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-206r-



ArribaAbajoCanto vigésimo quinto


En que se trata de la junta que hizo Ibitupué y asaltos que los suyos dieron en tierra del Perú, del acuerdo del Audiencia de los Charcas y de un temblor terrible en Lima


    No vemos ser seguro a lo presente
curar de proveer sin advertencia
a lo futuro y tiempo subsecuente;
mayormente que vemos en presencia
pronosticarse el caso que está ausente.  9605
Y así mirarlo todo es providencia
a nuestro Dios Eterno atribuida,
que de un fin toca al otro sin medida.

    El de Toledo dije cómo había
por coger a don Diego hecho guerra  9610
al indio guaraní, que residía
metido en la aspereza de la sierra.
Saliendo con su intento se volvía
sin dejar sosegada aquella tierra,
mas antes con razón más levantada  9615
por ver aquesta parte acobardada.
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-206v-

    Ibitupué, el astuto y cauteloso,
con ánimo feroz junta, pregona
y manda, como hombre poderoso,
que venga en general toda persona.  9620
El ser tenido ya por dadivoso,
y que a trabajo alguno no perdona,
le hace al Guaraní venga contento
a la presente junta y llamamiento.

    Con gente acompañado, y pecho fiero,  9625
a la junta ha venido Condurillo;
el viejo Tabobá, gran carnicero,
también alegre viene con su aíllo;
Marucaré, su antiguo compañero,
procura con sus fuerzas de seguillo  9630
con toda la demás canalla fiera
que vive por la sierra y cordillera.

    En un prado apacible y muy ameno
Ibitupué tenía aparejado
de flores olorosas todo lleno  9635
y de muy frescas aguas rodeado.
Tendidos por la yerba y por el heno,
se comenzó el convite, y ha durado
desde el hora de prima hasta nona,
mas ninguno escapó sin maza y mona.  9640
-207r-

    Había mucha caza regalada,
perdices, pavas, aves muy sabrosas,
venados, avestruces, que salada
su carne es buena y sana, muy gustosa;
y dulces frutas, que hay una apropiada  9645
a guinda, yaracaes olorosas,
guembes, ivaviraes en gran suma,
a rodo los pescados, como espuma.
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    El vino de maíz y de algarroba,
de molles y de murta bien obrado,  9650
seguro que bebían casi arroba,
que media a cada cual le estaba dado.
Uno habla en latín, el otro troba,
otro habla español y vascongado;
mas todos para un fin se concertaban,  9655
y aunque borrachos, todos atinaban.

    Ibitupué habló de esta manera,
aunque hecho botija y grande cuero:
«Metidos en la fuerte cordillera,
ni Rey, ni Roque hay, por muy guerrero  9660
que sea, que nos pueda echar afuera.
Yo solo, con un solo compañero,
me atrevo a defender siempre la entrada,
aunque venga el Perú de mano armada.
-207v-

    »Lo que conviene agora que se haga,  9665
pues que el Virrey se puso a darnos pena,
que cada cual por sí se satisfaga,
según su coyuntura fuere buena.
Quien muerte dar pudiera no dé llaga,
y salga cada cual con buena estrena  9670
al camino, a vengarse por sus manos,
matando estos soberbios castellanos.

    »Yo tengo nueva cierta cómo viene
doña María de Angulo y doña Elvira.
La muerte merecida bien la tiene».  9675
El arco demandó, una flecha tira,
diciendo: «Justo es mi fama suene».
A dó cae la flecha el indio mira;
agüero es, que si cae bien derecha
su cosa tiene el indio ya por hecha.  9680
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    Al punto que tiró, viendo en el suelo
la flecha estar en alto levantada,
los indios levantaron hasta el cielo
la voz, que es su costumbre muy usada.
Ibitupué, ya libre de recelo,  9685
con muy soberbia voz apresurada,
«Perezca», dice, «luego la memoria
del cristiano, y conózcase mi gloria».
-208r-

    Aún no acababa bien estas razones,
y un indio cano viejo se levanta,  9690
que aunque en la junta estaba, y escuadrones,
su vida es diferente y aun espanta.
El caso que diré yo sin ficciones
será, que aunque mi musa en verso canta,
escribo la verdad de lo que he oído  9695
y visto por mis ojos y servido.

