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31

El Bernardo, libro III, p. 175 de la edición Rivadeneyra. (N. del E.)

 

32

Tales son los nombres que da Gil González Dávila en la página 292 del tomo I de su Theatro eclesiástico de las Indias, Madrid, 1649, fol. En el prólogo que la Academia Española puso a la reimpresión del Siglo de Oro se dice que los padres de Balbuena fueron don Gregorio Villanueva y doña Luisa de Balbuena, sin darnos la fuente de que proceda tal noticia, que se nos ocurre bien pudo ser la partida de bautismo de uno llamado también como nuestro poeta, homonimia que no tiene nada de sorprendente cuando por nuestra parte podemos agregar que en los Libros de Pasajeros a Indias que se conservan en Sevilla hallamos que un Bernardo de Balbuena se embarcó allí con dirección a Nueva España -y esta es una doble coincidencia-, en unión de su mujer llamada Luisa Martínez, en febrero de 1564. Más aún: cuando se sabe que el hermano de Balbuena se ponía como segundo apellido el de Estrada, pudiera creerse que tal era en realidad el de la madre de nuestro poeta. Pero este es argumento más especioso que fundado, cuando es notorio que antaño muchas veces los hijos de un matrimonio adoptaban apellidos que procedían de los abuelos u otros ascendientes. Sería inoficioso citar ejemplos de semejante práctica. ¿A qué carta quedarnos, después de todo esto? Pues al dato de González Dávila, nos parece; y en tal caso, ¿no sería de preguntarse si la fecha asignada por la Academia al nacimiento del poeta, reza realmente con él? (N. del E.)

 

33

Ese escudo de armas, grabado en madera, figura en las dos ediciones de la Grandeza Mexicana, salidas de los talleres de Melchor Ocharte y López Dávalos en la capital de Nueva España en 1604, y ha sido reproducido al pie del retrato de Balbuena, en cobre, de la reimpresión del Siglo de Oro hecha por la Real Academia.

Es cuartelado de un castillo almenado, con seis tortillos apareados de a dos, a la izquierda; dos flores de lis, tres fajas en campo de plata y un león rampante. (N. del E.)

 

34

Prólogo de la citada reimpresión del Siglo de Oro, página II.

Por las circunstancias que apuntamos en la nota precedente, distamos de aceptar sin reserva la fecha que se asigna al nacimiento de Balbuena. A esto se agrega, que si en 1585, como vamos a verlo, ya obtenía un premio en concurso de innúmeros aspirantes, esto es, cuando según ese dato, sólo contaba 17 años de edad, supondría una precocidad tal, que se hace difícil de aceptar. Y, más que eso -porque al fin ejemplos hay de hechos parecidos-, por lo que vamos a decir respecto al tiempo en que el padre de Balbuena se hallaba ya en Nueva España, con mucho anterior a la fecha que se asigna al nacimiento del poeta. (N. del E.)

 

35

El nombre del hermano de nuestro poeta se registra entre los preliminares de las ediciones de la Grandeza Mexicana de 1604 como autor de las siguientes quintillas, por cierto bastante graciosas:



    Llegó aquí un hidalgo un día,
persona grave y anciana,
que por gran cosa traía
un librillo, que decía:
La Grandeza Mexicana.

   Vino a mí de mano en mano,
y en oyendo el cortesano
estilo, dije: parad
y decidme: esta deidad
¿Es de Homero o de mi hermano?

   No sé, mas de polo a polo,
dijo, es bien que esta voz suene,
que es de mi patria el Apolo,
y ella mayor por él solo
que por cuanto sin él tiene.

   Fue dicho, sabio y profundo,
y yo en lo mismo me fundo
para sólo me preciar
de quien ha podido honrar
la mejor ciudad del mundo.



(N. del E.)

 

36

Tal es lo que consta de una información rendida allí por don Francisco en 17 de abril de 1592. El cronista Antonio de Herrera anticipa en un año la fundación de aquel Tribunal, y al paso que apunta los nombres de los cuatro oidores y el del alguacil mayor, nada dice del secretario. Hechos de los Castellanos, década VIII, página 83, ed. de Madrid, 1730.

La información rendida por don Francisco de Balbuena, allí en Guadalajara, en 17 de abril de 1592, se conserva en el Archivo de Indias. (N. del E.)

 

37

Véanse los nombres de esos prelados en la Carta pastoral con que el Arzobispo Lorenzana encabezó la reimpresión de las actas de los Concilios Mexicanos, México, 1769, fol. El tercero de ellos, que fue el de que se trata, terminó sus sesiones el 14 de septiembre de 1585. Sosa, El Episcopado Mexicano, p. 86. (N. del E.)

 

38

Debemos referir la fecha de ese segundo certamen al mismo año de 1585, pues en 18 de octubre hizo su entrada en México don Álvaro Manrique de Zúñiga, marqués de Villamanrique; y el tercero, a los principios de 1590, ya que don Luis de Velasco tomó posesión del gobierno del virreinato el 25 de enero de ese año. (N. del E.)

 

39

Beristaín de Sousa es quien trae la noticia de estos hechos, alegando como fuente para ellos lo que el propio Balbuena «dice claramente al folio 31 de su Grandeza Mexicana», Biblioteca hispano-americana septentrional, t. I, p. 122, donde se pone entre comillas la frase respectiva que en la edición príncipe de ese libro está en bastardilla. Ya veremos comprobado el hecho con las propias palabras de Balbuena al describir aquel libro suyo. (N. del E.)

 

40

Declaración de fray Antonio de Aliaga en la información que Balbuena por medio de apoderado suyo rindió en Valladolid en 9 de abril de 1604, existente también en el Archivo de Indias. (N. del E.)

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