

Así se explica que «para obtener un kilo de hilado se necesiten en España más de 12 horas, mientras que en Francia se requieren sólo 6, y en Estados Unidos hora y media. Un obrero norteamericano, gracias a la modernidad de las instalaciones, opera 36 telares automáticos, frente a 5 en el caso de un obrero español»⁷.

En conjunto, la producción textil española ha aumentado ligeramente en estos años. Los hilados de algodón y fibras celulósicas pasaron de 90.648 Tm. en 1935 a 108.355 Tm. en 1955, o sea de un índice 100 a 119,5. Los hilados de lana pasaron de 11.742 Tm. a 15.206 Tm. (índices: 100 y 109,7) en el transcurso del mismo período. Hay que advertir que estas cifras representan una superación del nivel absoluto de la anteguerra, pero no del relativo, ya que, contando con el incremento demográfico del país, resulta que la producción del año 1955 representa un producto per capita sensiblemente igual al del año 1935.

Ahora bien, la demanda española está no sólo satisfecha por la producción nacional, sino que la capacidad de producción la supera con creces. Por ello, las fábricas no trabajan a pleno rendimiento. Vamos a ver el trasfondo social y económico de esta afirmación que pudiera parecer optimista, pero que en realidad no lo es. La industria algodonera y de fibras celulósicas cuenta con 2.364.000 husos y 66.455 telares; la lanera tiene 280.000 husos para hilatura de estambre, 270.000 para lana cardada y 12.000 telares; las fábricas de género de punto 18.000 telares, de los cuales 13.400 son circulares y 4.000 rectilíneos. A la vista de estas cifras, los dirigentes económicos afirman que tal capacidad productiva, superior a la demanda actual tanto interior como exterior, «es capaz de atender los incrementos de la demanda en años próximos».

En lo concerniente a la demanda exterior más vale no hablar. La industria mundial está atravesando un período de gran auge en todos los aspectos y, a medida que se vaya fortaleciendo el mercado común, España tendrá cada vez menos oportunidades de aumentar su mercado extranjero. Prueba de ello es que, de 1952 a 1958, el valor de las exportaciones de tejidos de algodón ha pasado de 16.222.961 dólares a 5.428.565 dólares. En lo que atañe a la demanda interior, si la comparamos con la de varios países europeos, el panorama es el siguiente:

Los autores de la citada ponencia del Consejo Económico Sindical justifican con su habitual perspicacia este escaso consumo, diciendo que «la evolución del vestido ha reducido el número de metros por prenda». Seguramente lo dicen pensando en la época de las guerras carlistas, ya que nadie ignora que en la República andaba ya el traje femenino más o menos por las rodillas, y que el traje masculino no ha sufrido desde entonces más que modificaciones de detalle. Más justo sería decir que la evolución política y económica ha reducido el número de prendas por persona. En efecto, mientras un trabajador norteamericano adquiere un traje con 23 horas y media de trabajo, un inglés con 61 horas, y un francés con 140, el español necesita 190⁹.

Para que no nos acusen de hacer demagogia barata, daremos a conocer algunos de los sueldos de la industria textil fijados por la reglamentación de salarios de octubre-noviembre de 1956, la última promulgada hasta la fecha:

A estos sueldos es preciso añadir los pluses, primas y subsidios que suponen un incremento de hasta 50 por 100 del sueldo base. Ahora bien, con toda razón dicen los autores del excelente informe sobre el panorama económico y social de la industria textil: «En todo caso, considerando todo el personal empleado en la industria textil española en el año 1955 (incluidos obreros, administrativos y técnicos), cifrado en 372.754 personas, y el volumen total de los sueldos y salarios pagados en esa industria en el mismo año, cifrado en 8.309.475.000 pesetas en el Estudio del Banco de Bilbao sobre la Renta Nacional, obtenemos, al dividir esta última cifra por la primera un salario medio de esa heterogénea fuerza trabajadora que puede servirnos, a pesar de la variedad de categorías, como un interesante punto de referencia: ese salario medio de toda la industria textil española es el de 1.858 pesetas mensuales, o, si se quiere, de 62 pesetas diarias»¹¹. Este sueldo de aproximadamente 8 pesetas por hora es uno de los más bajos del mundo. Convirtiendo las monedas nacionales en pesetas, resulta que un obrero italiano del mismo ramo cobra 18 pesetas, un francés 20, un alemán de 20 a 26, un inglés 38, un noruego 40, un canadiense 79 y un norteamericano 87¹².

¿Acaso no pueden aumentarse los sueldos? Los empresarios contestarán seguramente que no. Ignoramos cuáles pueden ser sus angustias económicas, pero lo cierto es que la participación salarial española es una de las más bajas de Europa: en 1954, la masa de salarios representó el 45,4 por 100 del total del valor añadido por la industria, en tanto que la clase empresarial se llevó el 54,6 por 100, según cifras publicadas por el Banco Central en su Estudio Económico, 1956. En 1955, la mano de obra obtuvo el 63,2 por 100 y los beneficios e intereses el 36,8 por 100¹³. En la actualidad, no conocemos la situación exacta de este sector de nuestra economía; lo que sí sabemos es que los horarios de trabajo disminuyen y que la emigración de los trabajadores catalanes a Francia aumenta de día en día. En general, la supresión de las horas extraordinarias y la reducción incluso de la semana de trabajo a tres días laborables en algunas fábricas, está llevando a la clase obrera a una situación desesperada.

No creemos que la ayuda americana, ni el ingreso de España en la OECE, impliquen un arreglo de esta situación. No harán más que prolongarla por cierto tiempo todavía. España necesita una planificación económica severa y una reforma total de su estructura social y política. Nosotros no menospreciamos el valor de las ayudas exteriores y, en particular, la que podrían aportar en otras circunstancias los Estados Unidos. Pero, hoy por hoy, tal como está concebida y aplicada, la ayuda norteamericana no sirve más que para ir prolongando la vida enferma de nuestra economía y no para que alcance una verdadera salud. Pocos días hace, el ilustre economista inglés Thomas Balogh hacía este certero diagnóstico: «El hecho de que la ayuda extranjera -y particularmente americana- haya sido con frecuencia subordinada a una disminución de los controles locales (siendo los ejemplos recientes más flagrantes la ayuda a Turquía y a España) significa que los países ayudados se ven en cierto modo obligados -a cambio de un alivio temporal de sus dificultades- a adoptar una política que, a largo plazo, les incapacita aún más para elevar su nivel de vida más allá del nivel que la ayuda exterior les haya permitido alcanzar temporalmente»¹⁴.

Todo esto no lo ignoran los dirigentes políticos españoles. Mucho menos los dirigentes sindicales de cuyas ponencias en los últimos congresos hemos extraído la mayor parte de la cifras que figuran en este trabajo. Los datos que poseemos en el exilio son los que nos suministran ellos, involuntariamente por cierto. Basta coordinarlos, compararlos y sacar la conclusión. Pero ninguno de los que dicen ostentar la representación popular se ha atrevido nunca a hacerlo honradamente y a poner el dedo en la llaga, aun a costa de arriesgar su puesto. ¡Y se llaman dirigentes sindicales! ¡Vaya por Dios! Ya lo decía hace muchos años Eugenio Sellés: «O se nace Guzmán de los buenos, o se nace Guzmán de Alfarache».

XAVIER FLORES

Si este artículo, y el que ha de seguir, está proyectado desde el análisis de la juventud española en sus relaciones con la Iglesia, es precisamente porque al margen de los problemas religiosos puros que toda juventud puede tener, bajo un signo religioso o bajo otro cualquiera, en España la Iglesia conforma la vida nacional de forma tan exhaustiva que no puede prescindirse de su influencia.

La Iglesia española no es simplemente el cuerpo jerárquico de una religión determinada con influencia en la vida también religiosa de sus seguidores y adeptos, sino que está presente en la vida política; estuvo marcando el carácter de la guerra civil y adquiriendo beligerancia, marca el llamado Nuevo Estado, también beligerantemente; está presente en los Consejos Nacionales, en las juntas Políticas y en toda clase de organizaciones del Partido. La Iglesia española es beligerante en sus organizaciones, en su Opus, que llega a realizar en la Universidad una labor de delación política. La Iglesia española trata de encauzar a la juventud no sólo por el camino de la religión sino también por el de la política. Y eso relativo a toda la juventud española. No, naturalmente, porque toda la juventud española sea católica ni toda la juventud teóricamente católica sea religiosa, sino porque desde el inicial planteamiento de la situación nacional, se prescinde de la posibilidad de que parte de la juventud no sea católica y no ser católico en España es no contar, mientras que ser no practicante, en tanto se mantenga la oficialidad religiosa y una cierta ostentosidad, es integrarse de lleno en la situación, mucho más válidamente que ciertos núcleos de católicos que se niegan a aceptar la situación vigente.