    El viejo con modestia así decía,
pidiendo que atención le sea prestada:
«Sabed, hermanos míos, que venía
una hija que tengo, muy amada,  9700
de guardar mi ganado el otro día
con una cruz muy bella agraciada.
Y yo le pregunté ¿qué cruz es ésta?
Y oíd de la doncella la respuesta.

    »“Estando recogiendo159 yo el ganado,  9705
ya que la obscura noche se acercaba,
mi corazón en alto levantado
en el criador de todo contemplaba,
y habiéndole en mi pecho gracias dado
por ver cómo doncella me guardaba,  9710
un hombre se me puso por delante
de bella compostura y bel semblante.
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-208v-

    »”El hombre me habló desta manera:
‘Doncella, pues que a Dios con pecho llano
adoras, determina estar entera  9715
en tu virginidad, que el Soberano
de ti se acordará en la hora postrera’.
Diciendo esto tendió su diestra mano,
y diome aquesta cruz, de quien yo creo
que es don de mi descanso y mi deseo”160.  9720

    »Esta mi hija dice por momentos
que Dios se ha de enojar si a los cristianos
hacemos mal y damos descontentos,
y que antes los queramos como a hermanos,
recibiendo sus Santos Sacramentos».  9725
Apenas ha hablado, y los insanos,
vencidos de sus malas pretensiones,
al viejo dieron muchos bofetones.

    El gran cacique dice en su tiana
que al viejo dejen ya, porque delira,  9730
y su hija es doncella muy liviana
y que a invenciones tales siempre aspira.
Cesole de herir el Chiriguana,
que estaba ya encendido en pura ira,
que no dudo yo cierto, si no fuera  9735
por el cacique, en breve allí muriera.
-209r-

    Al fin, por loco viejo le dejaron,
y su junta con la fiesta celebrada,
a sus tierras y casas se tornaron
con la cosa en la junta concertada.  9740
Y luego en los caminos acecharon
la gente que pasaba desmandada,
y crudo sacrificio cada día
de la gente española se hacía.
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    A frailes y soldados, que salían  9745
de Santa Cruz, mataron crudamente;
a chácaras y valles se venían,
adonde cautivaban mucha gente,
de suerte que el estrago que hacían
causaba gran temor al más valiente.  9750
Hernando Salazar entrar procura,
y oíd una desdicha y desventura.

    Después de aquel dislate y alzamiento,
que en la Asumpción, dijimos, fue imputado
a Mendoza, se hizo un casamiento,  9755
en que con doña Elvira (degollado
su padre) un caballero de talento
casó, Nuño de Chaves fue llamado,
hombre feroz, valiente y animoso,
y nada de peligros temeroso.  9760
-209v-

    Aquéste a Santa Cruz pobló primero,
y a los Charcas salió, do la obediencia
de lo poblado dio este caballero
al Presidente, Oidores de la Audiencia.
Entre los indios era carnicero,  9765
por donde le pagaron su impaciencia
en Boitimí, que el pueblo así se llama,
al pie de un alto cerro de gran fama.

    Añapureytá el cerro tiene nombre161,
a donde el Diablo canta decir quiere.  9770
No osa en él subir cualquiera hombre,
que el que sube, de espanto, dicen, muere.
Y porque, si más digo, no se asombre
quien cosas de admirar aquí leyere,
no quiero más decir de aqueste perro,  9775
y creo que en callarlo poco yerro.
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    Viuda doña Elvira, pues, y sido
de don Diego el dislate ya contado,
con su madre al Perú hubo salido,
que así por el Virrey les fue mandado.  9780
A España el de Toledo siendo ido,
a Santa Cruz volver han procurado;
Hernando Salazar lleva la guía
de los treinta que van en compañía.
-210r-

    En un paso se ponen peligroso  9785
los indios Chiriguanos en celada.
El español del daño receloso
no fue, que si supieran la emboscada
no fuera el mal suceso tan dañoso.
Mas no siendo la cosa bien pensada,  9790
sucede contra el voto y lo pensado,
y luego se atribuye al triste hado.

