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ArribaAbajoCanto decimonono


Trátase del mal gobierno de Diego de Mendieta, y de cómo fue preso en Santa Fe; y de cómo salió Garay al Perú, y volvió huyendo, y en su seguimiento el capitán Valero

-146r-

    Refrán es muy antiguo y muy usado,
que el malo que tras otro sucediere
hará bueno al que fuere ya pasado.
Al que el presente canto bien leyere,  6780
serale aquesto bien manifestado,
que si notarlo un poco bien quisiere,
verá que Juan Ortiz era un bendito,
Mendieta, su sobrino, muy maldito.

    Al tiempo que la muerte le apretaba,  6785
a Juan Ortiz le oí, que conocía
que el pueblo su salud no deseaba:
«Yo soy malo, mas cierto que algún día
me haga alguno bueno». Si rogaba
la vieja por aquel que mal regía  6790
en Roma, si a Mendieta conociera,
mentarlo un solo punto no quisiera127.
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    Subido ya en la cumbre de su gloria,
de toda cosa buena descuidado,
juicio, voluntad y la memoria,  6795
en solas sus pasiones ha fundado.
Y aunque esto demandaba nueva historia,
irá tan solamente aquí cifrado,
que no quiero contar por las parejas
sus cosas, que ofendiera las orejas.  6800
-146v-

    Comienza, pues, Mendieta de cegarse,
vencido de celillos y locura,
de malos procurando acompañarse,
hallando en ellos corte a su hechura.
No osaba de los buenos confiarse,  6805
por ser de diferente compostura;
a cuatro caballeros aprisiona,
y con mil vituperios los baldona.

    En grillos y colleras los ponía,
y así los desterró por malhechores;  6810
y el pobre no conoce que se vía
que todo lo causaban sus amores.
A cumplir su destierro los envía,
mas oye Jesucristo sus clamores;
volvieron del camino, y así presos  6815
están en tanto que hay nuevos sucesos.

    Vicencio a esta sazón, dicen, dijera:
«Mal hace de prender Mendieta gentes
sin culpa y sin razón». Mas quien lo oyera
denuncia con palabras diferentes.  6820
Al fin vino la cosa en tal manera
que encarta a los que estaban inocentes.
Vencido del tormento, y engañado,
por do fue luego a muerte condenado.
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-147r-

    Al tiempo que en la horca está subido,  6825
de su conciencia y alma temeroso,
publica cómo en todo había mentido
por medio del tormento riguroso.
A voces testimonio fue pedido
de aquello que allí dice, y el furioso  6830
verdugo le colgó, que está compuesto
que hiciese el oficio muy de presto.

    Garay, que en Santa Fe está Teniente,
con la muerte de nuestro Adelantado
al Perú se salió con Pedro Puente,  6835
aunque Abrego impedirlo ha procurado.
A los Charcas llegando incontinente,
habiendo su negocio relatado,
procuran doña Juana se casase
con persona que bien les gobernase128.  6840

    Por suerte a doña Juana le cabía
el licenciado Vera por marido;
por Oidor en los Charcas residía,
la misma plaza en Chile hubo tenido;
y en su tiempo el Arauco le temía,  6845
que a vueltas de las letras ha servido
a nuestro gran Felipe con la espada,
andando tras la gente rebelada.
-147v-

    Don Francisco el Virrey, dicen, quisiera
casar a doña Juana de su mano;  6850
a Garay le escribió que a Lima fuera.
Las cartas del Virrey fueron en vano,
que el licenciado Torres y de Vera
había madrugado más temprano;
a Juan Garay hace su teniente,  6855
y vuélvele a enviar muy brevemente.
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    Matienzo en este tiempo presidía,
y tiene del Virrey ya mandamiento
contra Garay, que a priesa residía,
temiéndose de algún impedimento.  6860
Tras él el Presidente al punto envía
a Valero, que sale como un viento,
y con las provisiones le requiere,
mas él obedecerlas nunca quiere.

    El buen Torres de Vera, como entiende  6865
aquesto, determina de partirse
al Río de la Plata, que pretende
del Virrey y su ira escabullirse.
Tras él saliendo Céspedes, le prende,
que no le aprovechó con priesa el irse.  6870
Triunfó Loyola de él con mucha estima,
y luego le despacha para Lima.
-148r-

    Don Francisco le tuvo aprisionado,
en él ejecutando puras sañas;
a cabo ya de días se ha librado,  6875
que el tiempo vemos cura mil marañas;
a su plaza después que se ha tornado,
a cabo ya de días tuvo mañas;
como se vuelve a estar, aunque le quita
don Diego cuando vuelve a la visita129.  6880

    Mendieta pensará ya que le olvido
por ver que en el Perú ando olvidado,
habiéndole yo mismo prometido
decir aquí cuán mal se ha gobernado.
Andaba el sin ventura tan metido,  6885
y en fuego del amor tan abrasado,
que las brasas de amor y vivo fuego
le tienen convertido en niño ciego.
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    Antiguos, que a Cupido celebrastes
por Dios de amor, con arco y con saeta,  6890
y niño rapacejo le pintastes,
con venda que la vista bien le aprieta,
no dudo sino que nos acordastes
que había de nacer este Mendieta,
que si es ciego el amor y sin sentido,  6895
no tenéis que buscar otro Cupido.
-148v-

    Aunque a muchas mujeres recuestaba130,
y a su gusto y mandado las tenía,
a una más que a todas él amaba,
que en hermosura a todas excedía.  6900
Por ésta de muy muchos se celaba,
por ésta a todo el mundo aborrecía,
por ésta tuvo origen su locura,
por ésta feneció su desventura.

    Por ésta muchas fiestas se hicieron,  6905
por ésta se jugó sortija y cañas,
por ésta toros bravos se corrieron,
por ésta se hicieron mil hazañas;
por ésta algunos justos padecieron,
por ésta vide yo muchas marañas,  6910
por ésta andaba el pueblo alborotado,
por ésta se han los cuatro desterrado.

    Por ésta, una mujer que fue nacida
en el Brasil, muy vieja, con gran saña
me dijo: «¡Ay, mi señor!, como perdida  6915
en otro tiempo», dice, «que fue España
por la Cava, esta tierra dolorida
por ésta lo será. Y pues que daña
la tierra tanto ésta, procuremos
que salga presto della y sus extremos».  6920
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-149r-

    Y aunque al Mendieta a veces sucedían
disgustos, pesadumbres a manojos,
y a él por esta causa aborrecían
algunos, y le daban mil enojos,
muy poco aquestas cosas le empecían,  6925
que más amaba aquesta que a sus ojos.
Y así buen rostro a todos males hace,
y en su gusto a su gusto satisface.

    En una noche un paje hubo hallado
un papel bien cerrado, en que decía  6930
que mal a todas gentes ha tratado,
y agravia con molestia en demasía;
y que no siendo en esto moderado,
el pago le dará Dios algún día.
El pobre con enojo loco y ciego  6935
publica lo que dice el papel luego.

    Comienza de hacer informaciones,
y prende a los que estaban inocentes,
y con algunas falsas relaciones
con prisión atormenta a muchas gentes.  6940
No sale con sus vanas pretensiones,
aunque pone calor y grandes dientes;
y así confuso deja la pesquisa
del libelo, diciendo que era risa.
-149v-

    También prendió a una dama, porque había  6945
de la cárcel sacado a su marido,
con crudo corazón y tiranía
en muy brava prisión la hubo metido.
La triste con dolor así decía,
su rostro de llorar muy consumido:  6950
«¿Adónde estás, Filipo? ¡Ay desdichada!
Doliéraste de verme maltratada.
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    »Sabraslo, pues, Rey mío, si pluguiere
al alto Rey de reyes, y sabido
el castigo harás que mereciere  6955
quien con tanta crudeza me ha oprimido».
«En tanto yo haré lo que quisiere»,
Mendieta la responde embravecido,
«y vos prestad los pies a aquellos grillos,
que habéis, por más que os pese, de sufrillos».  6960

    Su marido de aquésta preso estaba
con dos pares de grillos y cadena,
y aunque el Mendieta culpas publicaba,
la mayor no pesaba como avena.
Y como la mujer se recelaba,  6965
el alma de temor y miedo llena,
al marido a sus cuestas ha sacado
y en la iglesia y sagrado lo ha encerrado.
-150r-

    A personas muy muchas oprimía,
a viejos españoles muy honrados,  6970
que a los mozos traviesos consentía
en sus vicios andar muy desmandados.
Con esto y otras cosas que hacía,
estaban los juicios ofuscados
de todos, el remedio no esperando,  6975
sino morir con pena suspirando.

