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La Universidad Popular de Madrid


A riesgo de apartarme, siquiera sea un ápice, del programa que esa Secretaría de su digno cargo se sirvió fijarme para que a él ajustase mis Informes mensuales, quiero hablarle en éste, correspondiente al mes de Mayo, que hoy fina, de una importantísima Institución libre de enseñanza, de vulgarización científica, existente en Madrid y que, aun cuando tiene semejantes en Europa y América, no sólo no ha imitado a ninguna de ellas, sino que reviste caracteres muy especiales.

Me refiero a la Universidad Popular de Madrid.

¿Qué clase de Institución es ésta?

En primer lugar diré que ni es obra de sectas, como las instituciones similares de Francia, ni vive en modo alguno de apoyo oficial, y ha sabido crear en Madrid el tipo de conferencia amistosa, de conversación familiar, encaminada a educar e instruir a las masas.

La Universidad Popular no se jacta por cierto de la originalidad que todos le reconocemos. Si, según las palabras de uno de sus organizadores, no está formada a la moda de ninguna parte, no es porque aspirase deliberadamente a singularizarse, sino porque la prisa que hubo por trabajar, por hacer, no dio tiempo a mirar los modelos que pudieran ser imitados.

No se ha pretendido singularizar la obra; se ha pretendido simplemente adaptarla a la índole del pueblo español. No se ha desdeñado la enseñanza de lo que se practica en otros países, pero, al desarrollar ese estudio, los fundadores llevaban ya por delante una considerable cantidad de labor y de observaciones propias y estuvieron por ello a cubierto de caer en lo demasiado exótico.

Por lo apuntado se viene fácilmente en conocimiento de la índole de esta obra educativa, y puede ya responderse a la pregunta hecha arriba:

¿Qué clase de institución es la Universidad Popular?

«La Universidad Popular -dice el artículo 1.º de sus estatutos- es una institución que tiene por objeto realizar una obra de educación social, divulgando entre los elementos populares toda clase de conocimientos útiles por medio de conferencias, cursos, veladas, excursiones, visitas a museos y fábricas, publicaciones especiales, etc., etc».

La idea generadora de esta institución fue una idea de alta solidaridad, y su tendencia, según las palabras de los fundadores, la de aproximar a los que están distanciados y mantener unidos a los que se hallan en peligro de separarse. Su acción, pues, ha tenido que ser recíproca: llevando a los elementos populares los resultados más fácilmente asimilables del estudio ordenado que no han podido hacer por sí mismos, y recogiendo de ellos, en cambio, las enseñanzas valiosas que de modo tan pródigo da la realidad viva siempre que a ella se acude con ansia de aprender.

Añádase a esto el nobilísimo afán de sacudir la apatía ambiente, de destruir la ignorancia, de matar la intransigencia, y tendréis en obra a la Universidad Popular.

Para fundarla no se ha necesitado más que buena voluntad. A sostenerla contribuyen todos. No hay profesor, no hay artista, no hay hombre que pueda decir una palabra de bien, de progreso, de amor, de enseñanza, que no acepte gustoso la invitación que se le hace.

Como local, la Universidad Popular puede decirse que no tiene más que uno y que los tiene innumerables. Últimamente se ha instalado en la calle del Sacramento, número 4; pero va por todo Madrid difundiendo sus enseñanzas y sus beneficios. El nuevo domicilio en que se ha instalado tiene pocas y modestas habitaciones. En ellas no se ven más que mapas, carteles antialcohólicos y pizarras y muchos libros, casi todos obsequio de generosos donantes. Pero de aquel modesto refugio la Universidad Popular irradia poderosamente y poderosamente difunde una inmensa cantidad de bien.

La labor hecha por la Universidad Popular desde 1904 hasta la fecha ha sido enorme, como verá usted por las listas que acompañarán a este informe.

La norma adoptada desde el primer momento fue la de no limitarse a ofrecer, para que la aprovecharan los que quisieran ir en su busca, sino llevarla en primer término a los puntos de reunión habitual de los obreros y, en general, de todos los elementos a los cuales puede esta enseñanza convenir.

Las mujeres tienen su porción de cuidados, de cultura, de educación en la Universidad Popular, la cual ha dado clases especiales de instrucción primaria para señoritas.

Oigamos lo que a este respecto nos cuenta don Antonio Gascón y Miramón, vocal de la Junta de gobierno de la Universidad:

«La Asociación general de modistas -dice este señor- se dirigió de oficio a la Universidad Popular rogando que se proporcionara a sus asociadas las enseñanzas de lectura, escritura, gramática y aritmética. Nuestra Universidad creyó que no podía contestar con una negativa a esta demanda; pero considerando que por la índole de la nueva enseñanza pedida y de las alumnas que habrían de recibirla era precisa una organización especial, recabó el concurso de la Asociación para la enseñanza de la mujer, cuyas alumnas más adelantadas, en unión de algunos individuos del Profesorado de dicha Asociación, tomarían a su cargo la tarea, conservando siempre los profesores de la Universidad Popular cuanto se refiere a la organización y cuidado de la enseñanza. Con la ayuda ocasional de varios de nuestros compañeros, cuidaron especialmente de este servicio, y no faltaron ni un solo día los señores don Constancio Bernaldo de Quirós y don Guillermo Beeluire».