Por eso es interesante conocer a la juventud española contrastada en sus posturas en relación con la Iglesia. Porque hoy en España, no existen en el mundo oficial las ideologías sino los intereses políticos, y una vez naufragado doctrinalmente el llamado Movimiento Nacional, se puede considerar que es la Iglesia, quiera ahora reconocerlo o no -y siendo seguro que lo negará mañana-, quien únicamente vertebra al Régimen. La Iglesia y la Policía Armada, pero no puede ser objeto de estudio la relación de la juventud española con la Policía Armada; relación muy sencilla por otra parte.

La primera conexión de la juventud española con la Iglesia, es la más natural, la que surge de los problemas religiosos puros; llamándolos así porque en la realidad vital española, los problemas políticos, sociales, culturales, etc., de la juventud acaban por convertirse en problemas religiosos, en cuanto que es preciso pasar por la Iglesia para resolverlos e incluso para planteárselos.

Entre la juventud obrera, estos problemas religiosos puros apenas cuentan. Las encuestas más o menos clandestinamente realizadas en zonas obreras, dan unos porcentajes mínimos de practicantes de hecho de la religión, aunque hay que partir del punto inicial de que la inmensa mayoría pertenecen teóricamente a la religión católica.

Como es lógico, una gran mayoría de los jóvenes de hoy, en las ciudades industriales típicas, son descendientes de quienes en la guerra civil del 36 estuvieron en el bando republicano, y en general hostil a la Iglesia española a la que vieron situarse beligerantemente frente a ellos.

Después de la guerra, las ciudades característicamente industriales sufren un aluvión de gentes procedentes del campo -aunque precisamente el campo ha sido en España el origen del poder feudal de la Iglesia-, por lo que, con mayor o menor sentimiento sincero, la población campesina que llegaba a las ciudades aportaba ese miedo secular, ese respeto que se basaba tan poderosamente en el temor, y sumaba a la tradicional indiferencia religiosa de la juventud proletaria española, el nuevo enfoque de quienes han abandonado no medios religiosos auténticos, sino medios de influencia del clero que a base de costumbre, autoridad y ciertos «modos religiosos» más próximos a la superstición que a la verdadera religión, les ha mantenido en un estado de absoluta sumisión a los poderes económicos tradicionales.

El clero rural, poder de base de la Iglesia española, ha carecido tradicionalmente de preparación; el libro, el cine, la radio, incluso el periódico eran peligros a los que el pueblo no debía acceder; hoy no, porque la radio, prensa, cine y libros que corren como moneda habitual en esos medios, cumplen la misión de mantener esas condiciones; alguno de esos elementos va tras de la concienzuda esterilización en la enseñanza.

Pero al llegar a las capitales, esa juventud campesina desarraigada, recoge el ambiente del proletariado industrial, lo suma al descubrimiento del mundo en que vivía, exagerando quizá esas circunstancias momentáneas, y llega a un apartamiento casi total, y en muchísimos casos a la hostilidad.

No creo exagerado decir que la juventud proletaria española cumple con la religión católica, es decir, es católica, en no más de un 15 por ciento de sus componentes¹⁵. Lo que supone un problema trascendentalísimo en un país que oficialmente se niega a reconocerlo y para una jerarquía religiosa que actúa como si esos porcentajes no existiesen. En España existe un desnivel entre los datos que se manejan y los datos reales que hacen imposible la convivencia.

En los medios universitarios la situación aparentemente es otra distinta, pero en la realidad esencial no difiere gran cosa. Se pueden elevar los porcentajes, pero ¿hay más de un 45 por ciento de la juventud estudiantil superior a los 18 años que practique absolutamente la religión a la que teóricamente pertenecen?

Hay zonas en que las circunstancias religiosas son vividas mucho más fervorosamente por la juventud universitaria, pero en los grandes núcleos de Madrid, Barcelona, Valencia, etc... la célebre y comentada encuesta de Pinillos fue concluyente.

No se ha conseguido un aumento apreciable en la práctica religiosa de la Universidad después de veinte años largos en que ha tenido la Iglesia todos los medios a su alcance para influir. Colegios numerosos, con un río económico a su disposición, enseñanza obligatoria de la religión, prensa y radio machacando con insistencia en los espíritus, una red de Colegios Mayores desde los que dirigir a los universitarios en todo momento y ocupación, facilidad máxima para toda clase de cursillos, ejercicios, pláticas, etc., han sido inútiles.

Sin embargo la hostilidad, en estos medios, es mínima. La ausencia de practicidad no está basada en motivos de enfrentamiento intelectual, en muchos casos, sino por simples circunstancias, juveniles agravadas por la postura de la Iglesia y por la obsesiva inferencia en todas las actividades, en todas las diversiones y en todas las posibilidades de esa juventud. La diferencia con el sector obrero de la juventud, es que unos se han conseguido liberar de algo que les resultaba artificial y otros han llegado a la saturación.

La juventud universitaria, al graduarse y pasar sus componentes a ser profesionales, por lo general se enlaza con más firmeza a la Iglesia. La evolución es normal, sobre todo si se tiene en cuenta la gran influencia de la mujer en la vida particular española, y que la mujer burguesa española sigue siendo el gran soporte de la Iglesia.

La evolución es normal, de un lado porque la juventud universitaria española está reclutada en un porcentaje altísimo en la burguesía y clases acomodadas, lo que condiciona, una vez pasada la juventud, un tipo de vida que exige, en primer lugar, conformidad con los módulos de la Iglesia, al menos conformidad aparente. Por otro lado es preciso situarse profesionalmente, y esto se consigue mejor siendo buen católico aparente que siendo indiferente.

Así pues, resulta que la Iglesia, al abortar todas las preocupaciones de la juventud, al colaborar con el Régimen en su despersonalización, no ha conseguido una audiencia superior, sino que la juventud al desproblematizarse, ha prescindido también de la preocupación religiosa y ha dejado de atender a la Iglesia, porque pese al clima que intenta crearse de que todo es fácil en la disciplina que prescinde de la inteligencia, la realidad es que practicar una religión es siempre difícil y exige una preocupación y una problemática.

Aun prescindiendo de toda otra razón, de las demás intervenciones de la Iglesia que han conseguido la hostilidad de las minarías preocupadas, el resultado que su tarea en los demás campos ha proporcionado a la juventud es una mentalidad átona, es la ausencia de preocupación religiosa.

Sin embargo es cierto que existe, en unas minorías, una inquietud religiosa. Las minorías obreras de la «Joc» y ciertos núcleos universitarios. Pero enfocada en muchos, en los más, de forma casi diametralmente opuesta a como lo plantea el senado de la Iglesia Española, eclesiásticos como los Monseñores Eijo y Garay o Tarancón y laicos como Sánchez Juliá o la revista Punta Europa.

Mientras que la tónica de la mayoría de los practicantes es un conformismo sin discusión y sin efectividad que pone en manos de la Iglesia una masa desvertebrada, tan incapaz de rebelarse frente a sus imposiciones como de adoptar un sentido más vital de la religiosidad.

RODRIGO VALLE

Con una diferencia de días hemos recibido dos comunicaciones dando cuenta de la formación de núcleos juveniles españoles que emergen a la vida pública con decisiones realistas y operantes. Uno de esos grupos, ha surgido en Alemania del Oeste -circunstancia que debernos señalar- el otro, en México entre la juventud exilada. Sus finalidades parecen marchar por caminos distintos, pero convergen en lo fundamental, su integración puede ser una seria promesa de renovación nacional.

En esta creencia, IBÉRICA, está dispuesta a servir de enlace entre esos dos significativos grupos, al objeto de que esa juventud que no conoce España, pero la siente y está dispuesta a luchar por su futuro justo y libre, tome contacto con esa otra juventud que sale del seno de la España actual dispuesta a contrastar el planteamiento de los problemas básicos de España con los otros españoles y poder así llegar, mediante ese análisis, a soluciones teóricas para construir ese futuro libre y justo del país común.

IBÉRICA hace un llamamiento a ambos grupos para que, fundidos en el interés superior de la Patria, lleguen a unirse en un constructivo programa de estructuración.

Movimiento español

«A los veinte años del triunfo militar franquista, las nuevas generaciones del interior de España han creado una exigencia definitiva: la de organizar la resistencia contra la tiranía con un espíritu y unas formas de lucha más positivas y operantes que los aplicados hasta ahora.

«La emigración republicana, desperdigada por los más diversos países de América y Europa, se ha visto envuelta en rencillas que nosotros no comprendemos y que ya es tiempo de superar. Los núcleos dirigentes de esa emigración no han podido convertirla en una fuerza capaz de ayudar con verdadera eficacia a la lucha del pueblo español por recobrar su libertad. Hay que aceptar que la emigración presenta en su inmensa mayoría, un panorama de pasividad expectante.

