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ArribaAbajoLuz

1.ª semana de Noviembre de 1898. Barcelona. Núm. 4


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ArribaAbajoArte nuevo

Els conscients


Criticando, todo puede ensalzarse ó rebajarse, según el depósito de hiel que contenga la pluma encargada de la ejecución; según nuestras ideas, que no hay que confundir con nuestras creencias, debe procurarse realzar en lo posible, todos cuantos ensayos laudables se manifiesten, cuando la intención del autor tiende á las altas esferas del Arte, según rezan las frases hechas que son el pan más seguro de nuestra lengua oficial. -Por esto, aun cuando obtuvo un merecido éxito, la representación de Els Conscients, nos dolemos sobremanera, de la poca afluencia del público que para alentar con sus aplausos al novel dramaturgo, acudió al teatro Lírico. -Desde las galerías á la platea y palcos, todos los espectadores eran nombres conocidos en las artes y las letras, de modo que es imposible juzgar cómo hubiese se acogido la representación, el público grande, ya que la selecta reunión conocía a Iglesias y había leído y aun visto representar, otras obras del autor de Fructidor.

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Ex-libris

En conjunto, la representación debía ser y fué un éxito, porque el autor compuso la obra con amor, talento y fé, condiciones que suelen escasear en los proveedores de la Escena; en segundo lugar, los aficionados encargados de los dificilísimos personajes, hicieron cuanto humanamente pudieron para sacar del papel, las almas de Berta, Melcior y Joan, obteniendo este último la mayor proximidad, apesar de lo mucho que estudiaron y se esforzaron con talento, los dos restantes. Por último, á nuestro entender, el mayor triunfo queda demostrado, viendo el interés con que escucharon los oyentes los cuatro actos de la obra, cuya acción desarrollan tres únicos personajes, circunstancia que avalora en sumo grado la dificultad de obtener la atención de un público acostumbrado al abusivo movimiento de nuestra Escena; además, el hacer admitir una tésis y solución tan opuestas á las hipócritas ideas sustentadas en nuestro país, realza y asegura el valor de la obra, que seguramente tiene muchos y grandes lunares, pero que como hemos dicho al comenzar, creemos deber pasar en silencio, en bien de lo mucho bueno que puede esperarse de Ignacio Iglesias.

Nosotros que sinceramente no encontramos emoción artística en la obra, según nuestro modo de ser, comprendemos sin embargo, el gran paso que hace nuestro Arte escénico, con creaciones como Els Conscients, de Iglesias, y por esto aplaudimos sin reserva la tentativa, deseando que el público de las mayorías responda mejor á los deseos del autor, que nos parecen encaminados á obtener ante todo el Sufragio Universal.

A. L. DE BARÁN



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ArribaAbajoVincent D'Indy por Juan Gay

Como anunciábamos en el número anterior, le toca hoy á D'Indy ocupar una buena parte de nuestro periódico, como le tocaría a cada momento si su residencia fuese en Barcelona, pues es de los artistas que no viven en continua contemplación esperando el día de mañana para producir las obras que tendrán en proyecto, pero que nunca dan á luz. D'Indy es el artista que vive por su arte, así como hay otros que tienen su arte para poder vivir.

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Educado durante su infancia en París (donde nació el 27 de Marzo de 1851), sintió siempre el calor de un ambiente artístico, al lado de su inteligente abuela María Teodora D'Indy, música enamorada de la belleza y educada en las fuentes del arte más elevado. Ella le encaminó en su carrera, pues de sus manos salió casi un músico completo, no con pasiones vivas, ni con la destreza que se adquiere cuando los estudios se hacen ya con verdadera conciencia, después de conocer á los grandes autores profundamente y de luchar con las dificultades desconocidas al principio, cuando todo el estudio es tan matemático que está al alcance hasta de los que nada sienten de arte. No por eso, dejó abandonada este parte tan necesaria para la educación musical, su abuela Teodora, pues según tengo entendido su anhelo era hacer gozar de la Belleza á su nieto, ya que tenía ella deseos de salir con un discípulo aventajado en todo lo que á la música se relacionare y que en realidad logró á no tardar.

Desde muy joven tenía verdadero amor á la naturaleza y en ella encontraba el consuelo del alma, abriéndole hermosos ideales para su arte.

