Frey Jorje y el segundo viaje de Cristóbal Colón
Fidel Fita Colomé (S. I.)
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Ante todas cosas bueno será recordar lo que escribe Ortiz de Zúñiga en sus Anales de Sevilla sobre el año 1493:
«Á los principios del mes de Abril entró en Sevilla D. Christóbal Colón, que de su primer descubrimiento de las Indias había surgido en el río de Palos; y aquí dando admiración con las noticias del Nuevo Mundo que había hallado esperó orden de los Reyes, que se la enviaron de pasar á Barcelona donde se hallaban, y donde le recibieron con particular honor, cumpliendo lo que le habían prometido, dándole audiencia en público y silla como á gran Almirante, en que sentado les refirió su viaje, las islas y gentes descubiertas, su gente, poblaciones y riquezas y mineros; y luego dieron orden á su segundo viaje; y para que sus disposiciones y lo que tocase á aquellos descubrimientos, á que esta Ciudad era el más conveniente asiento, nombraron al Arcediano de su Iglesia (después Deán) D. Juan Rodríguez de Fonseca, hermano del señor de Coca y Alaejos, que se hallaba en su Corte; y á los que dieron creencia para esta Ciudad á 24 de Mayo, encargando á su Cabildo y á su Asistente que les permitiesen levantar gente, sacar mantenimientos y pertrechos, y poder el mismo día; con que á mediados de Julio estaban ya en Sevilla entendiendo en su apresto; y fué de aquí la mayor parte de la gente que hizo el segundo viaje con algunos principales caballeros: el Comendador Gonzalo de Gallegos, Alonso Fernández Martel, Francisco de Zúñiga, Alonso Ortíz, Per Alfán de Ribera, Melchor Maldonado, y otros que excitados ya en la guerra de Granada1 no cabían en el sosiego de sus casas. La armada se previno dentro del río Guadalquivir, de donde á principio de Setiembre —235→ salió á la bahía de Cádiz; y de ella se hizo á la vela Miércoles 25 de Setiembre, llevando consigo por mandado de los Reyes á Fray Pedro Boil monje de San Benito2, catalán3 , para entender en la conversión de los Indios; el qual juntó en Sevilla 12 eclesiásticos virtuosos, clérigos seculares que le ayudasen en aquel santo ministerio: sus nombres ha encubierto el tiempo: solo se sabe que fué uno el Licenciado Bartolomé de las Casas hijo de Francisco de las Casas principal caballero, destinado por la providencia divina á defensor acérrimo de los miserables Indios, con que gastó loablemente su vida, aunque sin poder desechar su natural condición, que declinaba á la aspereza y nimiedad (peligrosa hasta en lo bueno), como se observará en otras ocasiones.» |
El tiempo no ha encubierto con tanto exceso como pondera Ortíz de Zúñiga los nombres de los clérigos, que escogió Fray Buyl en Sevilla, ó se llevó consigo para ejercitar su santo ministerio en las Indias occidentales. Acaso uno de ellos fué D. Pedro de Arenas, natural de Villatobas en la provincia de Toledo, de quien se escribe que celebró la primera misa en América4. Las cartas de los Reyes Católicos, fechadas en Arévalo á 1.º de Junio de 1495 y dirigidas respectivamente al obispo de Badajoz y al almirante de las Indias5, intiman otro nombre, el de Frey Jorje, que debió de ser persona de calidad, en atención á la resistencia que su perentoria necesidad de volver á España hallaba en Colón y á la singularidad del expreso mandato, que atendiendo á su reclamación libraron los Reyes. No tengo por improcedente conjeturar que fuese el orador sagrado y comendador Frey Jorje, de quien he visto memoria en el libro de Autos capitulares de la catedral de Sevilla, que discurre desde el 1.º de Enero de 1485 hasta el 30 de Enero de 14926. En el auto del lunes, 23 de Enero 1493 (fol. 172 v., 173 r.), leí y copié:
—236→Ortiz de Zúñiga, sobre el año 1492, alude á este acuerdo, notando que el Cabildo de la Catedral de Sevilla después de haber recibido la carta de los Reyes fechada en Granada á 2 de Enero, acordó hacer é «hizo dos solemnísimas procesiones de acción de gracias, una luego á la Colegial de San Salvador, y otra á la iglesia del convento de Santiago de los Caballeros, que llaman Santiago el nuevo, con la imagen de nuestra Señora de los Reyes, en que exageran memoriales de aquel tiempo el adorno de las calles en colgaduras, altares y arcos triunfales». Infiero de aquí que el predicador Frey Jorge sería persona de dignidad en la iglesia de Santiago de los Caballeros, de noble é ilustre familia y Comendador (por más señas) de la Orden de Santiago.
Barcelona, 4 de Agosto de 1891.