«No aceptamos la cómoda posición de considerar que sólo las fuerzas del interior de España han de lograr el derrocamiento de la dictadura franquista, ni la de afirmar que se ha hecho y se está haciendo todo lo conveniente y necesario. Creemos, por el contrario, que nada de lo que podamos hacer será suficiente.

«Con este nuevo espíritu, las nuevas generaciones del exilio entramos en la vida política española, desoyendo los consejos de los pregoneros del apoliticismo y los augurios derrotistas de los escépticos, para hacer oír nuestra voz y dar el ejemplo de nuestra unidad y de nuestra activa decisión antifranquista.

«Cuando decimos "nuevas generaciones" nos referimos, más que a un concepto cronológico, negativo y cerrado, a una posición política nueva y a una concepción ideológica positiva. Lejos de rechazar a las generaciones anteriores, nos sentimos orgullosos de la educación y de la sensibilidad nacional que han sabido transmitirnos en el destierro, así como de su laboriosidad y de la rectitud que han mantenido en todo momento. En la lucha contra el franquismo es la unidad de todos y no la cizaña lo que precisamos. Esta, y no otra, es nuestra exigencia: unidad de acción de todas las fuerzas antifranquistas del exilio con todas las del interior del país en un sólido frente representativo y patriótico que exprese ante el mundo la oposición cerrada de la nación a la dictadura.

«No hacemos discriminaciones de ningún tipo en el campo del antifranquismo. Nos sentimos solidarios de cualquier grupo, partido u organización que comparta nuestro punto único: derrocamiento del franquismo y establecimiento de las condiciones mínimas necesarias para que pueda manifestarse libremente la voluntad soberana del pueblo español.

«Llamamos, pues, a todos los patriotas españoles, independientemente, de su edad, o afiliación política o sindical, a unirse a nuestro Movimiento en el empeño común.

«Llamamos especialmente a las nuevas generaciones del exilio a que ingresen en el MOVIMIENTO ESPAÑOL 1959, para ayudar a crear una nueva y más positiva concepción de lucha y para convertirlo en el gran movimiento de juventudes que exige la victoria contra el franquismo.»

Asociación Española para el Diálogo en Política

Esta sociedad ha sido creada en agosto de 1959 por un grupo de españoles reunidos en Seminario de discusiones en un lugar de la Baja Sajonia (Alemania del Oeste) con el fin de organizar una campaña de defensa y propaganda de la idea de la libertad de la opinión pública y de la libertad de prensa.

En el último mes de noviembre la A.E. para la F.D.P. organizó un segundo Seminario con el fin de redactar unas tesis fundamentales que describiesen, en lo posible, todos los aspectos de la actual situación de España. La reunión, a la que asistieron muchos jóvenes españoles procedentes de España -muchos de ellos ocupando cargos de responsabilidad en la actual situación española y varios representantes de la novísima emigración de españoles jóvenes, terminó con la aprobación de un Abecedario de tesis que se firmó en la Torre de Gauss, situada en un bosque de la Baja Sajonia y así llamada porque en ella llevó a cabo el matemático Gauss algunos de sus experimentos físicos.

Las tesis sobre la situación de España significan, a no dudarlo, una clara condenación moral y política del régimen del general Franco. «En ellas -dice el manifiesto- alienta maestro deseo de una España auténticamente democrática y liberal y más justa socialmente». Este Abecedario presenta vivos problemas de la España actual y nos parece una excelente base para el estudio y posibles soluciones de los mismos. De lo único que adolece es de desconocimiento de hechos ocurridos con anterioridad a la toma de conciencia de esos jóvenes y lo señalamos porque ese desconocimiento, no imputable a esas nuevas generaciones, puede inducirle a errores en el planteamiento de algunos problemas.

La Asociación propugna una campaña pacífica organizada y conducida por ciudadanos españoles, libres y moralmente valientes, para defender la causa de una España políticamente libre y democrática y justa. El manifiesto continúa diciendo: «Creemos que es posible despertar en muchos españoles la conciencia dormida de su responsabilidad por las cosas de España. Y para ello, como primer paso de una gran campaña, propugnamos la federación de todas las tendencias, grupos políticos y organizaciones que crean en un futuro libre de nuestro país».

«Nuestra intención con estas tesis, escritas, discutidas, redactadas por numerosos españoles, es invitar a los lectores a la meditación de si no serán las cosas así, invitarles a plantearse rigurosamente el caso de conciencia de su responsabilidad por las cosas que están pasando en España, y por las que pueden pasar si los hombres de responsabilidad no deciden influir en el curso de los acontecimientos».

Maquinaciones en cadena

El mes de febrero, por de suyo movido en la tradición reciente, lo ha sido también este año, pero con unos tintes siniestros creados por el espíritu de maquinación que caracteriza cada vez más la actuación del poder. Los acontecimientos se han sucedido vertiginosamente; intentaremos, no obstante, guardar el mínimo de orden cronológico, añadiendo también que aun no se ha visto el desenlace de las cuestiones básicas planteadas durante este mes: detenciones, explosión de bombas, agravación del paro, política militar del eje Bonn-Madrid.

Al comenzar el mes la preocupación dominante en todos los medios era -y sigue siendo hoy- el aumento del paro, el marasmo de la industria -sobre todo de la media y pequeña- la impresión de que la «estabilización», después de salvar -momentáneamente- la crisis de divisas y poner el cambio oficial de la peseta a la altura del cambio real, significa caer en un bache del que aun no se sabe como se podrá salir. Las manifestaciones de descontento entre los afiliados (obligatorios) de los sindicatos en Madrid y otros lugares, inquietaron a los medios oficiales. Por su parte, la declaración colectiva de los Arzobispos fue un trompetazo de alarma. En ella se hacía una crítica bastante completa del paro, del paro encubierto, de los despidos, de la baja real del nivel de vida y de la injusticia que encierra que los poderosos sigan realizando ganancias exorbitantes. Pero ese no era el criterio de los poderosos. Ya se habían celebrado varias entrevistas entre los banqueros y jefes de empresa más importantes con miembros del gobierno; los industriales exigían la libertad de despido para poder reorganizar sus negocios. En principio, el gobierno estaba de acuerdo, pero algunos de sus miembros temían las reacciones de la opinión. Hecho curioso; parece que el propio Caudillo no quería ir demasiado deprisa en eso de los despidos pues, ya por criterio propio o ya por satisfacer a Solís, Arrese y compañía, no deseaba agravar la tensión social. Pero ésta se iba agravando por doquier. En los medios políticos, tanto gubernamentales como de la oposición, corría ya el rumor de una posible huelga (o huelgas) para la primavera. Además, el desarrollo de propaganda comunista por el Norte de España empezó a preocupar al gobierno.

Que los financieros estaban decididos a seguir adelante lo demostró el informe del Sr. Aguirre ante la Junta del Banco de Guipúzcoa (el Sr. Aguirre es, a la vez, persona importante del Banesto). Rebatió los argumentos de la jerarquía católica y dijo que los únicos que debían enmendarse eran los consumidores. Los empresarios exigían austeridad de todo el mundo, y también del Estado. A cambio de eso se comprometían a vencer la depresión actual. En los medios gubernamentales se pensó que era preciso ceder pero, naturalmente, se precisaba tomar medidas de seguridad, tanto más cuanto que dos nuevos hechos, parecían hacerlas aconsejables. Uno, era la reunión de comunistas españoles, en un país del otro lado del «telón de acero» que si a unos les inquietaba, a otros les parecía excelente pretexto para atacar a toda la oposición. El otro, la destitución de Luis de Galinsoga, obtenida por la protesta unánime de los catalanes, decidida en Consejo de Ministros, ante los informes inquietantes que daba el propio gobernador de Barcelona y el criterio mantenido por el Sr. Carrero Blanco, entre otros.

La situación es seria

La situación se ponía seria y era preciso actuar. Primero en Barcelona -adonde se dirigieron el ministro de la Gobernación y el Director general de Seguridad- y luego en otros lugares del país.

¿Qué pasaba en el país?

En Tarrasa la agitación crecía. En esta ciudad donde el paro es mayor que en otros lugares de Cataluña -hubo manifestaciones, visitas multitudinarias a las autoridades, a las parroquias, tumulto en los locales sindicales, etc. No es una casualidad que el Sr. Camilo Alonso Vega, a las pocas horas de llegar a Barcelona, se dirigiese a Tarrasa donde pasó todo un día.

Huelgas y manifestaciones tenían lugar en distintos pueblos andaluces, particularmente en Carmona, Alcalá de Guadaira y La Rinconada (provincia de Sevilla). En Málaga se declaró una huelga en la fábrica «Vertex».