Entre otros datos que hemos recogido, copiamos el siguiente:«Como corría Berlioz á los abruzzos cuando le vencía el tedio en Roma; como iba Beethoven á buscar en las verdes campiñas de las llanuras del Danubio las vibrantes inspiraciones de sus concepciones más bellas, como dejaba temprano Mendelshon las tristes riberas del Sprée para explorar las abruptas montañas de Escocia ó de los países más rientes de Suiza é Italia, á fin de arrancarles los motivos de su obertura La gruta de Fingal y de sus bellas sinfonías romana y escocesa, del sino modo se sentía atraído nuestro joven compositor por las cimas y las vertientes pintorescos de los Cévennes.»

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Agua fuerte de Carlos Schwab que acompaña la partitura de fervaal

El estudio del piano lo empezó á la edad de 9 años, progresando rápidamente, gracias al cuidado de la mujer artista que velaba por él, que supo apartar de él todas las obras de mal gusto que desgraciadamente se dejan probar á los estudiantes jóvenes, que sin darse cuenta llegan á formar parte de sus alimentos artísticos, cuando no son los únicos. Muy acertadamente se guardó, la directora de D'Indy, de dar al joven músico otros modelos que los grandes genios del arte, infiltrándole paulatinamente el buen gusto que fué la base fundamental para que después pudiera él emprender con bríos las tareas de su arte, siguiendo siempre un camino serio, y sin indicios de vulgarismo.

Muchas son las obras que ha escrito D'Indy, desde que se declaró compositor.   —040→   Citarlas todas es inútil, puesto que basta conocer el valor de alguna de ellas. Aquí, conocemos ya su notable cuartetto para piano é instrumentos de cuerda y algunas obras más que nos han dado en algún concierto y nos es lo suficiente para ver que es una verdadera figura musical.

Aunque educado en la escuela de Wagner y principalmente en la de Cesar Franck, no por eso han influido esos maestros lo suficiente para que él sea un continuador de su obra, pues muy al contrario, y afortunadamente para él, sigue el arte bajo un punto de viste más grandioso, que el de ser imitador ó continuador: él siente la reformación de la música, por temperamento; se encuentra en la época de una lucha artística muy crítica y no obstante resultan; sus creaciones, nuevas y personales; de tendencias adelantadísimas y con formas originales, sin buscar nunca efectos orquestales ni contrastes dramáticos de éxito seguro, á lo cual muy pocos han resistido la tentación, sobre todo en esta época en que todo lo que sean éxitos se acepta generalmente de buena gana, aunque perjudique al criterio general de los que nos juzgan, que en ciertas ocasiones quisiéramos verlos acertados y saboreando solo lo más encaminado á una regeneración artística y que en cambio queremos que acepten y aplaudan lo que puede producirnos un beneficio pecuniario á causa de su estructura artificial y de sus efectos alucinadores. No sucede en cambio así en las obras de D'Indy: en ellas encontraremos siempre más exagerada la nota seria y son algunas las veces que encontramos extrañas concepciones (preferibles siempre á las vulgares) que sin duda son motivadas por el prurito de apartarla de los rutinarios moldes, que de seguro no podría cultivar, para satisfacer sus aspiraciones.

Su vida artística se ha concentrado en París y allí se ha creado un nombre envidiable, figurando actualmente como primer músico francés de su época, sobre todo desde el estreno de Fervaal, su obra maestra, que solo podemos comparar á las creaciones más notables de Wagner, Beethoven, Cesar Franck, Schumann y pocos más. Y para que no parezca exageración mi concepto, haré presente que cuando el estreno de esa gran obra, fueron muchos los críticos de autoridad universal, que estimaban Fervaal como la más importante creación después de Parsifal (la obra gigante de Wagner). Exageración parece tamaño criterio si no se tiene en cuenta la belleza de aquel libro del mismo D'Indy que es de las obras literarias más hermosas que se han escrito en la época actual. Hay tanta unidad con la obra musical que constituye en conjunto un monumento artístico que es imposible destruir, y que por lo tanto quedará como una obra célebre que honrará siempre al movimiento musical del siglo XIX.

Réstame ahora decir algo de D'Indy director de orquesta: para mejor guía recordémosle desde su primera visita á Barcelona.