    El buen hado es Divina Providencia,
servir el hombre a Dios con mucho tino,
poner en todas cosas diligencia  9795
y no faltar en medio del camino.
Si Salazar tuviera la advertencia
que aquí digo, bien cierto yo imagino
que no murieran nueve que, pensando
no haber peligro, iban caminando.  9800

    La gente va marchando, pero viendo
que los tristes, que fueron delanteros,
murieron, del negocio se temiendo,
quisieran hallar todos agujeros.
Salazar desmayó, que va rigiendo,  9805
desmayan los soldados compañeros,
que tantas flechas ven venir lloviendo
que la tierra con ellas van cubriendo.
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-210v-

    Fenece aquí la triste su triste hora,
cubierta de mil flechas y arpones,  9810
doña María de Angulo, causadora
de motines, revueltas y pasiones,
amiga de mandar, y tan señora
que con todos tramaba disensiones.
Su nieta doña Elvira, mal herida,  9815
quedaba entre las yerbas escondida.

    Doña Elvira su madre con recelo
procura por su hija; pero viendo
que no parece, grita hacia el cielo,
sus dorados cabellos descogiendo.  9820
Soleto resolvió con grande duelo,
y entre los Chiriguanas se metiendo,
sacaba a la doncella, aunque llovían
las flechas ya sobre él que le cubrían.

    Tras ellos la victoria van gozosos  9825
los bárbaros siguiendo grande trecho.
Como corderos mansos temerosos,
los nuestros el huir por gran provecho
juzgaban; mas los indios, codiciosos
del interés, curaron muy de hecho  9830
a partido venir con los cristianos,
y así se les hinchieron bien las manos.
-211r-

    Doña Elvira en aquesto el todo ha sido,
que con dulces palabras les hablaba,
y como en la Asumpción hubo nacido,  9835
la lengua Guaraní bien pronunciaba.
Al fin con interés se han convencido,
y el rescate con sobra se les daba,
de suerte que cesaron de la guerra
y ayudan a pasar el agra sierra.  9840
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    Sabido acá en los Charcas, fue acordado
hacer guerra cruel al Chiriguana.
El caso de esta suerte se ha ordenado,
que el Presidente tiene buena gana,
y así con grande ardid al que es soldado  9845
la voluntad en esto bien le gana
y hácele merced en cuanto quiera
porque entre en la jornada y cordillera.

    Don Lorenzo Suárez Figueroa
salió de Santa Cruz, que es de la Sierra,  9850
hombre de grandes prendas, y de loa,
y que merece más que aquella tierra.
Con gran solicitud pone la proa,
queriendo al Chiriguana hacer guerra.
Es General de toda la campaña  9855
de Córdoba la Llana en nuestra España.
-211v-

    El Conde del Villar en esto viene
por Virrey, y pensaron que hiciera
la guerra; empero, dicen, le conviene
dejarse de esta guerra y cordillera,  9860
que nuevas de Francisco Drake tiene,
que viene muy pujante en gran manera.
Dirase en su lugar, porque es flagelo
que por castigo envía Dios del Cielo.