En estas circunstancias, y mientras Alonso Vega y el Director general de Seguridad estaban en Barcelona, se produjo la detención del joven escritor Luis Goytisolo Gay, del poeta Joaquín Marco y de varios universitarios y jóvenes intelectuales catalanes. No se les formuló ninguna acusación concreta. A Goytisolo le achacaron «viajes al extranjero» y ser «enemigo del régimen». Fue trasladado a Madrid y en estos momentos está en la cárcel de Carabanchel. Al parecer no ha sido maltratado; desde luego, la nube de protestas de escritores, académicos y profesores de todos los países, pero especialmente de Italia y Francia, impresionó bastante a algunos de los miembros del gobierno.

Al mismo tiempo, se detenía en Santander a un enlace sindical de la «Sniace» llamado Pérez, al escultor Joaquín Fernández Palazuelos y al pintor Joaquín Vázquez. Les acusan de actividades comunistas. Han sido brutalizados por la policía. El abogado don José Manuel Martínez de la Pedraja, que pudo visitar a Vázquez en la cárcel de Santander, comprobó los malos tratos; dijo que hoy es un desequilibrado a causa de las torturas y que estando hablando con él sufrió un ataque de nervios. Palazuelos y Pérez fueron trasladados a Madrid en seguida; acudieron a despedirles a la estación todos los miembros del Teatro de Cámara del Ateneo, y la policía tomó nota de ellos.

Se sabe también que el jefe de la brigada social de Santander, apellidado Solar, quisiera complicar nuevamente en sus maquinaciones al abogado católico don Ignacio Fernández de Castro, al sacerdote don Carlos Martín Castañeda¹⁶ (el famoso cura de Campuzano) y al catedrático de la Escuela de Comercio, don Emilio Arija, cuya filiación es anticomunista.

Cuatro o cinco días después tuvo lugar en Madrid otra protesta masiva de los obreros del transporte ante el local de los Sindicatos. A causa de ello fue detenido un enlace sindical de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, llamado Mínguez.

Y no acaba la cosa. En Guipúzcoa se detenía a Agustín Gómez, entrenador del Real de Irún, que había regresado de Rusia (era uno de los «niños de Rusia», enviados allí durante la guerra civil) en 1956, donde jugaba en el «Club Dinamo», y a otros dos jóvenes de la misma procedencia. Ninguna acusación concreta existe contra ellos, pero como tienen correspondencia con familiares suyos que viven en Rusia es un buen pretexto para hablar del «comunismo internacional».

Pasaron cuatro o cinco días. La Cámara de Industria de Barcelona elevaba a la superioridad un informe sobre «El Plan de Estabilización y la expansión económica» pidiendo créditos, exenciones de impuestos y aranceles protectores. Y diciendo que es necesario despedir. Los industriales añaden el paro «tecnológico» al paro por recesión. En Sevilla continuaron los signos de descontento y más de tres mil obreros se manifestaron por las calles concentrándose, al final, ante el Palacio Arzobispal. La situación es más tensa por las últimas inundaciones. En Sevilla hay 55,000 personas que viven en 18,000 chabolas; más de 15,000 se quedaron en la calle el otro día.

Detenciones y «milagrosos» hallazgos policíacos

En esta situación explota una bomba en el patio del Ayuntamiento sin producir más daños que un ligero incendio y, otra en el local de Falange de la calle de Toledo. Este último día se reúne el Consejo de Ministros y después de la reunión (aunque sin conexión aparente con ella) se publica la nota oficial conocida por todo el mundo hablando de las «actividades subversivas contra varios países de occidente, entre ellos España» y de la conjura «comunista». Aquel mismo día se encuentra «milagrosamente» una bomba sin explotar a la entrada del Museo del Prado y otra en los locales de las líneas aéreas Iberia. Y la policía sigue encontrando «milagrosamente» bombas, explosivos, imprentas, etc., etc.

La nota oficial hablaba de un «conspirador» muerto al poner la bomba de la calle de Toledo cuyo cadáver, mutilado, había sido encontrado por la policía. Pero una lectura atenta de los «sucesos» en la prensa diaria demuestra que el citado Pérez, aparecido muerto en la calle, lo había sido el día antes de la explosión de la bomba, y la prensa así lo había publicado. Un pequeño desliz de los servicios de policía, por si no bastaba que se «les viese la antena» con eso de poner una bomba en el Prado para achacársela a «la horda roja».

Aquella misma noche, la brigada social se presentó en más de doscientas casas madrileñas practicando registros y detenciones a granel. Unos han sido llevados a Gobernación, otros a Carabanchel; el coronel Aymar ha sido llamado, pero aun no se sabe que clase de proceso va a instruir. Al parecer esta vez los gobernantes y sus policías se sienten «maquiavelos» y quieren tramar un folletín truculento pero también peligroso. Y como se trata de aprovechar para meterse con todos los enemigos, al día siguiente de decir que la culpa de todo la tenían los comunistas y los rusos, el ataque se concentra contra Cuba. La policía empezó a decir en seguida que las bombas las habían puesto unos cubanos y que el jefe del «complot» era un ciudadano cubano que, verosímilmente, había huido a Francia. Ayer mismo se ha comunicado otra nota oficial a la prensa diciendo que se trata de un complot «fomentado por cubanos con la colaboración de elementos desarraigados de la vida española sometidos a las consignas del comunismo internacional». Y ahora ya no se trata de escuelas de subversión en Rusia, sino de escuelas «terroristas» en Francia (Toulouse) cuento muy viejo que ya no se creen ni los niños de pecho. Pero se trata de meterse al mismo tiempo con Cuba y de sacarse la espina por la botaratada de Lojendio que tanto molestó al Caudillo. También habla la nota oficial de explosivos fabricados en Francia, con lo cual quiere dar pretexto para que en el vecino país se den más facilidades a los policías y espías del gobierno de Franco (que cada día son enviados en mayor número) en su labor contra todos los grupos del exilio.

La maniobra parece de gran envergadura, y es de temer que no haya terminado, pues la policía quisiera complicar a nuevos intelectuales y a militantes de la izquierda católica, así como hacer una «depuración» en las filas de sus propios sindicatos. En medios generalmente bien informados se dice que esta «operación» estaba preparada por el gobierno y la policía para más adelante, pero que el aumento de la agitación y el temor de que las huelgas tomasen incremento les decidió a actuar con rapidez.

Todos los observadores extranjeros, periodistas, etc., saben perfectamente que los grupos que son conocidos de la oposición no han tenido la menor intervención en este asunto de las bombas que se diría hecho de encargo por esa «Providencia» a la que con tanta frecuencia apela el Caudillo.

Hacia una alianza militar con Alemania

Aun en plena emoción suscitada por el terror y las detenciones, se ha producido otro escándalo que está tomando grandes vuelos a pesar de que el gobierno creyó silenciarlo en los primeros momentos. Me refiero a las conversaciones militares entre el gobierno del Caudillo y el de la República Federal Alemana con objeto de que los alemanes pudieran establecer en España depósitos atómicos y de ingenios de largo alcance, campos de entrenamiento para la aviación, aeródromos, etc., sin contar con la OTAN.

La verdad es que el asunto se había llevado muy en secreto. Cuando Castiella fue a Bonn le plantearon toda la cuestión. Más tarde, el Dr. Lindrath, ministro alemán vino a España con el pretexto del «Comité de defensa de la civilización cristiana» del que ya hemos hablado en varias ocasiones. El ministro alemán de Defensa, Dr. Strauss, estableció contactos por personas de su confianza, y también se sirvió de otro «Comité»: el Centro de Documentación Europea, capitaneado por Otto de Habsburgo y Martín Artajo (se esperaba que para el próximo congreso del «Centro» en el Valle de los Caídos, el propio Strauss hiciese un informe sobre estrategia). Por fin, el día 15 de febrero, muy poco antes de «estallar la bomba» (y ¡esta si que es bomba de verdad!) una misión militar alemana de tres personas vino a Madrid y se entrevistó con altos mandos españoles para formular las peticiones exactas de Alemania.

Cuando en los medios oficiales de Madrid ya se sabía que la cuestión estaba planteada en el mundo, se dejó publicar en Ya una crónica de Méndez Domínguez desde Washington con el siguiente título: «Una nueva maniobra del New York Times contra Alemania.» Al día siguiente, la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores hacía publicar una nota diciendo: «Son falsas las noticias aparecidas en cierta prensa extranjera de que el Gobierno de la República Federal alemana ha negociado con el Gobierno español la concesión de bases militares o de lanzamiento de proyectiles teledirigidos». Y concluía diciendo que le basta con los convenios existentes con Estados Unidos y Portugal.

Al mismo tiempo, la agencia EFE difundía comunicados insultantes contra el periodista norteamericano Sr. Sulzberger (no han «tragado» aun sus artículos del año pasado) y contra el Sr. Spaak, «socialista y viejo enemigo del Régimen español» (Efe dixit).