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Boj, por Sydney Meteyard

Era el año 1895, cuando la Sociedad Catalana de Conciertos, aconsejada por Albeniz solicitó del maestro francés la dirección de una serie de conciertos que podían levantar el espíritu de sus accionistas y por lo tanto alargar su existencia, (como así fué) á lo que D'Indy accedió gustoso, sin aceptar retribución ninguna de la referida Sociedad y poniéndose inmediatamente en camino para empezar aquella noble campaña, que dejó su nombre tan bien sentado entre las personas que saben apreciar las cualidades de un artista. Recordemos que en dos ensayos preparó el primero de aquellos conciertos históricos, en el cual figuraban Bach, Destouches, Rameau, Gluck, Haydn y Mozart representados con sus más escogidas obras, pasando luego por Beethoven al que dedicó una sesión entera que fué la que más acreditó á D'Indy de intérprete perfecto y de gran artista. Yo recuerdo como una de las impresiones más vivas, aquel poema de Egmont, interpretado como lo quiere Beethoven, (sin duda alguna). Vino después una sesión que podía ser tan interesante como las demás, pero ya sea que el temperamento de D'Indy no se amolda al de los compositores románticos de este siglo, ya sea alguna otra causa, que ignoro y que no he de averiguar, el caso es que Mendelshon y Berlioz quedaron muy mal parados aquella noche que como Schumann, Weber, Bizet y Saint-Saens podían lucir todas sus galas. Esto nos estrañó en extremo, dado el criterio sano del director francés, que no creo que estime tan poco á dos maestros, que quedarán siempre como genios el arte musical.

Siguió á aquella equivocada manifestación de los cinco conciertos históricos, la sesión Wagner en la cual se vió que D'Indy se encontraba en su elemento, pues allí vimos el alma de Wagner retratada por su intérprete, que siente su obra como él mismo y que con un cariño entrañable procura engrandecerla (si esto es posible) hasta lograr enloquecer al auditorio. Y finalmente, dió la sesión dedicada á la escuela moderna francesa representada por Cesar Franck y todos sus discípulos. Ésta fué muy interesante, aunque no la saboreamos bien en aquella época, en que no conocíamos ninguna obra de esos autores esceptuando algo de C. Franck.

Así finalizó la campaña D'Indy en Barcelona.

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Desde aquella fecha ha tenido distintas ocasiones de exhibirse como director de orquesta y en todas ellas ha sido aclamado por la crítica inteligente, como uno de los primeros directores actuales. Es de los que con más abnegación contribuye á la obra de restauración de la música religiosa, iniciada por Charles Bordes, en París, y junto con este y otros notables maestros proporcionan todos los medios para el fomento y desarrollo de la Schola Cantorum.

Sin duda por el buen recuerdo que debe guardar de la acogida que obtuvo en Barcelona, no le ha sido difícil dejarse convencer por Matías Crickboom, para venir á dirigir los cuatro conciertos de la Sociedad filarmónica de Barcelona, que dará desde el día 4 de Noviembre próximo.

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Dibujo por W. B. Macdongall

Estas sesiones prometen ser de verdadera importancia artística y de más resultado que las anteriores para el público, pues afortunadamente se encuentra ya dispuesto á aceptar las obras más intrincadas, que entes no comprendía, ni quería comprender. A pesar de todo no faltará, quien titulándose músico, ó inteligente en música, se creerá con el derecho de hablar con desprecio de este acontecimiento artístico. Eso no importa. Si el público va ilustrándose sólidamente, que es lo que ambicionamos, seguiremos nuestra ruta haciendo caso omiso de los impotentes que cada vez que se da un paso adelante les ocasiona el consiguiente disgusto y en vano van predicando rutinarismos que solo pueden escuchar y aplaudir los que no miran por el bien de nuestro arte y los que están al frente de esas empresas que se dedican á destruir en una noche el trabajo que necesita de tanto tiempo de lucha para llegar á un resultado satisfactorio para arte moral y civilizador.

No importa, he dicho; vengan Strauss, D'Indys, Chaussons, Debbussys, en música; vengan todas las obras literarias modernas de distintas tendencias; vengan affiches y cuadros de notas sentimentales y entre todos demos movimiento al arte, para que tenga vida visible y no importa que nos llamen modernistas, ó lo que quieran, mientras eso signifique un adelanto para nuestra Cataluña. Si nos equivocamos en nuestras tendencias, no por eso se habrá perdido nada: habremos pasado una revolución artística, que luego fijará el camino verdadero y hacia él nos encaminaremos. Lo que conviene ahora, es mucho bullicio artístico para salirnos un poco del materialismo en que estamos metidos, idealizando en todo lo posible nuestra existencia.

Y esperando el primer concierto de D'Indy, en el que saborearemos obras de J. S. Bach, Lalande y Max Bruch, concluyo estos renglones para continuarlos después de la série.



