Acto segundo |
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El mismo salón. El COMISIONADO, sentado en silla
de terciopelo con bufete delante, y la comitiva en taburetes.
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COMISIONADO | Ya que hemos jurado, | | ¡amados compañeros!,
| | ser fieles al monarca | | mejor que conocieron | | las pasadas
edades | | y los presentes tiempos; | | ya que todos estamos
| | ciertamente resueltos | | a vengar los agravios | | que estos
criollos perversos, | | rebeldes y traidores | | a su corona
hicieron, | | separándose infieles | | de su yugo paterno;
| | y ya que decididos | | con sacro juramento | | estamos a morir
| | o sus reales derechos | | sostener, y que vuelvan | | estos
rebeldes reinos | | a recibir el yugo | | del borbónico
imperio, | | es preciso os presente | | el plan o reglamento
| | que debe conducirnos | | en este grande empeño, | |
para que si advirtiereis | | que contiene algún yerro,
| | lo notéis, pues que sólo | | se consulta el
acierto. | | ¿Os parece? |
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FRAILE | Señor,
| | cuando os reconocemos | | nuestro muy digno jefe, | | comisionado
regio, | | en quien Fernando el grande | | sus confianzas ha
puesto, | | decir sólo nos toca | | que los vuestros preceptos
| | serán obedecidos, | | desde luego, al momento | | que
se nos comuniquen, | | sin excusa o pretexto | | que entorpecer
pudiere | | su puntual cumplimiento; | | y así sólo
deseamos | | oír el plan propuesto, | | para admirar en
él | | vuestros grandes talentos | | y ponerlo por obra,
| | que es todo nuestro anhelo. | |
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COMISIONADO | De vuestra conocida
| | lealtad y amor sincero | | que tenéis al monarca,
| | no esperaba yo menos. | | A su nombre y al mío | | daros
las gracias debo | | por vuestra deferencia | | a sus reales
preceptos, | | esperando que llegue | | el muy deseado tiempo
| | en que vuestras virtudes, | | heroicidad y esfuerzo | | os
hagan acreedores | | a los más dignos premios, | | que
os están prevenidos | | por el monarca ibero. | | El plan
es el que sigue; | | escuchad con silencio | | pues ya comienzo
a leer. | | «Artículo primero. | | La religión
cristiana | | en todos estos reinos | | será reconocida
| | en su esplendor ileso, | | como era el año de ocho,
| | poniendo el justiciero | | tribunal de la fe | | para que haga
escarmientos | | de herejes, de masones, | | publicistas perversos
| | que la soberanía | | atribuyen al pueblo». | | «Artículo
segundo. | | Declarar que este reino | | es propiedad y herencia
| | del monarca supremo | | de España, por lo cual | | deberá
su gobierno | | reinstalarse, conforme | | está el que
allá tenemos | | que es el más acertado». | | «Artículo
tercero. | | Nombrarán los obispos | | y los cabildos
mesmos | | una nueva regencia | | que gobierne estos pueblos
| | a nombre del monarca | | hasta su real decreto». | | «Cuarto.
Dar pasaporte | | a cuantos extranjeros | | no hayan manifestado
| | adhesión y respeto | | al señor de ambos mundos,
| | a Fernando el supremo, | | entrando en esta cuenta, | | por
razón de extranjeros, | | aun los mismos ministros | | de diferentes reinos». | | El artículo quinto | | es
en provecho vuestro. | | «A los capitulados | | vuélvanse
los empleos, | | los destinos y grados | | que antes obtuvieron,
| | que restituir es justo». | | El artículo sexto | | dice:
«Los oficiales | | que leales y discretos | | se adhieran este
plan, | | obtendrán desde luego | | los destinos y honores,
| | preeminencias y empleos | | que en el año de veinte
| | tenían, en justo premio | | de su servicio al rey...»
| | ¿Qué decís, compañeros? | | ¿Aprobáis,
pues, el plan? | |
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FRAILE | Es muy justo, ligero | | y católico...,
en fin, | | obra de un gran talento; | | lo que se falta es que
ponga | | desde luego en efecto. | |
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COMISIONADO | ¿Juráis,
pues, todos juntos | | fielmente obedecerlo? | |
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TODOS | Sí
juramos. No quede | | vivo el traidor protervo | | que lo desobedezca
| | ahora ni en ningún tiempo. | | Esto juramos todos
| | sin mentira ni miedo, | | y si quiere vuecencia | | también
lo firmaremos | | con cuanta sangre anima | | nuestros valientes
cuerpos. | |
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COMISIONADO | ¡Españoles al fin! | | Así
me lo prometo | | de vuestra bizarría | | y muy noble
ardimiento. | | Daros gracias quisiera | | en brillante dialecto
| | por tanta heroicidad. | | Ya la victoria cuento | | con tan
leales soldados | | y valientes guerreros; | | pero pues que
no es dado | | a mis cortos talentos | | elogiar dignamente | | vuestro valor, os ruego | | mi gratitud admitan | | en un pequeño
obsequio. | |
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(Toca una campanilla y los criados sacan una mesa
decente, en la que se pone un buen refresco. Se levantan
todos y brindan por el rey de España, por la santidad
de León XII y sus memorables encíclicas, por
la reconquista de este reino, por la de Colombia, Chile,
Buenos Aires y Guatemala, y aun hubo quienes brindaron por
el coronel Iturbide, Plan de Iguala y tercera garantía,
y otros por la vana confianza, miramientos y disposiciones
del gobierno actual. Pasados los brindis, se concluyó
el acto segundo.)
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