    Andaba la Asumpción tan temerosa,
que padres a los hijos no hablaban,
la mujer del marido recelosa,
las madres de las hijas se guardaban.  6980
Justicia del señor muy rigorosa,
las cosas de Mendieta figuraban
castigo en recompensa de pecados,
de los presentes vivos y pasados.
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    Los españoles viejos muy ancianos,  6985
con su cabello blanco y barbas canas,
a la importuna muerte ya cercanos,
cansados de sufrir cosas tiranas,
echaban a montón juicios vanos,
y fingiendo esperanzas muy cercanas,  6990
formaban el remedio deseado,
y así crecía la pena y el cuidado.
-150v-

    Los clérigos y frailes muy a prisa
avisos para España despachaban.
Mendieta en esto pone gran pesquisa,  6995
las cartas en zapatos despachaban.
El falso mensajero se lo avisa,
y como en los zapatos se hallaban,
en callar se resumen suspirando,
que el hablar se juzgaba por nefando.  7000

    En esto a Santa Fe quiso bajarse
con vana presumpción y bizarría,
que es víspera cercana de acabarse
sus quimeras y loca fantasía.
De mucha gente hizo acompañarse,  7005
que a fuerza de su grado le seguía;
apenas, como dicen, ha llegado,
y vese de prisiones rodeado.

    La causa no pensada cierto ha sido,
que no pudo hallarse fundamento,  7010
sino sólo sentir cómo ha venido
de arriba del supremo firmamento.
Con Francisco de Sierra hubo tenido
palabras, atención pido a mi cuento,
que no fue aquesta cosa fabulosa,  7015
antes la juzgo yo por milagrosa.
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-151r-

    Aqueste Sierra era muy honrado,
y de los naturales muy querido,
hombre de presumpción y muy soldado,
por donde era de todos muy temido.  7020
Después que las palabras han pasado,
Mendieta le llamó, mas no ha querido
a su mando ir, que se recela
que Mendieta le llama con cautela.

    A la iglesia se va huyendo luego,  7025
que al fin bien vale más salto de mata
que no de los amigos buenos ruego,
según el común dicho dice y trata.
Mendieta sale al punto como fuego,
y cuando nuestro Sierra no se cata,  7030
de la iglesia le sacan sin recelo,
sin dejarle llegar los pies al suelo.

    Como sacan del templo consagrado
a Sierra con aquella pesadumbre,
el pueblo todo junto alborotado  7035
acude, y de mancebos muchedumbre.
Salió gritando a voces un soldado
sin saber lo que es, que de costumbre
tenía de gritar; sueltan a Sierra,
y a Mendieta la gente toda afierra.  7040
-151v-

    El pobre, desque vio cómo aferraba
la chusma de él, procura escabullirse
con una poca gente que llevaba,
que con él determina de huirse.
Como Sierra sintió que le dejaba,  7045
apenas acabó de desasirse
cuando con furia echó mano a la espada,
la chusma le acudió de mano armada.
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    Juntose el pueblo todo con él luego,
y viendo que Mendieta fue huyendo,  7050
cercáronle la casa, y pegar fuego
querían; mas sintiendo el gran estruendo
Mendieta, con temor pide a gran ruego
le dejen; la canalla le está oyendo,
que dice: «Por amor de Jesucristo  7055
cesad, que de mandar yo me desisto».

    El pueblo sosegó de aquel bullicio,
y piden que dé fe un escribano
cómo Mendieta cede de su oficio,
que aquesto dicen ser a todo sano.  7060
Nuestro Rey lo tendrá por gran servicio,
el pueblo dice que éste es un tirano;
hágase aquí de todo buen proceso,
y vaya este traidor a España preso.
-152r-

    Con él se habían, huyendo, retraído  7065
Galiano de Meira, el bullicioso,
y Ochoa vizcaíno, su querido;
no sé cuál de ellos era más vicioso.
El pueblo con instancia le ha pedido
que si quiere tener algún reposo  7070
aquéstos eche fuera de la casa,
si no que le harán en breve brasa.

    Su perdición el pobre conocida,
hablándoles está de esta manera:
«Muy bien sabéis, amigos, por la vida  7075
se ha de aventurar cosa cualquiera.
Salid, porque pasada esta corrida,
y vuelto yo a me ver en talanquera,
yo os juro que de aquestas opresiones
muy largo vengaréis los corazones».  7080
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    Salieron, que el salir era forzado;
los alcaldes los prenden. A Mendieta
dejáronle salir acompañado
de guardas, porque temen no acometa
hacer apellidando mal recado,  7085
que alguna gente viene, aunque secreta,
que le puede ayudar; mas el famoso
de Tebas, contra dos no es provechoso.
-152v-

    Con las guardas salía a pasearse
al campo, por tomar algún consuelo;  7090
no deja con lamentos de quejarse
de su triste ventura y crudo duelo.
«¡Habrá algún tiempo», dice, «de acabarse
mi pena, mi dolor y desconsuelo!
¡Tendrán cabo mis males algún día,  7095
pues lo tuvo mi gozo y mi alegría!».

    ¡A qué duro diamante no ablandara!
¡A qué león cruel no conmoviera!
¡A qué hircana tigre no amansara!
¡A qué pecho mortal no enterneciera,  7100
si el principio y el fin considerara
de aqueste sin ventura, su quimera!
Aquel verle en su trono colocado,
y ahora por el suelo derrocado.

    Maldita seas, Fortuna, loca, insana,  7105
ingrata, desleal y fementida,
cruel, injusta, pérfida, profana,
ínvida, desleal, desconocida,
traidora, sin verdad, perra, tirana,
mudable, sin compás, descomedida;  7110
seguid de la Señora sus preceptos
que más tiene de aquestos epitetos.
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-153r-

    Anduvo, pues, el triste y afligido
Mendieta algunos días de esta suerte,
confuso, sin favor y aborrecido,  7115
y aun temeroso mucho de la muerte.
En esto su proceso concluido,
echáronle en prisión segura y fuerte,
con fin de despacharle preso a España,
y oíd de aqueste hecho una maraña.  7120

    Despáchanle con gente y marineros
en una muy hermosa carabela;
el alcalde Espinosa con mil fieros,
con su gente le hace centinela;
sin pasar veinte días bien enteros,  7125
a San Gabriel llegaron, porque vuela
la nave, como un vivo pajarito,
también con Espinosa su barquito.

    Espinosa se vuelve desque había
llegado con Mendieta a aquel paraje;  7130
su gente le ha rogado convenía
que un poco retorciese su viaje,
y que a San Salvador lleve la vía.
Hiciéronlo; Mendieta con coraje
bajaba por el río suspirando,  7135
y a Dios venganza de esto demandando.
-153v-

    Garay, que del Perú viene huyendo,
habiéndole Valero con presteza
seguido, y estorbarle pretendiendo
la entrada, al Argentino sin pereza  7140
camina; mas Valero le siguiendo,
sentido ha sido dél. ¡Cuánta tristeza
el pobre de Valero ha recibido
por ver que de Garay fuera sentido!
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    Valero una jornada atrás camina,  7145
Garay envía por él con tres soldados.
Preso delante dél se determina
de un árbol le colgar; apiadados
los que con él están de aquella ruina
y de aquellos negocios mal guiados,  7150
rogaron a Garay le perdonase,
y vivo por entonces le dejase.

    La vida le concede muy rogado,
aunque muerte civil allí le diera,
habiéndole de boca deshonrado,  7155
que mucho más, decía, lo sintiera
que haberle dado muerte y ahorcado.
Aquesto a mí Valero me dijera,
también Garay del hecho se jactaba,
y en la Asumpción a mí me lo contaba.  7160
-154r-

    Dejole allí llorando su ventura,
y para que no pueda ir adelante,
la cosa asegurar así procura.
Arrebata un agudo pujavante,
y jurando cumplió luego la jura.  7165
Despálmale la mula en un instante;
la mula con dolor está gimiendo,
y Garay con los suyos va riendo.