    Con esto estaba el Conde tan medroso  9865
que sólo de escribirlo tengo miedo.
Parece aqueste caso milagroso,
que estaba el Perú todo, decir puedo,
sin contento, sosiego, ni reposo,
y estábase el inglés allá muy ledo.  9870
Juicios son de Dios muy encumbrados
y no de todos hombres alcanzados.
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    El Virrey al Callao va, y se aplica
a hacer a gran priesa un grande fuerte.
Con muchos el negocio comunica,  9875
mas no responden todos de una suerte;
por esta causa el Conde no fabrica,
que tiene gran deseo que se acierte;
y toma en la consulta allí la mano,
y habla de esta suerte un trujillano.  9880
-212r-

    Don Luis Sotomayor, «¿De qué aprovecha
el fuerte», dice, «en tierra, donde puede
tomar el enemigo cualquier trecha
sin que en manera alguna se le vede
del fuerte? Lo mejor es que bien hecha  9885
le sea, con la gente que aquí quede,
la guerra al enemigo, si viniere,
con fuerza lo mejor que ser pudiere».

    Estando desta suerte recelosos
de Francisco, sucede, ¡oh cosa extraña!,  9890
un caso entre los casos temerosos,
de Dios castigo, y muestra de la saña
que tiene con los hombres flagiciosos.
La mar salió de curso, y así baña
el puerto del Callao, y la marina,  9895
y gran parte del pueblo cae con ruina.

    Bramaba con bramidos la mar brava,
la obscura y triste noche entristecía,
las crines y cabellos erizaba,
el alma y corazón amortecía;  9900
el sexo femenil que lamentaba,
en aprieto y angustia más ponía,
lágrimas, y sollozos, y gemidos,
suspiros, gritos, llantos, alaridos.
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-212v-

    En poco estuvo el Conde de perderse,  9905
y al fin salió, huyendo el aposento;
a Santo Domingo va a refugiarse,
do llevan de la iglesia el Sacramento;
después, por más seguro guarecerse,
en el campo la noche hizo asiento.  9910
Y oíd lo que pasaba en esto en Lima,
que sólo referirlo causa grima.

    Es Lima una ciudad, bella, galana,
de edificios hermosos y graciosos,
apenas veréis casa sin ventana,  9915
los altos por de fuera no vistosos,
que cubiertos están a estera vana;
de dentro empero son maravillosos,
que como nunca llueve por semejas,
no curan de poner sobre ellos tejas.  9920

    Con quietud se vive, y en consuelo,
sin pena, sin dolor y sin tristeza,
que no dura jamás el triste duelo,
que es Lima del Perú flor y belleza.
Sereno está, apacible y claro el cielo,  9925
en un ser uniforme y gran firmeza,
y aunque ha habido temblores muchas veces,
más ha sido el ruido que las nueces.
-213r-

    Empero en este trance tan terrible
exceden ya las nueces al ruido.  9930
Negocio al parecer muy increíble,
que hace salga el hombre de sentido.
A muchos pareció ser imposible
haber por natural acontecido
sin que causa secreta interviniese  9935
y con rigor la mano entrometiese162.
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    A prima de la noche muy obscura
la ruina sucedió con temblor crudo;
no está ni puede estar casa segura,
ni el hombre defenderse con escudo,  9940
si Dios, que es propia guarda, no procura
guardarnos; pues aquesto sólo pudo
dejar de aquesta suerte castigada
a Lima con su gente amedrentada.

    Cayéronse las casas más lustrosas,  9945
los templos y las más ricas capillas,
que allí muestra las manos poderosas
y hace muy mayores maravillas.
El alto donde hay fuerzas belicosas,
en freno quebrantando las mejillas  9950
de aquellos que procuran alejarse
de su divino bien, y no acercarse.
-213v-

    A Lucifer soberbio, jactancioso,
que a la mañana fresca relucía,
al infierno en tinieblas temeroso,  9955
condenado en perpetuo Dios le envía.
Aquel rico avariento codicioso,
allá desea gustar del agua fría;
el poderoso Rey fue convertido
en bestia, y heno y yerbas ha pacido.  9960