La reacción oficial española ha sido más que de defenderse, la de defender a Alemania afirmando, contra todos los demás gobiernos, que la OTAN estaba previamente informada. Dos días después la prensa ha recibido órdenes de escribir editoriales en el sentido de que «esta calumnia rompe la unidad occidental y solo beneficia a los Soviets». Lo curioso es que el desprecio del Caudillo y su gobierno por la opinión pública española es tan superlativo que ni siquiera intentan justificar como negociaban (porque negociación ha habido, y se esperaba una nueva misión militar, aunque todavía no había recaído acuerdo) a espaldas de los órganos del propio Estado franquista (Cortes, Consejo del Reino, etc.) y de los aliados oficiales, un acuerdo que entrañaba un gravísimo peligro para los treinta millones de españoles. ¿No han dicho cínicamente, los alemanes, que «en España es fácil ejercitar la aviación porque hay poca densidad de población?» Y si la hay, no importa, porque ellos ya han hecho la experiencia de Guernica.

Ya hace meses se había señalado la presencia de técnicos alemanes en Asturias y Bilbao, que trabajarían en nuevas experiencias sobre el acero; el ensayo de «cohetes postales» alemanes en España e incluso se rumoreaba la presencia de técnicos alemanes en Canarias y Fernando Poo. Esto de Canarias y Fernando Poo es esencial, porque para el lanzamiento y las bases de los futuros proyectiles intercontinentales, se precisa «distancia en profundidad» y «dispersión de bases» (Aquí se había hablado hace poco del interés eventual de Norteamérica por las Canarias con vistas a los futuros cohetes «Minuteman»)¹⁷.

Juego de palabras

Claro, aquí siguen jugando con las palabras: había habido «conversaciones» pero no «negociaciones». No se trataba de «bases» sino de «depósitos y campos de entrenamiento». Piruetas ridículas que no arreglan nada. Lo único evidente es la confirmación de lo que tantas veces hemos dicho: Franco solo acepta alianzas con los países democráticos por egoísmo y para así, indirectamente, apuntalar su dictadura. Pero está dispuesto a engañarlos a la primera ocasión, él y sus militares (Muñoz Grande en cabeza) solo sienten de verdad la alianza con Alemania. En segundo lugar, el gobierno de Franco está especialmente interesado en coadyuvar a todo lo que pueda aumentar la tensión internacional. Por eso no es posible separar por completo los manejos diplomático-militares con los Srs. Adenauer y Strauss, y los ataques a Cuba, a Venezuela, a Rusia, etc., con pretexto de las detenciones. Es más, el ambiente contra Inglaterra es cada vez mayor en las esferas ofíciales que esperan, no sin inquietud, la segunda parte del debate en el Parlamento británico sobre las «conversaciones hispano-germanas».

El «Opus Dei» trabaja

Es harto evidente, que el equipo del «Opus Dei» y, en general, del integrismo, está jugando estas cartas. Aun hace muy poco, Calvo Serer, aprobaba desde las columnas de una publicación francesa, las declaraciones del cardenal Ottaviani. El «Opus» no descansa: el flamante padre Albareda salió para Roma con objeto de recibir instrucciones, otros «padres» fracasaron a última hora en el empeño de montar otro «Estudio General» en Guipúzcoa: la Compañía de Jesús les echó la delantera. Y el mayor triunfo -al que no es ajena la labor perseverante de Pérez Embid- es que -¡por fin!- el hijo de Don Juan de Borbón, seguirá sus estudios en El Escorial, teniendo como director de ellos... a un reverendo padre perteneciente al «Opus Dei». Está cada día más claro que el «Opus Dei», que quiere jugar su carta a muchos años vista, tiene asediada la plaza de la futura monarquía que, según sus conspicuos (y probablemente según el mismo Franco) se establecerá en España a la muerte del Caudillo. Asediada es poco; las infiltraciones son de categoría. Con eso, con los altos funcionarios, la prensa, la radio, la enseñanza y buena parte de la banca piensan instaurar una teocracia en España «por los siglos de los siglos, amén».

Por el momento vivimos en plena maquinación, tanto en el orden interno como externo. Todo se puede esperar de un equipo de gobierno (y de su jefe indiscutible) que ve de nuevo abrirse la tierra bajo sus pies, porque -y ellos lo habían olvidado- el hecho de que lo reciban a uno en las cancillerías internacionales y extranjeras no significa que le van a resolver todas sus «papeletas». ¡Y la «papeleta» es de tamaño!

TELMO LORENZO

Madrid, 27 de febrero de 1960

MÁS DETALLES SOBRE LAS DETENCIONES

SANTANDER, 23, febrero, Ibérica: -A partir del día 6 de este mes se han llevado a cabo numerosas detenciones de supuestos elementos comunistas en la provincia de Santander; principalmente en la capital y en Torrelavega. Entre otras la del Comité directivo de la organización comunista en el norte de España, integrado -según referencia de la Dirección de Seguridad- por un enlace sindical de la SNIACE, apellidado Pérez, y por los vocales Joaquín Fernández Palazuelos y el pintor Joaquín Vázquez Pesquera.

La detención de Palazuelos y Vázquez tuvo lugar en la tarde del día 6 cuando se encontraban en la cafetería «Mónaco», donde solían reunirse con varios amigos todos los sábados. Pérez y Palazuelos fueron conducidos a Madrid, casi inmediatamente, por dos policías venidos de allí que les martirizaron brutalmente en el curso de varios interrogatorios, según las noticias que Palazuelos pudo entregar en la estación a su novia. Bajaron también a despedirle los componentes del Teatro de Cámara del Ateneo, al que pertenece la novia de Palazuelos. De cuantos acudieron a la estación se ha podido comprobar que tomó nota la policía.

El abogado de Vázquez, José Manuel Martínez de la Pedraja, pudo visitarle en la cárcel el día 10, salió de la entrevista bajo una terrible impresión; «Vázquez dijo -es hoy un desequilibrado mental». A las pocas palabras que cambió con el abogado comenzó a desvariar y en dos ocasiones cayó al suelo con un ataque de nervios. Durante su permanencia en la Comisaría fue apaleado bárbaramente, lo mismo que todos los demás detenidos; la espalda de Vázquez estaba en carne viva y algunos de los hematomas le supuraban.

Ante estos procedimientos todos los detenidos han declarado cuanto la policía ha querido y mucho más de lo que la propia policía pensaba que pudieran llegar a declarar. Así, Vázquez dio los nombres de todos los elementos comunistas que conocía y como ni así cesaran de apalearlo, terminó por delatar a todas aquellas personas, de cualquier ideología, cuyos nombres le vinieron a la memoria. Cómo serían estos nombres que, al terminar su declaración, el propio policía que lo interrogaba comentó: «Bueno, me figuro que muchas de estas personas no serán comunistas, sino simplemente elementos sospechosos». Pero a pesar de esto la policía ha utilizado, en parte, esta declaración para continuar las de tenciones.

Según manifestaciones del Gobernador Civil, todos los detenidos figuraban en una relación de elementos comunistas, entregada a la policía española por un funcionario de la embajada soviética en París. De otro lado, las fuentes comunistas niegan la veracidad de estas afirmaciones y, sostienen que la confidencia se debe a dos policías a quienes se había expulsado del Cuerpo y que habían logrado infiltrarse en el partido comunista e incluso asistir a los Congresos celebrados por el Partido en el extranjero en los que estuvieron presentes Pérez y Palazuelos.

En esa lista figuraba, entre cerca de doscientos nombres, el subjefe de la Brigada Político-Social de la Dirección General de Seguridad, quien, según afirmación terminante del Gobernador de Santander, ha sido fusilado ya, previo Consejo Sumarísimo.

El asunto de las bases alemanas en España queda aclarado. Las primeras revelaciones han sido hechas por la prensa de este país y con clarividencia y alarma justificada se han señalado los peligros del intento y sus posibles consecuencias.

Las reacciones de la prensa inglesa fueron vivas, compartía la prensa británica la opinión sustentada por la norteamericana, la prensa francesa y belga mostraban su inquietud. Esta inquietud general no parecía fundarse solamente en el hecho de que España no fuera miembro de la NATO y que Alemania no hubiera consultado a esta organización internacional. Fuera de estas consideraciones surgía el temor de los deseos expansionistas de la Alemania del Oeste.

Pero he aquí que, de la noche a la mañana, los gobiernos reaccionan contrariamente a la línea sostenida por la prensa; en los medios oficiales de Londres se señala la maniobra, alemana como «error psicológico», los medios oficiales franceses declaran que el problema es delicado al darse la circunstancia de que los Estados Unidos han firmado acuerdos con Franco que le han permitido instalar en España cinco bases estratégicas, los Estados Unidos guardan silencio y piden explicaciones al Canciller alemán y al embajador de Franco en Washington.

Casi al mismo tiempo el ministro alemán de Defensa, Franz Joseph Strauss, reconocía implícitamente la existencia de las conversaciones con España al afirmar claramente que «en relación con el establecimiento de aeródromos y bases de suministro y de equipo, no solamente se habían entablado con Bélgica, Dinamarca, Holanda e Italia, sino con "otros países"». El Sr. Strauss, en una sesión tormentosa de más de dos horas y media de duración celebrada, con el Comité de Defensa del Parlamento alemán, declaró: «La lógica de nuestras ideas y la afirmación de nuestras necesidades estratégicas, no pueden ser discutidas».