Las clases se dieron por la noche, tres veces a la semana, y los resultados fueron verdaderamente alentadores.

Una de las tareas más simpáticas de la Universidad Popular es la de las visitas a los Museos.

Yo he presenciado casualmente algunas, pues son muy frecuentes, y he quedado encantado de la diafanidad, del espíritu claro y sintético con que se dan las explicaciones.

Estas visitas han sido frecuentes; fijándonos en el año de 1905, tenemos que solamente del 15 de enero al 9 de julio se hicieron a los Museos del Prado, de Arte Contemporáneo, de Reproducciones, Arqueológico y de Ciencias Naturales, veintiuna visitas en otros tantos domingos.

Cada profesor tuvo a su cargo un grupo de 12 a 20 alumnos. Los primeros grupos se formaron con los asistentes a las conferencias dadas en el Centro de Sociedades Obreras, después se formaron otros en la Asociación general de Dependientes de Comercio y en la de Modistas y ya avanzado el curso, la Sociedad El Fomento de las Artes formó un grupo más, del que se encargó uno de los profesores de la Universidad Popular.

Los alumnos matriculados pasaron de 250. Los que asistieron en cada día fueron de 80 a 18. Los 16 profesores que se encargaron de este trabajo dieron nada menos que ciento treinta y cuatro lecciones!

El público de la Universidad Popular es, por todo extremo, interesante. Veréis allí desde el sexagenario hasta el niño; veréis a los dos sexos representados por sus más humildes individuos; veréis el amor, la devoción, la sostenida quietud y atención con que todo el mundo oye las lecciones que le dan, la puntualidad con que todo el mundo acude a oírlas.

Este espectáculo constituye sin duda la mejor recompensa, el mejor estímulo para las nobles energías que en la Universidad Popular laboran.

No quiero concluir este informe sin dar el último resumen de trabajos hechos, a saber, el efectuado en el curso de 1905-1906, advirtiendo que si no doy el de los trabajos completos, desde la fundación de la Universidad, es porque no bastarían para ello muchas páginas.

Ojalá que este resumen determine, en las diversas instituciones docentes de nuestro México, el movimiento de simpatía hacia la Universidad Popular de Madrid, a que las nobilísimas tareas de ésta le dan derecho.

CURSO DE 1905 A 1906
Resumen de los trabajos hechos en este curso hasta el día 22 de abril inclusive
Conferencias y lecciones diversas148
»con proyecciones14
»con ejemplos musicales26
Audiciones musicales25
Curso de Economía, lecciones12
»de Geografía, lecciones6
Lecciones en los Museos121
»en el estudio del señor Sorolla2
Clases a las obreras139
Conferencias sobre Higiene bucal en las Escuelas Municipales19
TOTAL 512

Los Centros en que ha trabajado este año la Universidad Popular, son:

Centro de Sociedades Obreras. Relatores, 24.

Centro de Sociedades de Dependientes de Comercio. Costanilla de los Angeles, 1, 2.º

Centro Obrero Societario. Costanilla de los Angeles, 1, 1.º

Centro de Pintores Decoradores. Horno de la Mata, 7, 2.º

Centro Instructivo de obreros republicanos del distrito de la Inclusa. Abades, 20.

Centro Instructivo de obreros republicanos del distrito de la Latina, Ruda, 21.

El Fomento de las Artes. San Lorenzo, 13.

El curso de Economía se ha dado en el Centro de Sociedades de Dependientes de Comercio. El de Geografía se da en un local del Ateneo, los domingos por la mañana.

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En la semana próxima comenzarán los trabajos en los centros siguientes:

Centro Instructivo de obreros republicanos del distrito de Buenavista. Núñez de Balboa, 23.

«La Única». Sociedad de los gremios de comestibles unidos. Pontejos, 1.

Cinco centros de obreros católicos.

Poco después se inaugurará la tarea en el Centro Instructivo de obreros republicanos del distrito de Palacio. Reyes, 19.

Constructores de carruajes. Relatores, 24.

Sordo-mundos. Luzón, 4.

Centro Instructivo y Protector de ciegos. Barbieri, 21

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Como he dicho, la Universidad Popular ha arrendado hace días un modestísimo local en la calle del Sacramento, número 4. Esto la permitirá centralizar su labor y montar algunas enseñanzas sistematiza das, sin perjuicio de continuar, como hasta ahora, sus demás trabajos.

Queda abierta la matrícula enteramente libre y gratuita para los cursos siguientes:

  • Geografía.
  • Historia de España.
  • Aritmética.
  • Geometría.
  • Física.
  • Antropología.
  • Higiene popular.
  • Legislación social.
  • Derecho político.
  • Derecho mercantil.
  • Solfeo.

Los cursos serán, por ahora, de una a dos lecciones semanales, según los casos. Las clases se darán n las últimas horas de la tarde y por la noche hasta las once, comenzando en los primeros días de Mayo.