1
Aparecidas entre noviembre de 1888 y el mes de marzo de 1889, dichas crónicas fueron parcialmente recogidas por Alberto Ghiraldo en el vol. IX de las Obras Inéditas galdosianas, y posteriormente reproducidas en el vol. III de las Obras Completas (citamos en adelante por la edición de Madrid, Aguilar, 1973). Su texto debe sin embargo completarse con el que proporciona W. H. Shoemaker en Las cartas desconocidas de Galdós en «La Prensa» de Buenos Aires, Madrid, Cultura Hispánica, 1973. Mi gratitud al profesor Adolfo Sotelo, editor de una completa recopilación de los escritos de viaje galdosianos, de próxima aparición, por su amable puesta a disposición del conjunto de estos materiales.
2
La Prensa, 30 de noviembre de 1888, en O. C., III, citado, p. 1391.
3
Revista de Madrid, 18 de noviembre de 1867, en Revista del Movimiento Intelectual de Europa; cf. HOAR, L. J., Benito Pérez Galdós y la «Revista del Movimiento Intelectual de Europa» (Madrid, 1865-1867), Madrid, Ínsula, 1968, p. 256.
4
La Prensa, 6 de noviembre de 1887. Apud SHOEMAKER, citado, pp. 274-275. La primera de las dos crónicas berlinesas había visto la luz en aquellas mismas páginas el día 23 de octubre de 1887.
5
La Prensa, 3 de febrero de 1889. Cf. SHOEMAKER, citado, pp. 328-329.
6
La Prensa, 10 de enero de 1889. Obras Completas, III, citado, p. 1416.
7
«Lo que principalmente contribuye a dar la
impresión de que la ciudad vive es el perfecto estado de
conservación de los pavimentos. Consiste esto en que
allí se ve marcado el paso de los habitantes, la huella de
los carros, signos de vida que el tiempo no ha podido destruir...
tratándose de una ciudad, el piso, el suelo, es lo que
más vivamente recuerda al vecindario que allí
habitó»
La Prensa, 5 de enero de 1889;
O. C., III, citado,
p. 1419.
8
La Prensa, 18 de enero de 1889. O. C., III, citado, p. 1402.
9
«Lo que más asombra en Italia es que el
arte existe allí como en su terreno natural. Se le ve y se
le respira por todas partes, desde Génova hasta
Nápoles, y aunque no existieran en Florencia y Roma los
maravillosos museos Degli Uffici, Pitti, el Capitolio y el Vaticano,
no sería menos interesante la visita a Italia. En todas
partes hay museos; pero éstos tienen siempre un
carácter de coleccionismo que no satisface el alma del
artista. Esta goza más viendo en las calles de Florencia, en
sus iglesias y palacios, de qué manera tan viva
sentían la belleza los antiguos habitantes de las Floridas
del Arno»
(La Prensa, 30 de noviembre de 1888.
O. C., III, citado,
p. 1391.
10
Cf. BLY, Peter A., Vision and Visual Arts in Galdós. A Study of the Novels and the Newspaper Articles, Liverpool, Francis Cairns, 1986.