Ahora resulta que el proyecto de las bases era un secreto a voces. Los Estados Unidos estaban al corriente, Inglaterra estaba al corriente, Francia estaba al corriente; no había, pues, motivos para rasgarse las vestiduras. Pero la cosa no paró ahí. La evolución de los criterios oficiales aceleró su ritmo, cual corresponde a los tiempos, y aparecieron los tres países citados sosteniendo que Alemania puede establecer las pretendidas bases en España.

El asunto es de envergadura. Libre Alemania para instalar bases en España, sean cuales fueren las restricciones que se le puedan imponer, llevará esas instalaciones hasta donde quiera. El Tratado de París le prohíbe la fabricación de armas nucleares; instaladas las bases alemanas en España fuera del control de la OTAN ¿quién tendría el poder de limitar la acción alemana en la Península? Alemania busca la inteligencia militar con España, inteligencia con la que España franquista, sueña desde 1936. Si una inteligencia militar llega a realizarse entre estos dos países, presente hoy el aspecto que presente, es el neo-fascismo en Europa. Nuestra predicción se funda en estas razones: 1ª -el nazismo, está infiltrándose en capas dirigentes de varios países europeos; 2ª -España alberga representantes de todas las emigraciones fascistas de Europa, a quienes ayuda materialmente; allí están, entre otros, Degrelle, el príncipe Otto de Habsburgo; allí estuvo hasta su muerte el criminal Pavelitch y allí quedan seguidores suyos; allí entra y sale, con sus proyectos de instalaciones de industrias de armamentos, el condenado por el Tribunal de Nüremberg, Alfredo Krupp; 3ª -el espíritu nazi de Alemania renace con pujanza.

Unidas Alemania y España en una ofensiva nazi, Francia no resistirá -no olvidemos el intento en Argelia- y los otros países de Europa -quizá con excepción de Inglaterra- podrían caer uno tras otro. Los Estados Unidos, además del nativo espíritu democrático del pueblo americano, posee una poderosa fuerza en su sistema económico y social para sostener su democracia, Europa no. Si los representantes de los países democráticos en la NATO no abren los ojos y detienen ese brote neo-fascista, se corre el peligro de la nazificación de Europa y el nazismo en Europa es la guerra.

ÍNDICE
DE
MATERIAS Y AUTORES
VOLUMEN 7, ENERO-DICIEMBRE 1959

Editoriales

• El águila levantó el vuelo [N.º 1]
• Período de liquidación [N.º 2]
• En torno a un proyecto [N.º 3]
• Gran Guiñol [N.º 4]
• Primero de Mayo [N.º 5]
• Crítica peligrosa [N.º 6]
• Comentarios a la huelga [N.º 7-8]
• Una entrevista inolvidable [N.º 9]
• Razones de una obstinación [N.º 10]
• Paz en los dulces ríos [N.º 11]
• Nuestro comentario al viaje [N.º 12]

Temas político-sociales

• España, 1958-1959 (Vicente Girbau)
  • II.-El principio de la desintegración [N.º 1]
  • III.-El momento actual [N.º 2]
• Crisis comercial financiera (Juventud Universitaria) [N.º 1]
• El escándalo de las divisas (Tomás de Urgell) [N.º 1]
• Lealtad a España (Niceto Alcalá-Zamora y Castillo) [N.º 2]
• La economía española (Fabián Estapé) [N.º 2]
• Los abogados de Barcelona se dirigen al Arzobispo [N.º 3]
• Los españoles en el 14 de Abril (D. Martínez Barrio) [N.º 4]
• Claridades sobre la España de 1959 (R. de Manzanares) [N.º 4]
• El sofisma de la igualdad (M. Marcos Estrada) [N.º 4]
• De la reconciliación a la convivencia (X. Flores) [N.º 5]
• Madariaga en los Estados Unidos (S. de Madariaga) [N.º 5]
• Quien al cielo escupe (Salvador de Madariaga) [N.º 6]
• Tres aspectos del drama español: el analfabetismo, la carencia de viviendas y la emigración (J. de Bretaña) [N.º 6]
• Voto particular presentado al Consejo del Banco de España (Alejandro Fernández Araoz) [N.º 6]
• Unas declaraciones de Dionisio Ridruejo [N.º 7-8]
• El fracaso de un sistema (Coriolano) [N.º 7-8]
• La juventud española real (Rodrigo Valle) [N.º 7-8]
• Mando personal (Salvador de Madariaga) [N.º 9]
• Ante un tribunal militar (Ernest Davies) [N.º 9]
• ¿Quién pagará la estabilización? (Steparius) [N.º 9]
• España al volver, impresiones de un refugiado (Antonio Sánchez Barbudo) I-II y III [N.º 10-11-12]
• Pavoroso porvenir (Salvador de Madariaga) [N.º 11]
• Premio Nobel al Dr. Ochoa de Albornoz [N.º 11]
• Las ideas del Prof. von Oben (S. de Madariaga) [N.º 12]

Temas religiosos

• El catolicismo en España (Sabino Iturri) [N.º 1]
• Los católicos contra Franco (Jorge de Tamarit) [N.º 3]
• Las dos cartas de la Iglesia (Sabino Iturri) [N.º 5]
• El Cardenal Tisserant en Montserrat (S. Iturri) [N.º 6]

Crónicas de nuestro corresponsal en Madrid
(Sin permiso de la censura)

• Algo huele a podrido [N.º 1]
• Negocio en quiebra [N.º 2]
• Tres años después [N.º 3]
• Espíritu de «Cruzada» [N.º 4]
• Razones de gobernar [N.º 5]
• Prisiones, libertades y pobreza [N.º 6]
• El Régimen prueba una vez más su carácter fascista [N.º 7-8]
• El plan de estabilización [N.º 9]
• Contra la corriente [N.º 9]
• España, anacronismo del siglo XX [N.º 10]
• una brecha en el baluarte [N.º 11]
• Anverso y reverso [N.º 12]

Temas internacionales

• El episcopado portugués y Salazar [N.º 4]
• Contacto con los Estados Unidos (J. M. Kindelán) [N.º 5]
• Informe de la O.E.C.E. (R. Bertrand y D. Castoriadas) [N.º 5]
• La política internacional franquista (V. Girbau) I-II y III [N.º 9-10-11]
• Carta abierta de los españoles al Pres. Eisenhower [N.º 12]
• Los poderes de Eisenhower y los de Franco (Steparius) [N.º 12]

Temas literarios

• Carta de España sobre arte y literatura: (Juan de Toledo) [N.º 3]
• Los cesantes de la libertad discuten Blas de Otero pidió la paz y la palabra [N.º 7-8]
• Miscelánea de la vida cultural [N.º 12]

En recuerdo

• Luis Araquistain [N.º 9]

NÚMEROS ATRASADOS:

• Serie completa, Vol. 7: (1959) ................ $3.00
• Número suelto......................................... $ .25

Bases alemanas en España

El comentarista de asuntos extranjeros del New York Times, C. L. Sulzburger, en una crónica enviada desde París y publicada en dicho periódico el 22 de febrero, decía, entre otras cosas: «España y la Alemania del Oeste están concertando secretamente negociaciones militares y este hecho ha inquietado a los aliados. Hace algún tiempo Bonn planteó el asunto a tres de los miembros de la OTAN; los Estados Unidos, Inglaterra y Francia».

«Aparte de ciertas irritaciones, las declaraciones al respecto no son completamente claras. Una razón es la laguna que dejan los proyectos de Bonn. Los germanos buscan en España facilidades para el entrenamiento en la práctica de bombardeo y al mismo tiempo instalar depósitos logísticos. El argumento de los germanos es que la República Federal tiene un territorio restringido de fronteras con el bloque comunista. Este espacio ha sido ofrecido, en principio, por Francia y África Francesa del Norte, pero Bonn prefiere España».

«Sin embargo, los aliados de la Alemania del Oeste que han tenido estas confidencias se sienten muy descontentos y los que no las han tenido se sienten más descontentos aún, especialmente Noruega y Dinamarca».

Segunda crónica de Sulzburger

Bajo el título «Siete lecciones de la locura española» publicó el New York Times, el 29 de febrero, una segunda crónica de su corresponsal en París, a ella pertenecen los siguientes párrafos: «Siete lecciones se sacan del infortunado esfuerzo de Mr. Strauss para edificar castillos en España. La tesis más importante de esas lecciones debe ser aprendida por la alianza entera, no por Bonn solamente. Es un hecho simple de que si la OTAN ha de continuar con su poder y prestigio tienen que confiar sus miembros unos en otros».