    Allega a Tucumán de mano armada;
el Abrego, que estaba gobernando,  7170
nunca supo de aquesta melonada;
pasose en breve a priesa caminando,
que si la cosa fuera revelada,
el Abrego papeles ordenando,
al Perú a Garay preso enviara,  7175
de que el Virrey muy mucho se holgara.
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    Aunque es verdad Garay se defendiera,
y así con sus soldados lo ha tratado;
con todo, yo bien creo no pudiera,
que había de quedar muerto o ligado.  7180
A cencerros tapados sale fuera,
y con razón se juzga bien librado;
a Santa Fe endereza su camino.
Valero a Tucumán en esto vino.
-154v-

    De lo pasado dando larga cuenta  7185
al Abrego, que estaba arrepentido,
con ansias y dolor casi revienta,
perdiendo la memoria y el sentido.
Por escrito muy largo bien lo asienta,
y a los Charcas el caso ha referido,  7190
a do Matienzo en breve ha despachado
y al Virrey el negocio ha recontado.

    En gran manera siente la huida
de Garay el Virrey; y se sonaba
que corriera peligro de la vida  7195
si el Virrey le cogiera, y procuraba
vengar la desvergüenza cometida,
que por tal, se decía, la juzgaba.
Que quieren los señores, según veo,
los sirvan a medida del deseo.  7200

    Garay a Santa Fe llegó contento,
y en breve a la Asumpción ha procurado
subir a remo y vela con el viento;
salió de mucha gente acompañado,
que esto de estar un hombre en grande asiento,  7205
y próspera fortuna colocado,
aumenta los amigos y los criados;
los pobres luego son desamparados.
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-155r-

    Camina el río arriba diligente,
que fue muy ayudado de los vientos,  7210
y así bien se vencía la corriente,
por do se satisfacen sus intentos.
La ciudad le recibe incontinente,
y algún tiempo estuvieron muy contentos;
mas presto de otra suerte sucedía,  7215
que no puede durar el alegría.

    Mendieta, que bajaba navegando,
antes de salir al mar ha procurado
tomar tierra en la gente confiando
que tiene el postrer pueblo allí poblado.  7220
Por bajo Santa Fe va atravesando,
por medio de la tierra ya llegado;
Quirós, que allí mandaba, le recibe,
mas luego al Espinosa se lo exhibe.

    Espinosa le vuelve con presteza  7225
a embarcar desde allí en la carabela;
el triste de Mendieta con tristeza
en demanda de España da la vela.
El piloto, que fía en su destreza,
con muy grande esperanza le consuela,  7230
diciendo que darán en San Vicente,
de a do podrá volver con fuerza y gente.
-155v-

    Con temporal deshecho, o de su grado
la costa del Brasil luego tomaron,
y habiendo todos ya desembarcado  7235
en el Río Janeiro do aportaron,
Mendieta su negocio recontado,
los lusitanos todos le ayudaron.
Determina volver, y fue de suerte
que de ello no sacó menos que muerte.  7240
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    Rehechos, pues, de pocos adherentes,
salieron del Brasil en su navío;
al Ibiaza llegaron diligentes
con vana presumpción y desvarío.
Juicios, pareceres diferentes,  7245
dividen todo el reino y señorío;
pues esto fue la causa feneciese
Mendieta, y su soberbia pereciese.

    Así como tomaron puerto aína,
Mendieta en tierra salta, procurando  7250
a todos maltratar, con su maligna
y brava condición tiranizando.
La gente comarcana allí, y vecina,
de ver su crueldad está temblando,
y los que con él vienen lo aborrecen,  7255
que sus cosas y hechos lo merecen.
-156r-

    Habíase con él desembarcado
alguna de la gente que venía
en el navío a vueltas; un soldado,
por no sé qué temor, de él se huía;  7260
por engaño y palabras ya tornado,
en dos partes por medio le partía,
y cuelga la mitad con la cabeza
en un palo, y en otro la otra pieza.

    El piloto mayor y marineros  7265
al viento dan las velas, temerosos
de ver aquestos locos desafueros,
y al Paraná se vienen recelosos,
dejándole con siete compañeros,
entre indios bautizados y amorosos.  7270
En el navío dando vela al viento
a Santa Fe llegaron a contento.
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    Garay, que en la Asumpción estaba, arruina
a todos por el suelo, sin derecho
guardar, sino lo que él solo imagina  7275
que puede convenir a su provecho,
y con una soberbia cruel, maligna,
encumbra su negocio hasta el techo,
y pobre del que él hiere con su mano,
que no hay pollo a quien hiera así el milano.  7280
-156v-

    En esto se acordó hacer conquista
al Nuara, que es indio muy mentado;
hizo de los soldados una lista,
y al pie de ciento treinta se han juntado.
Garay con mucha priesa pues se alista,  7285
que piensa en la conquista ser medrado;
y el fin que se publica es hacer guerra
al indio levantado por la tierra.

    Los indios Guaraníes rebelados
no acuden a servir como solían,  7290
y siendo, como son, ya bautizados,
en ritos y abluciones se metían.
Serán aquestos cuentos relatados
en su lugar, y cosas que hacían.
Con este calor salen, pues, ligeros  7295
Garay y ciento treinta arcabuceros.

    El río arriba yendo navegando,
al Jejuí, muy hondo, río pasaron;
después la tierra adentro van cortando,
y al Ipaneme grande atravesaron.  7300
En luengo dél arriba caminando,
a la Fuente de Lirios allegaron,
do nace el Ipané tan afamado,
a quien el indio llama Desdichado.
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-157r-

    El piloto mayor con el navío,  7305
llegando a Santa Fe, salió gozoso.
Alaban los de allí su desvarío,
diciéndole que ha sido venturoso.
Mendieta quedó allá sin el navío,
do presto feneció, triste y lloroso.  7310
Estotros placenteros con contento
de Santa Fe salieron con buen viento.

    A la Asumpción llegaron victoriosos,
pensando que hicieron grande hazaña,
a donde los recibe muy gozosos,  7315
como si vueltos fueran ya de España.
En referir su cuento están dudosos,
que no saben cuál cosa es buena o daña;
mas poco les costó, que es cosa usada
en las Indias costar lo malo nada.  7320

    El bueno allá padece cruda pena,
y siempre le veréis andar corrido,
y tiénelo a ventura y dicha buena
estarse en su rincón solo metido.
Al malo, mal suceso no le pena,  7325
que si hoy dos mil desastres le han venido,
mañana le veréis con triunfo y gloria,
perdida de sus males la memoria.
-157v-

    La causa de este mal es el anchura
y libertad tan grande permitido,  7330
que vemos una grande desventura,
que la muy baja gente es tan tenida
como la que es más noble de natura.
Es esta cosa allá tan conocida,
que el zapatero vil y el calcetero  7335
se iguala con el noble caballero.
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    Preguntó un caballero trujillano,
llamado Luis de Chaves, ceceoso,
a Hernando Pizarro, cuyo hermano
vencido fue de Gasca, el gran mañoso,  7340
que si allá en el Perú al que es villano
y al que es hidalgo y hombre generoso
les daban sus medidas bien cabales;
Pizarro respondió que eran iguales.

    «Buen siglo», dijo el Chaves, «allá tenga  7345
en el Cielo mi padre, que ha dejado
hacienda en esta tierra; allá se avenga
aquel que por la plata allá ha pasado,
que en más estimo yo se desavenga
conmigo aquel que en sangre no ha igualado.  7350
Que la plata con esas confesiones
no es para quien tiene presumpciones».
-158r-

    Dejemos esto ahora, y revolvamos
a Garay, que se siente con pujanza;
y porque por extenso lo digamos,  7355
hagamos aquí fin de aquesta estanza.
Y más que en la siguiente recontamos
del furioso arcabuz y de la lanza,
conviene cosas nuevas y de espanto
comenzar a contar en nuevo canto.  7360
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ArribaAbajoCanto vigésimo


Cuéntase en este canto cómo un indio llamado Obera se intitulaba hijo de Dios, y a un hijo suyo Papa, y a otro Emperador; y cómo Garay entró en los Nuaras, y de vuelta rompió la palizada de Yaguatatí


    El abeja convierte, como vemos,
las flores en la miel dulce y sabrosa;
del araña y la víbora leemos
que en ponzoña las vuelve ponzoñosa.
En nuestra santa fe bien conocemos  7365
que pasa desta suerte aquesta cosa;
pues el hereje y malo, de las flores
del Escritura torna en sus errores.
-158v-

    Cuánto deba tratarse con llaneza
a los indios la Fe, vemos muy claro,  7370
que no se le ha de dar pan con corteza
al niño, dice Pablo muy preclaro.
Y pues que se conoce la rudeza
del indio, y su juicio tan avaro,
conviene como a niños darles leche,  7375
porque en ellos la fe santa aproveche.
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    Martín González, clérigo idiota,
que a musa solamente no sabía,
al indio predicaba que fue rota
la torre de Babel, y que vencía  7380
David al gran Goliath con su cota
con sólo una hondilla que traía.
Sin esto otros misterios, altos, bellos,
que al indio no se sufre tratar dellos.