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ArribaAbajoCançons populars catalanes armonisades per Joan Gay

L'hostal de la peyra


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Al hostal del la P[...](olá) -tres dames van anar
ja'n truquen a la po[...]olá - ja'n responen qui hi há? (olá)
Som unes pobres da[...]- si'ns volen allotjar,
Obrals la porta, mós[...]- y deixales entrar.
Dihuen a la mestres[...] ¿Que hi ha pera sopar?  5
N'hi ha tunyina ab s[...]- hi ha congre y bacallá.
La una no té gana, [...]-tre no vol menjar,
L'altre está cansade[...]vol aná a reposar
Demanaren un quar[...] per podershi tancar.
La móssa se les mira[...]o li van agradar.  10
-Agata'l llum, tú m[...] - véslashi a acompanyar.
Quans fore a la cam- se varen despullar.
La mossa n'es traid[...] pel pany les va guaytar.
Se'n baixa a baix la[...]sa - se'n posa suspirar.
-¿De qué sus pires[...]ssa? - ¿qué tens per suspirar?  15
-¿Que' haig de ten[...]stressa - que nos volen robar.
Porten calçetes cur[...]pistoles als costats.
Anéu al llit mestres[...]qu'a nit jo vull vetllar,
Qu'avuy si no m'en[...]o - mos tenen que robar.
Al se'llit la mestres[...]ella al esco's posá.  20
Quant son les deu t[...]es - els lladres veu baixar.
Quant entren a la c[...] - ella's posá a roncar,
Ne feya la dormida amunt d'un sacs de grá;
Tres gotetes de cera [...] pit n'hi van tirar.
La móssa n'es traid[...]- ronca que mes roncar,  25
Lo un ne deya al al[...]- Ben adormideta está.
Un braç de criatura[...] foc ne van tirar.
-Qui está despert dorm; - qui dorm, no's despertará.
Ja'n surten al defo[...]se'n posen a xiular.
La móssa n'es traid [...]- la porta'ls va tancar.  30
-Obra la porta mó[...] - cent escuts te'n vull dar.
-Ni per cent ni ci[...]nta - la porta s'obrirá.
-Aquell braç de c[...]era - si me'l volguesses dar.
-Lo braç be te'l d[...] - mes no'l puc agafar.
-Dins la pica del [...] tira'l, s'apagará.  35
-Treu la má per la[...]a - que'l braç te vull donar.
La móssa n'es traid[...] - la má li va tallar.
-T'asseguro criad[...]que me l'has de pagar.
Ab sanc de les tues[...]s - la má me'n vull rentar.
Hostaler de la Pey[...]re'n pots ben recordar.  40
La criada que'n te[...]a pots ben estimar,
Que te'n salvá la vi[...] y l'hostal de robar;
De tres filles que tu[...]s - li post doná a triar.
Y si cap li agrada -i ha qui la pendrá.




ArribaAbajoElegía

Dibujo por Ricardo Opisso.

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Caía persistente y monótona la lluvia menuda, que ocultaba, como cortina cenicienta y trémula el paisaje. El trazo negro del camino, que conducía al cementerio, se dibujaba indeciso; cuando el viento barría la llovizna, la ondulante cinta obscura de aquel camino, se extendía y se extendía, como si no tuviera fin el temeroso sendero de los muertos.

Sobre una carroza fúnebre iba el ataud, y el conductor perezoso é indolente, silbaba sentado en el pescante; adormilado con su silbido dulce y extraño no se cuidaba de fustigar á los caballos y, chapoteando como un beodo, avanzaba el coche por la vía de la muerte. Ningún acompañante inoportuno insultaba la soledad desesperante de aquel viajero de la vida. Las gotas menudas, ten menudas, que fingían densa bruma de la llovizna, caían y caían y ocultaban ó dejaban ver, entre sus pliegues movibles, la negra carroza que seguía avanzando con pereza dolorosa. La entenebrecida senda simulaba alargar su trazo en la llanura desolada, á medida que el coche adelantaba en su peregrinación. El conductor continuaba silbando aquella tonadilla de tristeza honda, y la llovizna seguía espolvoreando el agua hasta con ténues girones de niebla gris. El viento gimoteaba una canción alada de melodía blanda y llorosa, y yo veía adelantar, siempre perezosa, la carroza donde el muerto iba, sin duda, más muerto que si el Sol agujerease con sus rayos la tristeza de aquel camino inacabable.

