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1

(Publicado en El Modernismo..., Universidad de Valladolid, 1990, pp. 93-104).

 

2

Es indicación debida a Ignacio Prat (p. XXXI de Poesía modernista española. Antología. Madrid, Cupsa, 1978), para quien semejante corriente la «representa bien el poema La Bella Durmiente (de El Alto de los Bohemios, 1899, libro de Villaespesa)».

 

3

Juan Ramón Jiménez, La corriente infinita, p. 69. Madrid, 1961. Como artículo necrológico se publicó a la muerte de Villaespesa (ocurrida el 9-IV-1936) en el diario madrileño El Sol.

 

4

Que, según Federico de Onís (artículo «Francisco Villaespesa y el modernisrno», en Revista Hispánica Moderna, 1937, III, n.º 4), «siguió fiel a su juventud y se quedó rezagado y solo».

 

5

«[...] eso de 'La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?' o lo del 'ala aleve del leve abanico', que no pasan de leves cosquilleos a una frívola sensualidad acústica», (artículo ¡Hay que ser justo y bueno, Rubén!, recogido en el libro La ofrenda de España a Rubén Darío, por Juan González Olmedilla, Madrid, 1916, las palabras citadas, en p. 29).

 

6

Juan Ramón Jiménez, «El modernismo poético en España y en Hispanoamérica» (Revista de América», 1946); recogido en el volumen Prosas críticas..., tomo 20 de la Edición del Centenario. (Madrid, Taurus, 1981).

 

7

He aquí los testimonios coetáneos de apoyo: 1905, Andrés González-Blanco -«[...] Juan Ramón Jiménez es el único poeta pura, primitiva, genuina y plenamente elegíaco: el sucesor de Bécquer». (reseña de «Jardines lejanos», en Nuestro tiempo, Madrid, n.º 52, p. 539)-; 1906, Emilio Carrere -«[...] Juan Ramón Jiménez es un lírico exquisito. [...] Delicado, íntimo, dulcemente dolorido, sus versos tienen un amable perfume de melancolía. Es personalísimo y el poeta joven más sincero», («Nota preliminar» a La Corte de los Poetas..., Madrid, ¿1906?; las palabras citadas, en p. 7)-.

 

8

Eternidades, que se publicó en 1918, recoge poemas compuestos en 1916-1917. Utilizo la edición de este libro en el tomo 14 de la Edición del Centenario. (Madrid, Taurus, 1981).

 

9

Luis Monguió, «La modalidad peruana del modernismo». (Revista Iberoamericana, XVII, 1952, pp. 225-242, n.º 34).

Sabemos que en noviembre de 1905 Chocano, residente entonces en España, dio en el Ateneo de Madrid una lectura de sus versos que, en un principio, causó extrañeza en los asistentes, quienes acabarían aceptándolos y aplaudiéndolos.

 

10

José María Martínez Cachero. «Todos contra el Modernismo, pp. 391-398 del volumen Modernismo hispánico. Primeras jornadas. Ponencias. (Madrid, Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1988, apartado «Eclesiásticos anti-modernistas»); trabajo recogido en el presente volumen.