    Un Obera quedó tan doctrinado  7385
de los sermones déste, que fue parte
por donde el Paraguay arrinconado
estuvo mucho tiempo, y de mal arte.
Después que aqueste indio levantado
en sus tierras ha sido, luego parte  7390
con mucha gente e indios que traía
a sembrar los errores que tenía.
-159r-

    Con éste la nación ruda, indiscreta,
del Guaraní andaba perturbada,
que introducir pensaba nueva seta  7395
este indio que la tiene levantada.
La espantosa señal y gran cometa
que se vido al ocaso levantada,
les dice, cuando fue desparecida,
que la tiene en un cántaro escondida.  7400

    Y que a su tiempo había de sacarla,
con fin de destruir a los cristianos;
que a aquesta causa él quiso fabricarla,
teniendo compasión de sus hermanos.
Tenía aqueste perro grande garla,  7405
y como son los indios tan livianos,
y amigos de seguir nuevos caminos,
forzoles a creer sus desatinos.
—263→

    Obera, como digo, se llamaba,
que suena resplandor en castellano.  7410
En el Paraná Grande éste habitaba,
el bautismo tenía de cristiano.
Mas la fe prometida no guardaba,
que con bestial designo a Dios, tirano,
su hijo dice ser y concebido  7415
de virgen, y que virgen lo ha parido.
-159v-

    La mano está temblando de escribillo,
mas cuento con verdad lo que decía
con loca presumpción aquel diablillo,
que más que diablo en todo parecía.  7420
Los indios comenzaron de seguillo
por todas las comarcas do venía,
atrajo mucha gente así de guerra,
con que daños hacía por la tierra.

    Dejando, pues, su tierra y propio asiento,  7425
la tierra adentro vino predicando;
no queda de indio algún repartimiento
que no siga su voz y crudo mando.
Con este impío pregón y mal descuento
la tierra se va toda levantando,  7430
no acude ya al servicio que solía,
que libertad a todos prometía.

    Mandoles que cantasen y bailasen,
de suerte que otra cosa no hacían,
y como los pobretes ya dejasen  7435
de sembrar y coger como solían,
y sólo en los cantares se ocupasen,
en los bailes de hambre se morían,
cantándoles loores y alabanzas
del Obera maldito y sus pujanzas131.  7440
—264→
-160r-

    Un hijo que éste tiene se llamaba
por nombre Guiraró, que es palo amargo.
Del nombre Papa aquéste se jactaba.
Con éste el padre, dice: «Yo descargo
la grande obligación que a mí tocaba  7445
con darle de pontífice el encargo».
Aquéste es el que viene bautizando,
y los nombres a todos trasmutando.

    No quiero más decir de sus errores
de que andaba la tierra alborotada  7450
en todo el Paraná y sus rededores;
y así se fue tras él de mano armada.
Mas como éste tenía corredores,
y gente puesta siempre en gran celada,
en viendo la pujanza conocida  7455
del enemigo, pónese en huida.

    Aquéste fue la causa que estuviese
la tierra levantada, como estaba,
y que a servir al pueblo no viniese.
También Garay, dijimos, publicaba  7460
la guerra contra éste, aunque tuviese
otro designio, al fin, pues caminaba,
cuando Fuente los Lirios ha tomado,
do nace el Ipaneme desdichado.
-160v-

    Tomando los soldados esta fuente,  7465
sus tiendas y sus toldos asentaron,
en torno de la cual alegremente
del prolijo camino descansaron.
De un bosque muy cercano de repente
dos indios salen fuertes, y llegaron  7470
do estaba nuestra gente reposando,
y de los dos, el uno está hablando.
—265→

    «A tan altivo», dice, «atrevimiento
no había de ofrecerse desafío,
mas castigo hacer para escarmiento  7475
de vuestra presunción y desvarío.
¿Por qué os osáis meter en este asiento
con tan flaca pujanza y poderío?
Salid, con lanza, espada y con escudo,
que me basta esta pica, aunque desnudo.  7480

    »Pudiéramos traer arcos y flechas,
mas quiere el gran Cacique sean probadas
de vosotros ahora estas derechas,
que tienen mil cervices quebrantadas.
Por tanto apagaréis también las mechas,  7485
que son armas al fin aventajadas,
y con lanza y espada, o a los brazos,
hagámonos de presto aquí pedazos.
-161r-

    »Dos somos, salgan dos, tres, cuatro, luego
de aquellos que presumen ser valientes,  7490
que por temor o miedo, ni por ruego,
no habemos de afrentar a los parientes».
Al punto que esto oyeron, como un fuego
saltaron dos mancebos diligentes,
Inciso y Espeluca, sus espadas  7495
en las bravosas manos empuñadas.

    Pitum y Corací, como los vieron
salir con tal esfuerzo y gallardía,
con rabia y con furor arremetieron,
y las picas calaron a porfía.  7500
Los gallardos mancebos acudieron
con tal ardid y maña y osadía,
que traban en un punto tal batalla
que Marte no cansara de miralla.
—266→

    Al Inciso Pitum le cupo en suerte,  7505
que en el aire parece salta y vuela,
con su pica tostada, grande y fuerte
por cien partes le rompe la rodela.
Y aunque parece darle ya la muerte,
de tal suerte el cristiano se desvela,  7510
que pierde Pitum toda su esperanza,
que el cristiano le corta media lanza.
-161v-

    El bravo Corací al Espeluca,
con ánimo bestial encrudecido,
le tiene a mal traer, y a la boruca  7515
el suelo su tropel ha ennegrecido.
Con fuerza con la pica le trabuca
el cristiano con maña, guarecido
se tuvo, porque estando de rodillas
a Corací ha herido en las mejillas.  7520

    Inciso, como ve que le faltaba
la media de la pica a su enemigo,
con ánimo mayor más se arrojaba,
y un golpe le tiró junto al ombligo.
Pitum del corazón fuerzas sacaba,  7525
que no las tiene todas ya consigo,
y viéndose sin fuerzas y acosado,
a los brazos venía denodado.

    El cristiano, que siente lo que quiere
por ver cómo se estira y endereza,  7530
con fuerza de alto abajo bien le hiere;
y aunque el golpe arrojaba a la cabeza,
la mano le cortó. Si no huyere
Pitum, ha de morir en breve pieza;
mas él está tan ciego en no huirse  7535
que más quiere morir que escabullirse.
—267→
-162r-

    Al fin, como se ve sin una mano,
y el dolor que padece le atormenta,
volviendo las espaldas al cristiano,
el resto de la pica al suelo avienta.  7540
Huyendo va a gran priesa por el llano,
que ya no se le acuerda del afrenta;
el otro, que se vio sin Pitum, solo,
aprieta con más fuerza que el Eolo.

    Inciso y Espeluca, mal heridos  7545
quedaron, y confusos de este trance
por ver los enemigos ya huidos
sin que ellos puedan irles en alcance,
que el Capitán prohíbe sean seguidos,
diciendo que bastaba el bello lance,  7550
y que del hecho suyo, fama y gloria
merecen, pues quedaron con victoria.

    Pitum y Corací van sin pereza
huyendo como suelen de los lazos
las zorras escaparse, con destreza,  7555
haciendo los cordeles cien pedazos.
A no tener tal maña y ligereza,
quedaran hechos piezas, pies y brazos;
mas juzgan por más sana la huida,
a trueco de escapar libre la vida.  7560
-162v-

    Llegados a su estancia relataron
la batalla y reencuentro que tuvieron;
a su Cacique bien representaron
el peligro notable en que se vieron.
Los golpes y heridas demostraron  7565
la mucha roja sangre que vertieron.
Pitum, «perdí mi mano la derecha»,
dice, «y estotra nada me aprovecha».
—268→

    El Corací, con ansia dolorosa,
«echad», dice, «señores, en remojo  7570
las barbas, pues que veis cuál va la cosa,
que me cuesta el reencuentro el diestro ojo.
No he visto gente yo tan belicosa»,
les dice, «no penséis que esto es antojo,
que son hijos del Sol estos varones,  7575
y más bravos que tigres y leones».

    El gran Tapuy Guazú, con pecho fiero,
soltando la voz triste y lastimera,
«mi fin», dice, «se llega ya postrero,
la hora se me acerca postrimera.  7580
Mas conviene la vuestra aquí primero
se cumpla», y encendida una hoguera
a Corací y Pitum, porque tornaron
con tal nueva, allí vivos los quemaron.
-163r-

    Y junta luego al punto allí su gente,  7585
y desta forma a todos ha hablado:
«Amigos, cosa es muy conveniente
que aqueste caso sea bien mirado,
que las cosas tratadas de repente
no suelen suceder en buen estado.  7590
Por tanto el parecer de cada uno
es justo que se escuche de consuno».