«Si hubiese consultado el gobierno del Canciller Adenauer primeramente a la OTAN, se hubiera dado cuenta de las dimensiones de la desconfianza respecto a cualquier trato militar con Franco. Se hubiesen señalado muchas formas de desafortunadas implicaciones políticas y propagandas peligrosas. Es evidente que un pacto secreto entre España y Alemania no sería tal secreto tan pronto como entraran en España las primeras unidades germánicas. Si eso hubiese sido conocido durante las negociaciones con Rusia la unidad de los Aliados se hubiese debilitado».

«La sexta lección envuelve a España y debe ser estudiada, particularmente por los Estados Unidos, por nuestra virtual alianza con Madrid. Es claro que se le sigue considerando a Franco como un destacado vestigio del fascismo».

Reacciones de la prensa inglesa

La revista New Statesman del 27 de febrero, publica en su primera página un comentario del que publicamos a continuación su primer párrafo: «Justamente hace 20 años el Ejército y la Aviación de Hitler realizaban en la guerra civil de España un verdadero entrenamiento de sus armas técnicas en aquellas tierras. Ahora vuelven equipados con armas infinitamente más mortíferas».

«La opinión pública del Oeste -en particular la opinión británica- considera este último paso en el rearme de Alemania del Oeste, como un gesto deliberado de desconfianza contra los principios democráticos en los que se supone que está basada la alianza de la OTAN y como un insulto a la memoria de los muertos, ambos, en España y en el mundo, por restablecer los principios del derecho internacional».

El periódico Daily Telegraph del 24 de febrero, publica también en su primera plana una gran información de su corresponsal diplomático Michael Hilton. De esta información extraemos lo siguiente:

Señala que en las capitales de Occidente han causado honda sorpresa las noticias de las negociaciones llevadas a cabo entre un ministro de la Alemania Federal y el gobierno franquista. Entre los objetivos perseguidos por Alemania, señala el Sr. Hilton que, uno de ellos era obtener depósitos de abastecimiento y el entrenamiento de las fuerzas alemanas en las prácticas de bombardeo, y además, material para hospitales y depósitos de otros abastecimientos para las líneas de comunicaciones. La idea ha sido desarrollada, según parece, por el ministro Sr. Strauss, pero surgió después de la visita a Bonn del Sr. Castiella, ministro de Relaciones Exteriores de Franco, en noviembre último.

Alemania puso el hecho en conocimiento del general Norstad, comandante supremo en Europa, quien se pronunció en contra del proyecto.

Un aventurero detrás de la cortina

Con el título que encabeza estas líneas el periódico canadiense The Montreal Star, publicó en su edición del 3 de marzo, una información sobre las bases alemanas en España. Lamentando no poder insertar íntegramente el artículo, dada su extensión, reproducimos los párrafos siguientes:

«Otto Skorzeny, el gigante de la banda que fue guardaespaldas de Mussolini durante la guerra, ha llegado a ser una de las principales figuras a quien el gobierno de Bonn ha encargado las negociaciones de las bases en España.

«Según fuentes británicas, Skorzeny ha sido identificado como líder de un grupo alemán en Madrid con influencia y contactos con el general Franco.

«Mientras que los diplomáticos del canciller Adenauer dirigían las conversaciones oficiales, Skorzeny, detrás de la escena, actuaba para revivir la colaboración germano-española.

«Skorzeny ha salido cuidadosamente de su oficio de tosco aventurero, y en Madrid ha tomado el papel de figura prominente dando recepciones a la colonia alemana. Los diplomáticos alemanes están ofendidos y se han quejado al ministro de Relaciones Extranjeras del estado legal de Skorzeny que le permite esa celebridad y los privilegios de que goza cerca del gobierno español. Pero el ministerio ha defendido el asunto como un caso de diplomacia personal, y ese caso recae en "el hombre más peligroso de cuantos están vivos". Ahora aparecen esas razones claras.

«Las revelaciones del papel de este hombre en el asunto de las negociaciones de las bases en España ha servido para descubrir otra fabulosa etapa del drama de Skorzeny. Se ha revelado que el gran aventurero de la Segunda Guerra Mundial, el hombre que intentaba el rapto del general Eisenhower, justamente después que los aliados triunfaron, ha hecho una gran fortuna en España desde 1951 en una serie de negocios hispano-germanos.

«En 1951 abrió en Madrid una oficina de ingeniero en dos espaciosas habitaciones que daban a la Gran Vía, la principal avenida de la Capital. Un año después las ventas de equipos ferroviarios alemanes para España sumaban unos 5.000.000 de dólares. Esta fue la primera de una serie de grandes contratos comerciales a los que siguieron otros de los bonitos negocios del Ruhr y que le ha permitido hacer una fortuna personal de más de 15.000.000 de dólares.»

Reacciones de la prensa francesa

PARÍS, 22 febrero, Ibérica: -Le Monde de hoy inserta el siguiente telegrama: «Las afirmaciones de un periódico de New York según las cuales la Alemania del Oeste estaba negociando secretamente con España la cesión de bases aéreas y de depósitos de abastecimiento, son consideradas en los medios generalmente bien informados no como inexactas, sino como exageradas. Se dice en estos medios que ciertos contactos fueron realizados hace tiempo entre Bonn y Madrid en lo referente al plano militar con objeto de reforzar la colaboración entre los dos países.

«Parece que estos contactos se celebraron fuera de la OTAN y que se remontan a varios meses. Las conversaciones no ofrecieron resultado por la discreta intervención de Washington recordando a los servicios alemanes interesados que el esfuerzo militar de la República Federal no debía salir del marco de la OTAN». El periódico Combat, del 24 de febrero, bajo el título: «Oficial: Alemania negocia la cesión de bases militares en Europa», dice lo siguiente: «El ministro de Defensa alemán ha declarado en la tarde de ayer que después de haber negociado con Francia, Bélgica, Holanda y Dinamarca la construcción de depósitos de abastecimiento militar en sus territorios, Alemania mantenía conversaciones "con otros países". El ministro no especifica si España se encuentra entre esos países y un portavoz se ha negado a dar más amplias explicaciones».

«El ministro de Defensa ha desmentido las informaciones de prensa que aluden a negociaciones con España para la constitución de bases militares en la península, pero en los medios diplomáticos se hace observar que este mentís no se aplica a las negociaciones que se refieren a los depósitos de abastecimiento. El ministro añade, que si la Alemania Occidental decidiera negociar con otros países, lo haría después de consultar a la OTAN. Y afirma que los arreglos logísticos son difíciles para Alemania en razón de la estrechez de su territorio y del hecho que las cuestiones de abastecimiento no están integradas en la OTAN».

L'Express

PARÍS, 4 marzo, Ibérica: -El semanario L'Express de hoy comenta la. repercusión internacional del asunto de la instalación de bases alemanas en España en un artículo de su colaborador K. S. Karol, al que pertenecen los siguientes párrafos:

«Hecho curioso: ni en la prensa londinense, ni en el transcurso del debate de los Comunes, ha sido mencionada la posición de Francia. Durante las primeras veinticuatro horas se esperó la reacción del general De Gaulle, pero París no ha abierto la boca. Solo unas declaraciones desde el punto estrictamente técnico, en relación con las facilidades que el ejército alemán se había visto ofrecer en territorio francés, es lo que se ha publicado.

«Los diplomáticos del Foreign Office han visto la confirmación de que los proyectos de bases alemanas en España han sido discutidos entre Adenauer y De Gaulle en el curso de su reciente entrevista y que el presidente de la República francesa -que no ha ocultado que es partidario de la admisión de España en la OTAN- ha dado su aprobación al canciller alemán. Incluso se pretende en Londres que los dos hombres de estado han estudiado la posibilidad de establecer un eje Bonn- París-Madrid que sería la vanguardia de la defensa de la Europa occidental y cristiana contra el comunismo. Como es sabido, la fórmula ha sido empleada por el Sr. Adenauer mismo durante su visita al Vaticano.»

Espionaje franquista

MADRID, 15 febrero, Ibérica: -Desde hace tiempo se viene hablando de la importancia de los servicios de espionaje franquistas en países extranjeros, servicios dirigidos contra los propios españoles refugiados o no. Es conocida la actuación del comisario Polo en Francia, al parecer con jurisdicción para varios países más de Europa, y la actividad de los agentes policíacos franquistas que operan en Londres.

La detención del joven escritor Goytisolo permite colegir la acción de otro servicio de éstos en Bélgica donde, al parecer, goza de la colaboración de elementos de la policía de aquel país. Se hace necesario advertir que se habla de agentes especializados, conocedores de idiomas extranjeros y especialmente preparados que empiezan a trabajar en países de América recogiendo informaciones que han de transmitir a sus autoridades.