Cerré los ojos para abstraerme a la sensación de melancolía que iba ganando mi alma; pasado tiempo cuando los abrí, aún distinguí   —043→   á lo lejos la carroza que se tambaleaba sobre el negro sendero y el hombre que continuaba indiferente silbando aquella sonata macabra. La lluvia menuda seguía cayendo sobre aquella triste senda, por donde marchaba aquel viajero desconocido á la madre Tierra, llamado por la muerte, la querida que nunca nos olvida y siempre nos abraza.

Camilo Bargiela.




ArribaAbajoJoventud

DE GABRIEL VICAIRE



Jardí de les englantines
en mon cor cantà matines,

lo jardí ont hem estimat
ara l'he vist emboirat.

Adeu-siau, visions blanques
entre l'verd fosc de les branques,

besos d'amor envolats
com la guatlla dintre'ls blats.

Al, sallanguida, sallanguida,
sen ve l'hora de la vida,

i en lo calzar de los flors
hi van degotan tots plors...

Cercadora d'aventures,
orgull de los criatures,

Verge de lluminós vel
oi que baixareu del cel?

Vosaltres, bones estrelles
per qué clous les parpelles?

Quan la claror de la posta
encen el camp i la costa,

quina pena us torna tristes
i fon vostras amatistas?

Solo veig crepusculs lleugers
entre la clapa de tarongers....

I encara no ho seps compendre?
Aquesta estimada tendra,

aquest tratar de puresa,
aquesta ideal bellesa,

saps qui era? Tu Joventut;
ha passat i l'has perdut.-

Traducció d'E. MOLINE i BROSES.

El próximo número estará dedicado a Puvis de Chavannes, el gran decorador que acaba de perder Francia y el Arte todo; en este número aparecerán trabajos de Gual, Jordá, Rusiñol, Utrillo y otros, con el retrato y reproducciones de cuadros y estudios del gran artista francés; la portada será de Ramón Pichot.



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ArribaAbajoLos anunciadores por René de Maizeroy

He aquí la extraña historia que un día me contó mi amigo Simón Sabionchello en Epidor, sentado en la marmórea columna, ruinas de un arco triunfal, la que tendida entre la hierba le servía de banco en el apacible jardín donde se mezcla el perfume de las rosas con el de las sazonadas frutas, donde el canto de la calandria prisionera, responde al zumbido adormecedor de inumerables abejas; á la hora inefable para recrearse con voz dulce en cosas maravillosas y lejanas, frente á un mar de jacintos y bajo un cielo cuyos matices hacen pensar en turquesas que se extinguen engastadas en oro verdoso de antigua diadema.

*  *  *

Era en tiempos aflictivos, durante el reinado de un desgraciado príncipe á quien el destino perseguía.

Por la mañana y en la indecisa claridad del crepúsculo, cuando las matronas y las doncellas acuden á las fuentes para llenar sus grandes y pintados cántaros, las aguas solo reflejaban semblantes melancólicos, velos de luto... solo escuchan lamentos de corazones desalentados.

Llamas misteriosas rasgan las tinieblas, anunciando de colina en colina las grandes revueltas, las implacables matanzas.

Los cardos, las zarzas, los biburnos surgen de la tierra abandonado, reemplazando á las hermosas espigas del maíz, á los rubios campos de cebada.

Los corazones no osen ya consagrarse á las ternuras nupciales. Las cunas se apolillarían, inservibles envueltas en telaraña.

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Dibujo por W. B. Macdongall

La espumosa agua de los torrentes que desciende de la montaña, arrastra hacia los abismos del Adriático, rojas cadenas de cabezas segadas por el yatagan, banderas de vencidos, guzlas destrozadas.

Y, sin tregua, el ronco estridor de la trompa de los pastores, el redoble del tambor, el clamoreo de las campanas hacían abandonar una á una las moradas, arrastrando allá lejos, fuera de los horizontes familiares, á los ancianos que recomponen las armas, que socorren á los heridos y prodigan prudentes consejos; á los robustos hombres que se baten; a los adolescentes que en las sangrientas brechas esperan impávidos la muerte que les amenaza.

*  *  *

Lejos del mundo, apacible ignorado como una Tebaida pronta á recibir á los peregrinos ávidos de silencio y de reposo, perdida en el fondo de un valle rico y exuberante, teniendo por murallas bosques de laureles-rosa, donde el alma inmortal de Pan cantaba en los gorjeos de los pájaros, en el rumor de los manantiales, en el susurro de las hojas; sonriendo en la brillante luz, despertaba el sueño del Beso en corazones endurecidos para el amor: el pequeño oasis parecía presa miserable que nadie envidia y que preserva de los desastres y del pillaje por su inmemorial pobreza.