    Primero a Urambía dijo que hablase,
y aunque él con discreción lo rehusaba,
porque Tapuy Guazú no se enojase,  7595
al fin con ronca voz así hablaba:
«Antes que nuestras tierras ocupase
el español soberbio, se sonaba
que había de perderse nuestro estado
y ser de nuevas gentes conquistado.  7600
—269→

    »Yo puse en este caso diligencia
mirando las estrellas y planetas,
también tuve gran cuenta y advertencia
en ver andar errando los cometas;
y enséñame también ya la experiencia,  7605
por ver otras naciones ya sujetas,
que no han de bastar fuerzas ya de manos
contra el poder soberbio de cristianos.
-163v-

    »Así que me parece que conviene
con gozo recibir al enemigo,  7610
y pues que con poder y fuerza viene,
tomémosle por fiel y buen amigo.
Y es justo que en la tierra no se suene
que al español no damos buen abrigo,
que al punto le darán contrarias gentes,  7615
de a do resultarán inconvenientes».

    Muy duro les parece este consejo
a todos los que estaban congregados,
mas tienen reverencia al cano viejo
y a sus hechos heroicos y afamados.  7620
Curemo, con muy grande sobrecejo,
se sale con sus hijos a los lados
oyendo esto, y no dice cosa alguna,
y con su gente entró en una laguna.

    Tapuy Guazú mandó, pena de muerte,  7625
que de la junta nadie se saliese,
y que todos hablasen por su suerte,
y el caso con amor se decidiese.
Berú, de gran valor, indio muy fuerte,
al Cacique le dijo le pluguiese  7630
a Curemo llamar, pues conocía
su suerte, su valor y valentía.
—270→
-164r-

    Dos indios a llamarlo se partieron
por orden del cacique y mandamiento.
Por la laguna adentro se metieron,  7635
a do el padre a los hijos juramento
les toma (de cumplirlo prometieron)
que mueran132 en defensa de su asiento,
les dice, pues mejor es buena muerte,
que vil y desastrada y triste suerte.  7640

    Los mensajeros dieron su recado,
Curemo respondió modestamente
que estaba en la laguna ya alojado,
y que quiere meter allí su gente
por no dar ocasión a que el soldado  7645
le haga mal; que luego incontinente
irá al consejo y junta con presteza.
Y su gente recoge sin pereza.

    Sus mujeres e hijos ha metido
en la laguna adentro, y gran pantano,  7650
y como los demás lo han entendido
juzgaron su consejo por muy sano.
Y en tanto todos ya se han resumido
que de paz recibiesen al cristiano;
mas que mujeres, hijos se metiesen  7655
a donde los cristianos no los viesen.
-164v-

    Curemo allí salió disimulando
el juramento hecho que tenía.
Garay se llega a priesa caminando
con gran estruendo, grita y vocería.  7660
Los indios, que le estaban esperando,
vencidos de temor y cobardía,
tras la chusma se fueron, mas Curemo
mostrado ha su valor por gran extremo.
—271→

    Al español espera, y con gran brío  7665
le dice que no pare en este asiento,
que veinte leguas más hay gran gentío
do satisfacer puede bien su intento.
Pasado el Yaguarí, famoso río,
los soldados irán con gran contento,  7670
y a veinte leguas, poco más o menos,
los campos hallarán de gente llenos.

    Curemo, que esto dice, les ofrece
la guía que les guíe bien derecho;
su consejo tomar bien les parece,  7675
sintiendo que vendrá de ello provecho.
El indio se retira, que anochece,
y vuelve a la mañana con despecho,
porque al alma le llega a este pagano
de ver nuestro real en aquel llano.  7680
-165r-

    Gran priesa da a Garay para que salga,
diciendo que la priesa le conviene,
que della cuanto pueda bien se valga,
que corre gran peligro si detiene
la partida; y en viendo que cabalga  7685
Garay, nuestro Curemo placer tiene,
y dice a voces altas: «La victoria
espero que ha de ser con grande gloria».

    Los cristianos saliendo caminaron
llevando guías, dadas por Curemo.  7690
El río Yaguarí atravesaron,
que entre otros ríos vemos ser supremo.
A los Tapuí Miríes allegaron,
de que placer reciben por extremo;
asalto dan al tiempo que amanece,  7695
por do la triste gente mal padece.
—272→

    Estaban estas gentes con contento,
de cristianos no piensan la venida;
el súbito temor y sentimiento
les hace huyan todos de corrida.  7700
Oblígales a muchos el lamento
de hijos y mujer a perder vida;
acude cada cual al arco y flecha
con ver venir la muerte muy derecha.
-165v-

    Al fin, en cuatro pueblos que se ha dado,  7705
algunos que defensa procuraban
la vida entre las lanzas han dejado.
Aquellos que a prisiones se entregaban,
por ver ya su negocio mal parado,
con vida por cautivos se quedaban;  7710
quinientas y más piezas fue la presa
que vino desta vez cautiva y presa.

    La vuelta da Garay con gran recelo
que venga el enemigo con pujanza.
Lamentan los cautivos aquel duelo,  7715
y suerte miserable y mala andanza.
Al gran Tapuy Guazú llega de un vuelo,
a do sale de viejas una danza,
la victoria con cantos celebrando,
y la gente vencida lamentando.  7720

    Alegre y apacible y muy graciosa
la tierra por aquí vimos, poblada
de frescas arboledas, y abundosa
de caza, y nunca ha sido conquistada.
La gente es labradora, y codiciosa  7725
de guerra, y es en ella muy versada;
mas tómalos Garay muy descuidados,
y así pudieron ser desbaratados.
—273→
-166r-

    Tapuy Guazú holgó de la venganza
que vido en su enemigo aherrojado,  7730
mas pone con los suyos vigilanza
que no les haga mal algún soldado.
Al fin de paz quedó con la esperanza
que dio, con prometer que de su grado
quería al español ser repartido,  7735
por no ser de otros indios ofendido.

    Urambía y Curemo se han asido
en esto y mal revuelto, que decía
Urambía133 la causa sólo ha sido
que sin hacerles mal Garay salía.  7740
Curemo le ha sobre esto desmentido;
remítese este caso y la porfía
a la prueba más cierta en estacado;
el campo les fue a entrambos señalado.

    Urambía las armas señalaba,  7745
que son pica, macana y palometa134;
a cada cual padrino acompañaba,
con Urambía sale Urambieta,
Xiantombía a Curemo se llevaba,
y al son de una ronquísima corneta,  7750
metidos en su fuerte palizada,
la batalla feroz fue comenzada.
-166v-

    No creo año se llevan los guerreros,
que entrambos son muy viejos y muy canos.
Los golpes que se dan terribles, fieros,  7755
no dejan, donde aciertan, huesos sanos.
Andan sanguinolentos carniceros,
como de Irlanda suelen los alanos,
y más que hircanos tigres espantosos,
y en ver su propia sangre muy gozosos.  7760
—274→

    De ver era los dos con el concierto
y ánimo feroz que combatían;
sin falta, a cada cual dellos por muerto
los que mirando estaban le tenían.
Estaba cada cual de ellos tan cierto  7765
en el herir, que entrambos parecían
ser uno; mas Curemo hubo perdido
la pica, que en dos piezas se ha partido.

    La macana con furia fuerte afierra,
y espera con esfuerzo al enemigo;  7770
Urambía la pica cala y cierra,
y diérale por medio del ombligo,
mas Curemo dio un salto de la tierra,
y con tan grande maña dio consigo
a un lado, que pasó la pica en vano,  7775
y así quedó Curemo de ésta sano.
-167r-

    Con la pica le lleva gran ventaja
Urambía, mas es tan animoso
que los golpes y botes le baraja
con un ardid y esfuerzo valeroso.  7780
De sangre el verde prado ya se cuaja,
el Sol encubre el rostro luminoso
viniendo ya la noche obscurecida,
y no vemos victoria conocida.