Bandera republicana en Bruselas

PARÍS, 19 febrero, Ibérica: -El periódico Combat de hoy publica la siguiente información enviada desde Bruselas por su corresponsal Jean Benoit:

La destitución de Galinsoga

MADRID, 15 febrero, Ibérica: -La historia completa de la destitución de Galinsoga es esta: En uno de los últimos Consejos de ministros, en vista de que la campaña contra Galinsoga se agravaba y de que Acedo había venido de Barcelona para decir que podría haber «perturbaciones de orden público», alguien propuso su sustitución por Manuel Aznar (ese «alguien» se dice que fue Arias Salgado). El Caudillo se negó en rotundo y dijo «que no le hablaran más de eso.»

Pasaron dos semanas. Hubo unas dos mil bajas más, aproximadamente, de suscriptores de La Vanguardia; muchos chicos de colegios religiosos fueron a casa diciendo que «el padre les había dicho que sus familias no deberían leer ese periódico»; en la Universidad hubo nuevas algaradas; en el Liceo, un día que estaban representando Lohengrin, echaron octavillas desde las localidades altas y se organizó un alboroto mayúsculo.

Galinsoga había ido también a Madrid, pero no le fue posible ver al Caudillo. El caso es que Carrero Blanco había ido acumulando informaciones sobre Galinsoga y que Alonso Vega recibía noticias inquietantes. Para el domingo, día 7 de febrero, se había preparado una manifestación de automóviles que, a la salida del partido de futbol, debía dirigirse sobre las calles céntricas de Barcelona haciendo sonar las bocinas al ritmo de «Fuera Galinsoga.»

El Caudillo tomó esta vez la iniciativa y a su propuesta Galinsoga quedó destituido. La noticia no se filtró ni en Madrid ni en Barcelona. La noche del sábado al domingo 7, cuando estaba ya La Vanguardia del domingo en máquinas, llegó a Barcelona el abogado Calviño, hombre de confianza de Carrero Blanco, llevando la noticia «con carácter ejecutivo.» Galinsoga, que estaba aún en su despacho, se negaba a aceptar la veracidad de los hechos. Alguien le hizo comprender y se dio orden de dejar en blanco, en primera plana, la línea que desde 1940 decía «Director, Luis de Galinsoga.»

Trabajadores a Alemania

MADRID, 18 febrero, Ibérica: -Ha sido firmado un acuerdo para el envío a Alemania del Oeste de trabajadores españoles sin trabajo. Este acuerdo firmado entre España y Alemania trata de mitigar el paro producido por la crisis económica en España, pero por otro lado se estipula que han de venir a España obreros alemanes jóvenes y técnicos en su mayoría.

El tratado contiene seguridades respecto a la repatriación de los trabajadores y aseguran una estancia de cinco años, pasados los cuales pueden los trabajadores españoles, si así lo desean, quedar permanentemente en Alemania.

Anticomunistas deportados

PARÍS, 7 marzo, Ibérica: -Más de ochocientos refugiados políticos de países distintos han sido trasladados a la isla de Córcega con motivo de la próxima visita de Khrushchev, entre ellos unos veinte españoles pertenecientes a los medios anarco-sindicalistas y dos sacerdotes.

Aunque se dio la noticia aquí de haber sido llevado a la Prefectura de Policía el escritor Julián Gorkín, director de Cuadernos, revista mensual del Congreso por la Libertad de la Cultura que se edita en París, para hacerle salir con los otros refugiados, noticias procedentes de Ajaccio señalan la llegada a esa isla de diversas personalidades al aeródromo el día 5; entre ellas «El Campesino», sobrenombre que se dio durante la guerra civil española al general del ejército republicano Valentín González.

La orden de salida de París para Córcega de Julián Gorkín fue anulada como consecuencia de las protestas que esa determinación había suscitado.

Pesimismo de un economista

BARCELONA, 22 febrero, Ibérica: -El catedrático de Economía D. Fabián Estapé ha publicado un artículo muy pesimista en La Vanguardia. De este artículo son las siguientes conclusiones: «La experiencia demuestra que la dificultad principal de la estabilización no reside en la primera fase». «La experiencia internacional señala que el obstáculo de mayor importancia para la obtención de los resultados que pueden desprenderse de la estabilización consiste en la tendencia a actuar sobre el mecanismo económico buscando su recuperación por medios artificiales».

El Sr. Estapé es, además de catedrático de Economía, consejero de grandes empresas y tesorero del «Barcelona Futbol Club». Su opinión parece autorizada.

Otras aclaraciones respecto a «Índice»

Respuesta al Dr. Méndez

En contestación a la carta impresa y difundida ampliamente que el Dr. Rafael Méndez dirigió al Comité de la Agrupación Socialista Española de México, y a la que hicimos referencia en nuestro número anterior, ha respondido dicha Agrupación con otra carta, impresa también, en la que se da cumplida respuesta al Dr. Méndez y se aclara la verdadera finalidad de la revista Índice.

Lamentando no poder insertar, dada su extensión, íntegramente la carta reproducimos los párrafos siguientes:

«Impresa y profusamente difundida circula una carta suscrita por Rafael Méndez y dirigida al Comité de la Agrupación Socialista Española de México, en la que vierte cuantos desahogos le ha producido una resolución de la referida Agrupación a cuenta de sus relaciones y concomitancias con la revista Índice».

«Si la carta comentada sólo hubiera perseguido la justificación de una actitud y la defensa de una actuación, pudiera haberse tolerado a su autor -con un piadoso silencio- el que hiciera tan brillante exposición de sus méritos y capacidades y no conceder más importancia a tan legítimo afán de exhibicionismo». «Pero hay algo, además, en su contenido que silenciarlo, ante la opinión que se interesa por nuestros problemas y los hombres que dirigen nuestros organismos políticos no es posible, pues habiendo traspasado los límites que aconsejan un buen sentido y una elemental prudencia, nos obliga a darle la contestación adecuada, procurando dejar con la misma a cada uno en el lugar, no que desee ocupar, sino el que le corresponda en armonía con el juicio que merezca a los demás».

«Índice, quiéralo o no el Sr. Méndez, es una revista de publicación tolerada por el régimen franquista y sirve los designios de la dictadura que llevó a España al actual estado de postración y ruina en que se halla, coadyuvando a crear un falso clima de convivencia que ni por ellos se siente y menos se desea, aparentando con esa actitud que se realiza una labor de aproximación entre todos los españoles, los triunfantes y los vencidos de la guerra civil, que puede desembocar en una conllevancia posible. Esta posición, tan falsa como deshonesta, es una forma de servir al régimen que la tolera con la insincera apariencia de su disconformidad con lo actual y su disfrazado interés por una fraternidad futura, que por los hechos y actuaciones de quienes, proclaman semejantes deseos, en dicha revista, coinciden con las tristes realidades que se viven dentro de España y a las cuales prestan estas publicaciones devota sumisión».

«Nadie en la emigración a los 20 años de liquidada nuestra contienda armada, deja de ser amante de una reconciliación sincera entre los españoles de dentro y de fuera de España y tanto o más que cualquiera lo es el partido Socialista y sus miembros más o menos representativos... sin más limitación en su extensión y alcances que los que nos imponen la decencia y lealtad inherentes a la causa que originó la guerra, la defensa de la República y de España. Limitaciones que comprenden a los que en convivencia con quien ejerce la dictadura o los que anteponiendo a su condición de españoles, su servilismo a potencias extrañas los incompatibiliza con nuestra dignidad y los sagrados intereses de nuestro pueblo».

«Y en esta incompatibilidad se encuentra Índice y todas aquellas publicaciones que, consentidas por el dictador y en complicidad con sus adláteres, forman parte de un conglomerado, aparentemente oposicionista, pero que no es ni más ni menos que la resultante de una maniobra más para desviar de los caminos correctos a quienes honradamente trabajan por una nueva España exenta de odios y unida por un amor que nos dignifique y enaltezca a todos».

«La Agrupación Socialista no ha abierto proceso alguno contra la revista Índice, como equivocadamente afirma el señor Méndez, porque ni dentro de su jurisdicción se encuentra, ni su actuación se halla dependiente de nuestra disciplina política; lo que sí se ha iniciado, y no precisamente a sugerencia del Comité Directivo sino en virtud de un acuerdo de su Asamblea General y a iniciativa de uno de sus afiliados, es una información sobre los compañeros que, relaciona dos con esta revista, han contribuido y contribuyen a su financiamiento, a los efectos de que, conocidos y comprobados estos hechos, por la vía procedente, se pueda concretar una responsabilidad dimanada de su actuación y acordar en consecuencia».

Esta carta viene firmada por los siguientes miembros de la Agrupación Socialista Española de México Eduardo Castillo, Gonzalo Muñoz, Jacinto García, José Álvarez, Tomás Abad, Juan A. Gil y Antonio Rosciano.

«What's all the fuss about, Herr Doktor? I'm a Christian Democrat, too.»
«Por qué tanto jaleo, Herr Doktor? Yo soy demócrata-cristiano también.»