El título
que se le ha dado a esta octava real, en realidad, no corresponde
con el contenido de la misma. «El
maná, miel y leche, de los higos, / lluevo sobre la luz
[...]»
, y provoca un error ortográfico para captar
nuestra atención y polémica. La primera
edición salió con el verbo en presente
llueve. Luego en la hoja aclaratoria de «algunas
erratas» o fe de erratas, aparece: lluevo, como
verbo intransitivo en primera persona del singular. En la
Edición de Losada de 1963, parece llueve, que
sería lo correcto, ahora bien, hay que respetar la voluntad
del poeta y entender el sentido de que es él quien hace
llover En «dios con calzones»
,
que en principio nos podría parecer una venial blasfemia, no
lo es, ya que como se puede ver, el nombre de dios aparece en
minúscula, en contraposición a la octava anterior que
aparece Dios con mayúscula. Este es sin duda un dios menor,
andrógeno con calzones.
Por lo expuesto, y a riesgo de equivocarme, y discrepando de otras doctas opiniones, este dios con calzones no es otro que el padre del poeta. Es conocido el evidente resentimiento entre Miguel y su padre, además de los malos tratos físicos y psíquicos que recibió durante su niñez (traumas como haberle sacado del colegio de los jesuitas a los 14 años y medio para ponerlo a trabajar con el ganado)42. Dedicado al pastoreo y al reparto de la leche.
Este: (Yo: Dios), es el padre del poeta, evidentemente, convertido en un padre autoritario de la época caciquil, ejercía su autoridad con omnipotencia. Este pequeño empresario caprino se relacionaba con otros empresarios del Casino de Orihuela, además de tener relaciones con Bancos y Cajas para sus operaciones mercantiles. Padres antiguos a los que, en aquellos años, se les hablada de usted, y cuyas órdenes no se cuestionaban.
Podemos indagar
más detenidamente en otras metáforas como «para un pueblo israelita de mendigos /
niños, moiseses rubios en cantones; / ángeles que
simulan las pasiones/»
. El padre es el patriarca, el jefe
de una tribu de «israelitas de mendigos
/ niños»
: (Vicente y Miguel). Pues evidentemente
los niños trabajadores, sometidos a la explotación de
los padres o patrones, no son sino niños mendigos,
descalzos, hambrientos: «ángeles
que simulan las pasiones»
. Es cierto que los
niños, como no conocen otro mundo, parecen contentos en su
explotación infantil, simulando las pasiones, los
sufrimientos, las penalidades. Esta conciencia la tenía
asumida Miguel, como escribiría después en «El
niño yuntero» «Carne de
yugo [...]»
.
«Moiseses rubios en cantones»
, son que
los ángeles rubios pintados en las esquinas o ángulos
(cantones) de cuadros religiosos, sobre todo Inmaculadas. La
iglesia de Santo Domingo43,
de estilo barroco, portada del s. XVII
de Pedro Juan Codoñer, el interior fue decorado a finales de
s. XVII y primeros del XVIII, con
similitud a una capilla sixtina, donde podemos admirar
ángeles a los que por su posición aérea o
escorzo en los techos, a casi todos se le ve los ombligos. La
alusión a moiseses es evidente que se refiere a
Moisés salvado de las aguas del Nilo. Dedicada al pintor
Rafael González Sáenz que le hizo el retrato al
carboncillo para ilustrar Perito...