    Los jueces los ven a la mañana,  7785
y por igual los hallan mal heridos;
de combatir entrambos tienen gana,
y defender con fuerza sus partidos.
Juzgose por mejor cosa y más sana
que fuesen por sentencia convencidos,  7790
que cierta es a los dos ambos la muerte
volviendo a la batalla cruda y fuerte.
—275→

    Contra alguno juzgar nadie se atreve,
y siéndoles juez ya señalado,
a entrambos, dice, honra igual se debe,  7795
y que es cualquiera dellos buen soldado.
Ninguno hay que el decreto desapruebe,
y así dice el juez muy denodado:
«Lo que he dicho, pronuncio y lo sentencio,
y pongo al caso fin aquí y silencio».  7800
-167v-

    En tanto que esto pasa, presuroso,
juntando en Ipaneme mucha gente,
andaba Guayracá muy valeroso,
astuto, sabio, artero y muy valiente.
En un espeso bosque, deseoso  7805
de librar del cristiano bien su gente,
compuso una terrible palizada,
de aguas y comidas abastada.

    El fuerte fue con maña fabricado;
a los lados con muchos torreones,  7810
estaba a todas partes resguardado
con sus trincheas, fosas y bastiones.
Sin duda Satanás ha revelado
a Guayracá el modelo e invenciones,
que nunca estuvo en África ni Italia,  7815
ni menos en Castilla ni Vandalia.

    Juntó para este fin toda la tierra,
e hizo grande junta y llamamiento,
publica a fuego y sangre cruda guerra,
celebra del cristiano el finamiento,  7820
ofrece en sacrificio una becerra
y las cenizas della por el viento
desparce, por señal y por memoria
que contra el español habrá victoria.
—276→
-168r-

    Yaguatatí de presto se le ofrece  7825
con más de dos mil indios de su mano;
por alférez le nombra, y lo merece.
Con mil indios acude Tanimbano,
el gran Cayapey no desfallece;
Ibiriyú, también mozo galano,  7830
acude aquél con mil menos ochenta,
estotro con doscientos y cincuenta.

    Yacaré y Tapucagn no se quedaron,
que cada uno trescientos y cincuenta
traía; de esta suerte se juntaron  7835
al pie de cinco mil a buena cuenta.
En la estacada y fuerte se encerraron,
sin que salir alguno se consienta;
y si salen algunos, muy aína
acuden a la trompa y la bocina.  7840

    Así con gran contento deseaban
que venga el español para probarse.
El tiempo, noche y día lo gastaban
en su estacada, y fuerza y repararse
la flecha, pica y dardo ejercitaban,  7845
a sus solas procuran ensayarse.
El maraca, bocina, y atambores
resuenan por el bosque y rededores135.
-168v-

    Garay, que caminaba desque llega
do se siente esta grita y alboroto,  7850
atraviesa por medio de una vega
hasta dar en un verde y grande soto.
La gente guayracana estaba ciega,
en un momento el campo les fue roto,
mas viendo las mujeres les llevaban,  7855
con fuerzas defenderlas procuraban.
—277→

    De temor de la trompa que sonaba
y el tropel y ruido del caballo,
la chusma el fuerte ya desamparaba,
que al español no quieren esperallo.  7860
El Guayracá a los indios animaba,
el español comienza a escopetallo;
mas tiene tal destreza el perro viejo
que a su defensa halló buen aparejo.

    Desde un tronco muy grande desembraza  7865
el Guayracá una flecha, y la ha fijado
en un árbol, pensando que hizo caza
en Garay. Una voz ha levantado,
diciendo: «Capitán, desembaraza
el campo, pues ya ves que te he clavado».  7870
Mas Inciso dio al perro por la frente,
y cae Guayracá luego de repente.
-169r-

    Yaguatatí en un punto embravecido
como toro muy bravo de Xarama,
entre los españoles se ha metido,  7875
y sálele al encuentro Valderrama
y Osuna, de los cuales mal herido,
los dientes rechinando, bufa y brama,
y dice: «Por matarme satisfechos
no vais», y mete el dardo por su pecho.  7880

    Luis Martín, con ánimo lozano
encuentra a Mayrayú, y de estocada
por los pechos le hiere y da en el llano
el indio, y al caer quebró la espada,
que no pudo sacarla el trujillano  7885
según estaba fija y enclavada.
La macana del indio torna presto
con que piensa vencer a todo el resto.
—278→

    Castillo, con su espada y la rodela,
a diestro y a siniestro va hiriendo;  7890
Cuyapei en herirle se desvela,
y viendo que le acierta, va huyendo.
Así como lo vido Valenzuela,
tras el indio con furia fue corriendo;
el trueco le dio luego del flechazo,  7895
y en tierra le tendió de un pelotazo.
-169v-

    Bañuelos de esta hecha, y Espinosa,
el infierno poblaron de paganos,
y viendo que la gente temerosa
discurre sin consuelo por los llanos,  7900
viniendo ya la noche tenebrosa
volvieron al real libres y sanos;
empero de la sangre que han vertido
teñido el rostro, manos y vestido.

    Este día vi un indio que llegaba  7905
a mí, con una cruz viene en su mano;
con muy grandes sollozos me hablaba.
«Por Dios que murió en ésta Soberano»,
me dice, «ya me val, pues te obligaba
el ser tú mi Señor Arcediano».  7910
Diciendo estas razones se me llega,
y al caballo y estribo se me pega.

    Aquéste en la Asumpción había servido
a Bartolomé Barco de Amarilla;
después con otros indios se ha huido  7915
al Obera siguiendo y su cuadrilla;
y viéndose en peligro, ya vencido,
a mi lado se pega y a la silla.
Valiole el escogerme por padrino,
que el tiempo le enseñó lo que convino.  7920
—279→
-170r-

    El Obera, maldito, dado había
la cruz a aqueste indio y deputado
por sacerdote, y santo le tenía;
después de aquéste fui bien informado
de aquellas ceremonias que hacía  7925
aquel maldito indio y endiablado;
y cómo Papa a un hijo intitulaba,
y al otro Emperador y Rey nombraba.

    El uno bautizaba, trastrocando
los nombres que los indios ya tenían;  7930
el otro los delitos castigando
andaba, que los indios cometían.
El Obera, su padre, predicando,
yo vi que unos mestizos le seguían,
y puse gran calor yo por haberlos,  7935
y al fin hube con maña de cogerlos.

    Con un muchacho mío, conocido,
ladino en gran manera y ardidoso,
enviando a decir cómo había ido
de remediarlos estando deseoso.  7940
De Logroño un mestizo fui creído,
y a mi toldo se vino muy gozoso;
traté de perdonarle si traía
los otros dos, y al punto lo hacía.
-170v-

    Otro mestizo andaba levantado,  7945
de nación portugués, y publicaba
contra el Misterio Santo consagrado
formadas herejías, que hablaba.
Oyéndole, le dijo otro soldado
que mirase muy bien lo que trataba,  7950
el cual me dio noticia de este caso,
y yo salí de casa muy de paso.
—280→

    De blanco me vestí, y con sombrero
de paja, en mi caballo a la jineta,
llevando solamente un compañero,  7955
y cada cual a punto una escopeta.
Espías yo le puse, tan ligero,
que venida la noche muy secreta
en un bosque le prendo, y amarrado
a la ciudad le traigo a buen recado.  7960

    El que fingía ser Papa, y compañeros,
jamás nos esperaron en la guerra,
que aunque suele traer muchos flecheros
y sale muchas veces de su tierra,
por saber ya que son arcabuceros,  7965
en los bosques y montes bien se encierra.
El Guayracá, que hizo palizada,
quedó muerto, y su tierra desolada.
-171r-

    Doscientas o más piezas se sacaron
de aqueste asalto y guerra Guayracana;  7970
algún tanto con esto reposaron
los indios de la tierra comarcana.
Los nuestros con contento celebraron
el triunfo de victoria tan galana,
y a la Asumpción volvieron victoriosos,  7975
alegres, placenteros y gozosos.

    Mas no puede durar el alegría,
que nunca puede haber gozo cumplido;
pues vemos que al placer dolor seguía,
y al dolor el placer se le ha seguido.  7980
Decir quiero un motín que sucedía
de mestizos malvados mal urdido.
Descanse pues un poco aquí mi pluma,
y luego lo pondrá en muy breve suma.
—281→
-171v-



ArribaAbajoCanto vigésimo primero


Puebla Garay a Buenos Aires; levántanse en Santa Fe los mestizos y eligen por su General a Cristóval de Arévalo, el cual, alumbrado de Dios, cortó las cabezas a los principales del motín y restituyó al Rey su tierra


    Mi ronca voz desmaya desque siento  7985
el bravo laberinto en que me meto,
habiendo de escribir el alzamiento
de la gente soberbia; que prometo
que si durara aquel levantamiento
un mes, todo el Perú fuera sujeto  7990
a la dicción y mando de tiranos
son sólo la ocasión de estos livianos.

