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ArribaAbajoLos hombres viejos

La virulencia de este poema le ocasionó al poeta varias censuras de amigos y editores, y no fue hasta la edición facsímil de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia (1979, 4ª edición de ZERO-ZYX), cuando llegó a conocerse completo. Y en Poesía completa, (Madrid, Aguilar, 1979) edición de Agustín Sánchez Vidal. También en la edición facsímil de La Casona de Tudanca (Diputación de Cantabria 1981).

Son los más extensos del libro y constan de 144 versos, divididos en dos partes. Métricamente son serventesios alejandrinos con rima consonante. Poemas del compromiso y odio hacia la mala injusticia. La I parte empieza con cinco estrofas para definirlos. Este poema debería llamarse: ABOGADOS Y JUECES, puesto que es una alusión contra la «justiciocracia» de la época. Pero al final debió cambiar el título, bien por prudencia o consejos del editor y son de los más agresivos que escribiera, donde no faltan insultos y tacos «violencia verbal de tipo escatológico». Parece como un poema de desahogo existencial ante la injusticia de la propia Justicia. De contenido satírico contra este gremio, pues sin duda alguna, debió tener algunos encuentros con ellos, o bien de ver y oír cómo funcionaba la justicia en causas abiertas a amigos. La violencia verbal como un desahogo por las barbaries que sucedían en la España republicana. Puesto que Hernández fue detenido con posterioridad a estos poemas y tuvo ocasión de conocerla de cerca cuando fue «defendido» por el abogado madrileño Diego Romero.

Hombres viejos, viene a significar, hombres anclados en un pasado conservador. Porque desde luego que la Justicia, en aquellos años de la guerra civil era desastrosa. Tras introducir saludáis con el ano, empieza la ofensiva, de lo que hacen los jueces y de cómo señalan el delito a los reos. Respiran el aire sangriento de los juzgados, de los presidios siniestros, concedéis los pedos por audiencia, por el otro lado jodéis, meáis a veces. Continúa con los descalificativos soeces: su agudeza me resulta laxante. No se han hecho para estos gusanos las manzanas. Hijos de puta, lo repite dos veces. Hombres que vienen del pasado en venís de la Edad Media. Remata esta primera parte diciendo que el poeta tenía veintisiete años.

La segunda parte continúa en la misma línea pero más agresiva todavía, si cabe y escribe: coño, cojones, cuernos, putonas, enemiguitos. Viejos exhombres viejos. «Escombres» es un neologismo.

Ilustración 6. Los hombres viejos



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