    A la bendita Virgen soberana,
espejo de humildad y de pureza,
la vemos por la fe como mañana
y aurora, coronada de belleza.
A Lázaro se dio de buena gana  9965
el premio de su pobre y vil pobreza,
al manso Rey David dio Dios el cielo,
que manso fue, aunque Rey, en este suelo.
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    Al fin pues el temblor que voy contando
las casas desbarata más fornidas,  9970
echando por el suelo y derrocando
las torres muy hermosas y lucidas;
a las calles se salen suspirando
las damas, de temor amortecidas
quedaban, que era lástima mirarlas,  9975
y más que no hay quien pueda consolarlas.
-214r-

    Quedó de este temblor tan arruinada
y tan perdida Lima, que ponía
espanto nuevo en verla mal parada,
que piedra sobre piedra no tenía.  9980
Hallábase en la calle sin posada
quien bella casa antes poseía,
y todos, como dicen, a la luna
quedaron en la prueba de fortuna.

    Cuál hizo habitación con una estera,  9985
el otro con un toldo pone tienda,
y con una tristeza lastimera
recoge lo que puede de su hacienda;
a todos parecía la hora postrera.
Madeja muy revuelta era sin cuenda,  9990
y el cabo no se halla, aunque se busca,
que todos andan hechos chacorrusca.

    El Visorrey se va con los Oidores
a San Francisco, y hacen el Audiencia
en toldos, que aposentos los mejores  9995
tuvieron muy menor la resistencia.
Dejémoslos aquí, frailes menores,
metidos en clausura y obediencia,
que Candish andaba agora muy envuelto
en el Estrecho y sur, y el diablo suelto.  10000
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-214v-



ArribaAbajoCanto vigésimo sexto


Cómo el capitán Tomás Candish, señor de Mitiley, salió de Inglaterra, y atravesó el Estrecho de Magallanes, y tomó tierra en la Puná y Paita en el Perú, y de vuelta tomó un navío que venía de la China


    La pérfida de sí misma olvidada,
de la insigne y famosa Inglaterra,
Isabela, la Reina depravada
en la Fe (que con Cristo nos encierra
en el aprisco y choza consagrada),  10005
procura en tanto grado hacer guerra
a nuestro gran Filipo, que cuajado
el mar trae de corsarios su mandado.

    A un Tomás Candish, muy orgulloso,
con armada despacha, pretendiendo  10010
que fuese como Drake venturoso.
A tiempo fue que vide estremeciendo
de temor al Perú, y receloso.
De Chile va la nueva discurriendo163,
pensábamos ser Drake el que venía,  10015
y tal era la fama que corría.
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-215r-

    Entre soldados, gente desalmada,
por trisca se decía que, sabido
de Drake, sea la nueva bien llegada:
quizá que mudaremos el vestido,  10020
que nuestra profesión no está estimada
no andando el enemigo embravecido.
Viniendo, pues, aqueste luterano,
podranos suceder dichosa mano.

    Yo vide en Chuquisaca alborotada  10025
la cosa, y el Audiencia despachando
a Lima van correos; resguardada
la costa, presto fue gente juntando,
el Conde del Villar, de mano armada
con muchas prevenciones, procurando  10030
guardar al gran Señor su tierra sana,
aunque venga la Reina luterana164.

    Aquí dejar agora yo no puedo
de decir, y tocar muy brevemente,
una maldad diabólica y enredo  10035
que el demonio fraguó165 entre aquella gente
indiana, que en pensarlo sólo quedo
confuso y ajenado de mi mente;
que una carta a los ingleses escribieron,
y en ella estas razones les166 dijeron.  10040
-215v-

    «Ilustres mis señores luteranos,
venid, porque os estamos esperando,
que queremos serviros como a hermanos,
vuestras cosas contino sustentando».
Estas cartas vinieron a las manos  10045
de la justicia, el caso procurando.
Los indios que hallaron ser culpados,
públicamente fueron castigados.
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    Tomás Candish pasó bien el Estrecho,
mas no tomó jamás en Chile puerto,  10050
que piensa de hacer mejor su hecho
hallando algún navío sin concierto.
Guiado de interés en su provecho,
de la costa el camino lleva cierto
al puerto Arica, mal fortalecido,  10055
y oíd cómo la cosa ha sucedido.