    Habiendo de la guerra descendido,
poblar a Buenos Aires fue acordado.
De la Asumpción Garay hubo salido,  7995
de todos adherentes aprestado;
con él muchos soldados han venido,
y habiendo en Santa Fe desembarcado,
allí estuvieron días esperando
los caballos, que vienen caminando.  8000
—282→
-172r-

    Rehecha en Santa Fe aquesta armada,
camina a Buenos Aires por el río,
también por tierra va gran cabalgada
de gente, que no teme sol ni frío.
Y siendo ya la cosa bien guiada,  8005
a pesar de la tierra y su gentío,
los unos y los otros allegaron
al puerto Buenos Aires, y poblaron.

    El Guaraní penoso está mirando
la cosa cómo pasa, y determina  8010
en él, pasado tiempo, imaginando
el pueblo deshacer con cruda ruina;
la guerra por la tierra pregonando,
la gente se juntó circunvecina,
y dieron a los nuestros grande guerra,  8015
los unos por la mar, otros por tierra.

    En el puerto el navío surto estaba,
con balsas y canoas a los lados;
la parte por aquí bien se guardaba,
que todos bien estaban aprestados.  8020
La gente que por tierra caminaba,
a media noche llega; los soldados,
que estaban sobre aviso en centinela,
salieron, y escuchad la escarapela.
-172v-

    Al punto que los indios grita dieron,  8025
soltaron mucha fuerza de flechazos
con fuego, y las flechas encendieron
las tiendas de algodón y cañamazo.
Con presteza los mozos acudieron,
tirando tan terribles cañonazos  8030
que cierto figuraba por el llano
andar furioso y listo el dios Vulcano.
—283→

    Tabobá, el valiente y animoso,
por General venía de esta gente;
andaba por el campo muy furioso.  8035
A caballo salió muy de repente
Inciso, que en amores venturoso
ha sido, y en la guerra muy valiente.
A su suegro imitando, en breve pieza
a Tabobá ha cortado la cabeza.  8040

    Los indios, como vieron que faltaba
el Capitán que fuerzas les ponía,
y que el cristiano mucho más ganaba
y su partido de ellos fallecía,
al son de una bocina que sonaba  8045
en orden cada cual se retraía.
Mas viendo que los nuestros les seguían,
sin orden y con priesa ya huían.
-173r-

    Habiéndose los indios, pues, huido,
los nuestros han quedado sosegados;  8050
las tierras entre sí han repartido,
contentos de se ver que están poblados.
A Castilla el navío se ha partido,
llevando de estas cosas los recados;
de muchos sus maldades y sus tratos  8055
allá fueron metidos en zapatos.

    La nave se partió muy presurosa,
de cueros y de azúcar bien cargada;
la gente que va en ella, va gozosa
con fin de dar la vuelta apresurada.  8060
No va de inglés corsario temerosa,
que en el aire parece que es llevada
con viento sur en popa navegando,
por cima de las aguas va volando.
—284→

    La gente, con su pueblo, que ha poblado,  8065
está contenta, alegre y placentera;
el fuerte tienen hecho torreado,
muy cerca de la playa y la ribera.
Alegre está este sitio, acomodado
de vista y parecer en gran manera;  8070
las cosas se dan todas de Castilla,
que el temple se semeja al de Sevilla.
-173v-

    Estando la ciudad así poblada,
la Trinidad por nombre le pusieron,
y la gente en cabildo congregada,  8075
alcaldes ordinarios eligieron.
En esto en Santa Fe gran melonada
se junta de mestizos, y escribieron
a Tucumán, al Abrego, diciendo
lo que entre ellos andaban mal urdiendo.  8080

    Noticia los mancebos han tenido
de aquellas provisiones con que vino
Valero a Cotagayta, cuando ha sido
despalmada su mula en el camino.
Pues esto, y otras cosas que han sabido,  8085
les mueven a emprender un desatino
tan fuera de razón y tan tirano,
urdido de un juicio muy liviano.

    Venialvo, Gallego, Ruiz Romero
y el gallardo de Leiva, muy valiente,  8090
Villalta con Mosquera compañero,
a su opinión trajeron mucha gente.
«El camino», decían, «carretero
es atajar el mal e inconveniente,
que estamos de Garay muy oprimidos,  8095
conviene abrir los ojos y sentidos».
—285→
-174r-

    «Servicio al gran Virrey», dicen, «haremos
en prender a Garay malo y travieso,
y libres deste caso quedaremos,
si al Virrey le enviamos presto preso.  8100
Del caso a Tucumán avisaremos,
que no puede venirnos mal suceso».
A Villalta y Ruiz por mensajeros
al Abrego despachan muy ligeros.

    Por dos veces o tres se han carteado,  8105
y en breve se ha forjado la maraña.
Lo que Abrego con ellos ha tratado
no sé decir, que usó siempre de maña.
Una noche con cartas han llegado,
y al punto con tirana y cruda saña  8110
perdieron al Teniente, y a Olivera,
Alcalde, y a un sobrino del buen Vera.

    En casa de Venialvo se juntaron
con cotas, arcabuces, morriones;
a la gente plebeya convocaron  8115
con sus fingidas causas y razones.
Su maldito designo confirmaron,
vencidos de livianas pretensiones;
su mujer al de Leiva le decía
que su pescuezo a esparto ya le olía.  8120
-174v-

    Él dice: «Como Reina, espera bella,
muy rica, muy contenta y gran señora».
«Al menos no seré», dice la bella,
«contra nuestro Filipo yo traidora,
mujer de traidor, sí; maldita estrella  8125
la vuestra, y desdichada y triste hora
en que fuisteis136 conmigo desposado,
pues contra nuestro Rey sois levantado».
—286→

    Estando de esta suerte rebelados,
eligen Capitán que gobernase,  8130
y mandan que saliesen desterrados
los españoles luego, sin que osase
quedar alguno, términos pasados.
Y el que tiene mujer se la llevase,
que solos poseer quieren la tierra,  8135
pues solos la ganaron en la guerra.

    Arévalo por todos fue elegido
por General, caudillo desta hecha;
y aunque lo recusaba, no ha podido
dejar de lo aceptar. Si fue desecha,  8140
no sé; mas vi que, el cargo recibido,
un bando general y pregón echa
en que manda que todos se juntasen
y munición con armas registrasen.
-175r-

    Acude Venialvo, que lo oyera,  8145
y con soberbia grande y arrogancia
al General hablando, así dijera:
«En eso pongo yo gran vigilancia,
por ser cosa que a mi perteneciera,
pues soy Maese de campo, y la ganancia  8150
o pérdida del campo se me fía,
como a quien bien sabéis pertenecía».

    El General responde: «Aquel que tiene
tal cargo, hacer todo lo posible
en su tanto y manera le conviene».  8155
«Harase lo que fuere convenible»,
le dice Venialvo, «y no le pene.
Y pues que es cortesano y apacible
el vulgo popular, en paz me tenga,
que contra el Taborlán bastó que venga».  8160
—287→

    En su falso contento mal habido
estaban estos tristes, procurando
sustentar el titánico partido
contra quien lo impidiese, batallando.
El inmenso Señor ha socorrido  8165
con su favor, en muchos inspirando
a conocer el yerro y el engaño
de su gran perdición y triste daño.
-175v-

    El General con otros de secreto
conciertan, y cualquiera bien le ayuda,  8170
que el remedio se busque más perfeto
con que al real servicio bien se acuda.
Santa Cruz, un hombre muy discreto,
Ramírez, Aguilera, gran ayuda,
con Juan Martín, y otros compañeros,  8175
en este caso fueron muy ligeros.

    De dos en dos, a un punto concertaron
que acudan a herir a cada uno
de aquellos más valientes que forjaron
aqueste rebelión tan importuno;  8180
y todos juramento se tomaron
sobre un libro misal, muy de consuno,
de morir o matar con propias manos
al bravo Venialvo y los tiranos.

    Allega el General a la posada  8185
de Venialvo, que estaba descuidado,
y sale sonriendo a la parada;
acude Santa Cruz muy denodado
y en el cuello le da una puñalada.
Palabra Venialvo no ha hablado,  8190
que volviendo los ojos hacia el cielo
al punto se tendió muerto en el suelo.
—288→
-176r-

    La voz del Rey sonó muy prestamente;
Gallego con temor dice a Aguilera:
«Ayúdame, compadre, diligente».  8195
Responde: «Ayudaré de esta manera».
La cabeza le hiende por la frente,
los sesos salen fuera la mollera,
y dice: «No, no hay compadre en tiranía,
que el Rey es mi compadre en demasía».  8200

    Ramírez acudió y la parentela
al bravo Leiva; el joven, que dormía
en camisa, salió, que a estar en vela
mostrara su valor y valentía.
El hilo le cortaron de la tela  8205
que el triste sin ventura mal tejía.
Su esposa con dolor está llorando
y sus rubios cabellos arrancando.