Los pardos nubarrones que á veces se amontonan en Occidente cuando la vendimia está próxima, mensajeros de mortífero pedrisco; el impetuoso viento que hinchando las olas pone en peligro de zozobrar á los lanchones de pesca, eran las únicas inquietudes de aquellos humildes pero felices mortales que allí nacían, vivían y morían.

Sabían perfectamente que un cerro les dominaba: en sus cerebros ignorantes é ingénuos, se confundía la idea de un dueño supremo y de la divinidad. Les era imposible afirmar si este rey era el décimo ó el vigésimo de su dinastía, el era un héroe coronado de victorias, si un santo que se consume en meditaciones en solitaria celda, ó un desheredado de la fortuna que apedrearon los rebeldes que un día le elevaran el trono.

Y, las parejas amorosas se deleitaban en ser jóvenes y bellas; se embriagaban en su felicidad sin que jamás un pensamiento de engaño, un cruel adiós de despedida del cual las caricias saben á lágrimas: un rompimiento en que se bebe el caliz de amargura hasta las heces; un destierro donde parece que se dejan trozos del corazón en cada breña del camino, turbasen sus costumbres, sus extasiados idilios.

Sin embargo, la guerra se extendía como mancha de aceite por todo el reino; las derrotas se sucedían unas á otras; los soldados escaseaban después   —045→   de tanta hecatombe, y los reclutadores reales con sus banderas, atabales y pantasanas, invadieron por fin á Epidor, y una tarde reclutaron sin distinción al pescador y al campesino.

Y los sollozos, las maldiciones y la locura invadieron la población.

*  *  *

En el fondo de un barranco sembrado de violetas las pobres gentes habían sido sorprendidas por las hordas salvajes, asesinadas, despojadas de sus rebaños y de cuanto poseían.

Y, oliscando la carnicería impacientes de sellar con sus agudos picos la ópima presa que yacía en los matorrales, congregándose de los cuatro puntos cardinales, acechando con inquietos ojos el último estertor de la agonía, inmóviles en la cima de los árboles, en lo alto de las rocas, los cuervos poco á poco habíanse acercado al montón de cadáveres y encarnizáronse en aquellos rostros desesperados, más blancos que el yeso, en aquellas pupilas empañadas, en aquellos pechos cosidos de heridas.

Pesados y alicaidos, titubeaban, reñían, volateaban ansiosamente, cruzaban el aire desatinados, locos; perseguidos por las sombras de la noche, volvían á caer como si aquellas les hubiesen cerrado el camino del albergue habitual.

De pronto á la tenue luz de las estrellas tus negros plumajes se estremecieron, una soporífera angustia les contrae, les agita, les arranca una prolongada queja.

Los tristes corazones con los que se habían nutrido resucitaban, vibraban, palpitaban en ellos, les impregnaban de nostalgia y de amor, les arrastraban, les guiaban hacia el tranquilo oasis, hacia los bosques de laureles-rosa donde susurran los manantiales, hacia los viñedos desiertos, hacia las adormecidas aguas, hacia Epidor, hacia Aquellas que languidecen en su soledad, que desvarían con los dedos inertes en las lanas de las ruecas, que contaban los días y las horas, que recordaban, dolorosos, inconsolables, la pasada felicidad, las interrumpidas ternuras.

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Ex-libris.

Y á la sonrosada alba naciente, las matronas y las doncellas que se dirigían con paso melancólico y silencioso á las cisternas, se detuvieron aterradas, se persignaron precipitadamente según el rito y de rodillas recitaron las letanías que apartan el demonio y las tentaciones. Sobre el emparrado que cubre las puertas; en los palos de las lanchas; en las cornisas del campanario, grandes cuervos que por un milagro cubrían blancas plumas cual las de la paloma y del cisne, las contemplaban apasionadamente, batían las alas, arrullaban con voces que á todos les perecieron conocidas.

Y, las Amadas escondían el rostro entre sus manos, huían: ellos las perseguían con su vuelo obsesor, con sus gritos lastimeros y las guiaron una á una á los retiros donde ellas se habían comprometido, donde ellas se habían entregado al amor.

Entonces comprendiendo lo que les revelaban esos extraños mensajeros; cansadas de vivir, treparon las infelices las elevadas cumbres que dominan la inmensidad y se arrojaron al abismo.

Y, los níveos cuervos cerníanse y lloraban, azotados por las ráfagas...




ArribaAbajoVersos de Vhland


En el jardín del convento
una novicia camina
pálida, con paso lento;
su faz la luna ilumina,
llora su amor sin aliento.
-Feliz me debo juzgar;
aunque no te hallo en el suelo
podré volverte á adorar,
serás un ángel del cielo,
y á un ángel, bien puedo amar.
Se acerca triste y callada
á una imagen de María,
que por la luna alumbrada,
a la virgen pura envía
paz con su dulce mirada;
mientras á la reina del cielo
contempla puesta de hinojos,
cerró la muerte sus ojos
y en tierra flotó su velo.

(Del alemán).

Próximamente se pondrá en escena en el Teatro Lírico el hermoso poema dramático de Ignacio Iglesias Els primers frets.

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ArribaAbajoEl milagro

DEL ALEMÁN

Salomón, el hijo del rey, en nada creía.

Un día dijo á su maestro:

-Si viera un milagro creería. ¿Has visto tú alguno?

-Sí, -replicó el maestro.

-Cuenta, pues, lo que viste, que la impaciencia me atormenta ya.

-Cierto día presentóse ante mí un enviado de Dios: «Tú quieres ver un milagro y Dios me envía para satisfacer tu deseo.»

Mira -continuó-y verás en qué va a convertirse esta semilla.

Y, abrió un agujero en la tierra y metió en él la semilla. Ví brotar enseguida como por encanto dos pequeñas hojitas que poco á poco fueron creciendo. De pronto distinguí el tallo que engrosaba rápidamente y del tronco ya grande exuberante salieron siete ramitos, como los siete ramos del candelabro del sur.

Y el enviado sonriendo de satisfacción al ver mi asombro dijo:

-Fíjate bien, pues vas á ver nuevos milagros.

De un arroyuelo que á nuestros pies se deslizaba tomó en el hueco de su mano un poco de agua y regó la planta.

Un follaje verde y exuberante se extendió en torno nuestro y un perfume grato se dejó sentir.

Una ráfaga suave de viento agitó las hojas y cayeron entonces á nuestros piés hermosas flores blancas. Levanté la cabeza y ví que pendían del árbol rojos granadas.

Huyó entonces el enviado de Dios, dejándome extasiado en la contemplación de tanta magnificencia.

-Pero -dijo- Salomón con presteza- ¿dónde se encuentra este enviado de Dios? ¿Vive aún? Quiero verle; quizás entonces creeré.

-Hijo de David, -repuso el maestro,- acabo de contarte un sueño.

-¿Luego, me has engañado?

-No, tiende la vista á tu alrededor y contempla la naturaleza. ¿No sucede lo mismo en cada planta, en cada árbol, en cada flor?

-Naturalmente, pero á fuerza de tiempo muy despacio.

-¿Acaso no es milagro porque la operación se realiza poco á poco y á fuerza de tiempo? Procura, Salomón, conocer la naturaleza y su acción y cuando la conozcas creerás en Dios y no te atormentará el deseo de ver milagros.

Krunmacher.




ArribaAbajoConcierto Malats

El domingo próximo pasado asistimos al concierto que dió el pianista don Joaquín Malats en el teatro Lírico. Ejecutó el siguiente programa:

Primera parte: Concierto en Sib (Mozart). Allegro. -Andante. -Allegro.

Segunda parte: Fantasía (Chopin). -En courant (Godard). -Menuet (Fischhof). -Les Myrilles (Dubois). -Rapsodia n.º 13 (Liszt).

Tercera parte: concierto en Sol menor (Saint Saens). Andante sostenuto. -Allegro scherzando. -Presto.

En todas estas obras pudo lucir Malats su especialidad, que tanto le aplaudió el auditorio que asistió á la sesión. Allí lució Malats aquella ejecución de hábil concertista que conoce todos los secretos para producir efectos deslumbradores en las obras que ejecuta; aquella ejecución que tan difícil es de adquirir y que le ha costado á él un continuado estudio durante un buen número de años que ha pasado en París al lado de los más eminentes maestros del piano, de los cuales ha sabido cojer una escuela correcta.

El público recibió el domingo a Malats como recibe á todos los que vienen precedidos de una fama conquistada en los periódicos extranjeros, esto es, dispensándole una ovación ruidosa, que demostró evidentemente cuánto gusta aquí el género de música que ejecutó; sobre todo lo de Godard, Fischhof, Dubois, Liszt y las obras que tocó fuera de programa. Mucho más hubiésemos preferido verle entusiasmado en el concierto de Mozart, de la primera parte, donde hay bellezas encantadoras que pasaron desapercibidas y que en conjunto constituyen una de los obras más inspiradas del clásico maestro.