    Diego Ruiz, que estaba descuidado,
oyendo la gran grita y el mormollo,  8210
a la plaza salió, y despedazado
en un punto le ponen en el rollo.
Era, cierto, valiente y esforzado,
y bello sin ventura este criollo.
Dañole al fin la mala compañía,  8215
que natural muy bueno le tenía.
-176v-

    A Romero en aquesto mal herido
al pie del rollo estaban confesando,
y en breve fue del rollo suspendido,
y a priesa a todos juntos cuarteando.  8220
Por el campo y caminos repartido
los cuartos sean, la causa publicando
las letras que en los palos se ponían,
que bien los que pasaban las leían.
—289→

    El General soltó luego los presos,  8225
y al Teniente le entrega la bandera,
y hácele que forme los procesos,
de como sucedió de esta manera.
Mosquera, como vio tales sucesos,
a Córdoba camina a la ligera.  8230
Rubira a la sazón allí mandaba
y préndele, y muy presto le soltaba.

    Villalta vide yo que se ha escapado,
el que hizo oficio de cartero;
acógese a los pies, y en emboscado  8235
dejó pasar el tiempo carnicero.
Después en San Francisco se ha encerrado
tomando al guardián por su tercero;
su causa entre compadres fenecida,
escapa por entonces con la vida.  8240
-177r-

    Algunos más mancebos presos fueron
que en aqueste motín fueron culpados;
procesos contra todos se hicieron,
mas fueron sobre peine fulminados.
Mosquera y el Villalta, que huyeron  8245
a Santiago, en mal punto ya llegados,
de su triste desastre dieron nueva,
y137 a Lerma de su intento dieron prueba.

    El licenciado Lerma en este punto
entraba a gobernar en Santiago.  8250
Su venida no saben, y está junto
con su gente haciendo grande estrago.
De amigos y favor está disjunto
el Abrego en aqueste fuerte trago,
y el Lerma pretendía así cogerle,  8255
porque intención traía de prenderle.
—290→

    En el Perú la fama había volado,
con falsa presumpción, o verdadera,
que aqueste Abrego estaba medio alzado,
por tanto viene Lerma a la ligera.  8260
Tomole de improviso y descuidado,
que no sé de otra suerte lo que fuera;
envía seis soldados con su hermano
Antonio Mirabal, el sevillano.
-177v-

    De parte de su hermano le decía  8265
que viene a le servir ya proveído
por mandado del Rey, que acá le envía
por su Gobernador. Mal lo ha sentido
el Abrego, que a Lerma conocía;
en cólera los dos se han encendido,  8270
y mientras algún tiempo se gastaba,
el Lerma con su gente ya llegaba.

    Sintió, como llegó, que andaba estruendo,
sonido de arcabuces y gran grita,
al Abrego prenderle pretendiendo,  8275
el Mirabal veréis tanto se incita;
el Abrego la fuerza resistiendo,
que se mete ya en cólera infinita;
estaba el sin ventura ya tan ciego,
que poco aprovechaba con el ruego.  8280

    El Lerma le prendió y puso prisiones,
y a aquellos que al presente le ayudaron,
que poco aprovecharon las razones
que en su defensa al Lerma presentaron.
De aqueste trance, bregas y pasiones,  8285
algunas pesadumbres se inventaron;
Hernán Mesia y Sotelo aprisionados
aquí fueron, que dicen ser culpados.
—291→
-178r-

    A tal punto, sazón y coyuntura
(que cierto es de notar) llegando nueva  8290
del motín paragüeño y su locura,
tomó Lerma el principio de su prueba.
Movioles a venir su desventura
a Villalta y Mosquera. Cuanto deba
huir de la ocasión quien ha pecado,  8295
a todos la experiencia ya ha mostrado.

    Para huir la pena del delito
que da Dios al que peca en la otra vida,
conviene al pecador esté contrito,
su culpa en confesión sacra plañida.  8300
Mas suele otro castigo ser inflito
por temporal justicia; la huida
y salto de la mata es el remedio
mejor, que no meter buenos en medio.

    Mosquera se escapó bien de la ira  8305
y furioso tropel de sus parientes;
y el triste de Villalta de la dira
y brava confusión e inconvenientes.
Mas ninguno de aquestos ambos mira,
que huye el perejil, y que en las frentes  8310
de entrambos nacerá con tal cogollo,
y presto se verá puesto en el rollo.
-178v-

    De Lerma no huyeron la presencia,
pensando recibir merced cumplida;
él pone en los guardar gran diligencia,  8315
y su causa y su culpa conocida,
contra los dos pronuncia tal sentencia:
que luego les privasen de la vida
en el rollo fijando sus cabezas,
y los cuerpos en palos hechos piezas.  8320
—292→

    Por indicios y causas que no cuento,
que de éstos los procesos están llenos,
al Abrego da Lerma gran tormento
con otros que no estaban muy ajenos
de saber sus secretos; mas no siento  8325
los secretos si malos son o buenos,
de Santa Fe el motín bien impidiera
el Abrego, se dice, si quisiera.

    Murió a cabo de días, y no había
el Lerma su negocio fenecido;  8330
después que muerto fue, se fenecía,
y el negocio a los Charcas ha salido,
el Audiencia lo hecho rescindía138.
Hernán Mesia y Rubira han recibido
contento con Sotelo, y se holgaban  8335
por ver cómo por libres ya les daban.
-179r-

    Yo, cierto, que entendí de esta reyerta
de Santa Fe algún tanto, y de aquel hecho
por cosa averiguada tengo y cierta
que hizo Lerma en ir grande provecho,  8340
que en ver allá que estaba allí a la puerta
quien guardar procuraba el fil derecho,
la canalla argentina reposaba,
y el nombre de Filipo celebraba.

    Verdad es que hay también otros quejosos  8345
que dicen, por se ver muy afligidos,
negocios de este Lerma escandalosos.
Mas eran enemigos conocidos,
y a veces suele haber casos forzosos
que obligan a los hombres entendidos  8350
a dar en Scyla de ojos, procurando
a Caribdis huir, que está esperando139.
—293→

    Victoria en esto viene, por prelado
envía a su Deán que administrase
(en tanto que él entraba) el obispado,  8355
y a Lerma le encargó le regalase.
Él hácelo. ¡Cuán poco que ha durado!
Que no quiso el Deán mucho durase,
que cierto el Lerma bien le regalaba
en su casa, y con honra le trataba.  8360
-179v-

    En breve comenzaron de trabarse
con chismes, y otras muchas niñerías;
el Deán deseaba señalarse
con grande presumpción y boberías.
Mas no le deja Lerma aventajarse:  8365
«No es justo que suframos demasías»,
le dice, «Padre, tenga sufrimiento,
no haga salga el hombre de su tiento».

    Y luego dice: «Muestre los recados
que tiene por do firma Licenciado,  8370
y de Deán también, pues prebendados
nombrar sólo a sí el Rey se lo ha dejado».
Estando sobre aquéstos muy trabados,
la cosa a tal extremo hubo llegado
que por fuerza el Deán se determina  8375
partir para el Perú, y ya camina.

    A Esteco se partió con gran enojo,
que a su partir la fuerza le obligaba;
el bachiller García diera un ojo
en trueco por no ver lo que pasaba.  8380
La barba, como dicen, en remojo
echó, por ver la de otro se quemaba;
con el Deán se va, porque temía
que lo propio será de él otro día.
—294→
-180r-

    Dejémoslos hacer, que yo bien fío  8385
que presto pagarán cierto el escote,
que es gente aparejada a desvarío,
y andan, como vemos, muy de trote.
Y tratemos ahora del gran brío
del capitán Francisco, crudo azote,  8390
que viniendo siguiendo su camino,
del estrecho ha tomado el Argentino.

    Y pues se han de contar maravillosas
hazañas del cosario más grandioso
que escriben las historias más famosas,  8395
y más determinado y venturoso,
conviene que pongamos tales cosas
en un canto por sí maravilloso,
pues puso en maravilla a nuestra España
el capitán Francisco y su hazaña.  8400