Nosotros desde este periódico felicitamos á Malats por la buena acogido que ha tenido en Barcelona, deseando que continúe sus tareas con el mismo entusiasmo de ahora y procurando siempre, por el bien del verdadero arte y sobre todo de nuestro público, que tanto necesita que se ilustre en lo que cree estar ya ilustrado.



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ArribaAbajoApuntes histórico-musicales

(Continuación)

La idea de los instrumentos de viento la dió, según Diodoro, el sonido que produjo el aire al pasar por cañas cortadas.

Desde Moisés, la música tiene importantísima parte en las ceremonias religiosas de los hebreos.

David la perfeccionó introduciendo breves reformas que continuó con ardor sin igual su hijo Salomón.

En aquella época empezaban á conocerse el arpa, que David dominaba notablemente, el salterio, la cítara, la corneta, la trompeta, los platillos y el tamboril.

Los profetas hebreos decían sus profecías en música, y los sacerdotes debían ser necesariamente músicos.

Los hebreos empleaban la música no solo en sus ceremonias sagradas sino también en la guerra.

El sentimiento musical entre los hebreos decayó apenas nacido; pues cuando la cautividad de los judíos en Babilonia se había ya olvidado todo lo concerniente á música.

II

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Sistro

El antiguo Egipto está considerado como origen de los conocimientos musicales que primitivamente se esparcieron por Europa.

Para los egipcios la música constituía un hábito, pues la empleaban en todos los actos de su vida.

Según Mr. Fétis, los inmensos trabajos mecánicos realizados por los egipcios en una época en que las ciencias todas, distaban mucho de haber llegado á un mediano desarrollo, débense en gran parte á la benéfica influencia de la música; pues los esclavos egipcios acompañaban sus trabajos de cadenciosos é interminables cantos. No se asegura, no obstante, que los egipcios introdujesen los primeros rudimentos de música en Europa, pero es muy posible que se deba á ellos la invención de el darabuka, especie de pandereta; la doble flauta; el sistro, salterio, trígono ó arpa triangular; la lira; la cítara, especie de lira; el arpa de diez y catorce cuerdas, etc...

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Arpa triangular

Lo mismo que los hebreos, usaban también la música en la guerra. Los progresos musicales de los egipcios fueron muchos y rápidos.

En tiempo de Ptolomeo Filadelfo la música había hecho tan grandes adelantos, que, según descripción de Ateneo, en una bacanal celebrada en aquella época se pudieron contar hasta mil músicos aproximadamente.

El último de los Ptolomeos, padre de Cleopatra, era aficionadísimo á la música hasta el extremo de dedicar bastante tiempo al estudio de la flauta, por lo cual diéronle el sobrenombre de Auletes, flautista.

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Los indios atribuyen la invención (?) de la música á Brahma. Nared, á quien ellos creen hijo suyo, fué el primero en propagar el arte musical entre ellos. Antiguas tradiciones nos dicen que á él se debe la invención del vina, instrumento compuesto de: un bambú de uno 0'10 metros diámetro por un metro aproximadamente de largo; dos grandes calabazas y siete cuerdas. Las dos calabazas van unidas á los extremos del bambú de manera que sobren por cada lado unos 0'12 metros que se utilizan para fijar las cuerdas y para las clavijas.

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Arpa de diez cuerdas

Al conocer el estado de civilización y modo de ser de los habitantes del África Tropical, es imposible creer hasta qué punto ha tomado allí incremento la música.

Tienen infinidad de instrumentos; de percusión los más.

Entre los más usados cuéntase el gomo ó tambor, compuesto de una especie de cilindro hueco, terminado casi en punta por la parte inferior. La relación entre la base y la altura de este cilindro es generalmente de 1 á 8, resultando un instrumento bastante largo.

Existen ejemplares que miden 1'56 metros. La parte superior está recubierta de piel de cabra, raspada.

Válense para tocarlo de los puños, produciendo como es natural un ruido muy oscuro.

N. I. N.

Próximamente el Sr. Nin y Castellanos dará en el salón de cátedras del Ateneo una sesión íntima de música, cuyo programa entre otras novedades contiene la de estrenar obras de los maestros Gay, Millet y Morera.

Hemos visto litografiados los carteles del señor Casas, premiados en el último concurso abierto por el Sr. Bosch, propietario de Anís del mono.

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