    En este tiempo estaba gran riqueza
de barras en la playa, y por el llano
la gente acude luego con presteza,
y viendo que surgía el luterano,  10060
sacaron fuerzas, todos, de flaqueza,
pensando de probar allí la mano.
Los hombres con las armas acudieron,
las mujeres también allí salieron.
-216r-

    De sus paños y tocas las banderas167  10065
al aire desplegaban a menudo;
las mismas que salían las primeras,
tornaban a salir, y nunca pudo
el inglés entender estas quimeras;
que guarda Dios, si quiere, sin escudo,  10070
y donde él no envía sus favores,
en balde son humanos guardadores.

    A no caer el inglés en el engaño
que causan con banderas y alboroto,
hiciera en aquel puerto mucho daño,  10075
y fuera el miserable puerto roto.
Milagro fue, sin duda, y caso extraño,
estarse el enemigo algo remoto
de tierra por tres días, contemplando
lo que está nuestra gente maquinando.  10080
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    Al cabo de tres días, receloso
de que la gente está fortalecida,
levó ferro con furia, deseoso
de hallar dó pillar en su corrida.
Por el paraje pasa, presuroso,  10085
de Lima, do la cosa conocida,
el Conde del Villar a Pedro Arana
tras él envía con gente muy lozana.
-216v-

    El enemigo yendo navegando,
y tomando un navío en el camino,  10090
aquello que le agrada más robando,
al piloto llevarle le convino.
A la Puná su rumbo enderezando,
que allí lleva su proa y su designo,
llegó estando todos descuidados,  10095
por donde fueron presto saqueados.

    En Guayaquil en arma se pusieron,
sabiendo que el inglés allí ha llegado.
A la Puná en breve descendieron.
También en Quito, el caso relatado,  10100
Capitán y soldados proveyeron.
Y habiendo a la Puná todos llegado,
las dos cabezas mal se concertaban,
por donde más erraban que acertaban.

    De Guayaquil Reinoso había salido,  10105
el cual por el Virrey allí mandaba.
De Quito el que salió ha pretendido
mandar aquí, diciendo que llevaba
del Audiencia poder, do fue elegido.
Así la cosa a tuerto se guiaba.  10110
Tengamos, dice el uno, aquí sosiego;
el otro dice, marchen todos luego.
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-217r-

    Con toda su tardanza al fin llegaron
a la Puná, do estando descuidada
la gente inglesa ellos comenzaron  10115
a darles una grande rociada;
mataron veinte, dos les cautivaron.
La gente inglesa así desbaratada
recógese huyendo a una montaña,
los nuestros se están quedos en campaña.  10120

    De los navíos jugando artillería,
el enemigo a los nuestros daño hace
con su grave, importuna batería;
en breve nuestro campo se deshace.
A lo alto de un cerro se subía,  10125
de lo cual al inglés mucho le place,
que viendo a los cristianos retirarse,
en su lancha procuran embarcarse.

    Quemó aquí un navío el luterano
de los tres que traía, y a gran priesa  10130
se leva a la mañana muy temprano,
y a Paita sin parar presto atraviesa.
Al piloto echa en tierra de su mano,
a los de Paita enviando su promesa
de seguro, mas ellos no quisieron  10135
concierto, sino al monte se huyeron.
-217v-

    Saltó el inglés en tierra, y al poblado
llegó con furia cruel y repentina;
y como le ha hallado despoblado,
con su rabia diabólica y maligna  10140
a una santa cruz ha escopetado;
robando lo que halla allí, camina.
El piloto quedó allí abscondido,
que al alto con los nuestros se ha subido.
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    Arana, que venía muy pujante  10145
con dos fuertes y bellos galeones,
con una veloz lancha de delante,
allega a Manta. Salen escuadrones
(pensando ser inglés), en un instante
cien soldados estaban chapetones,  10150
cincuenta vaqueanos, que Alvarado
al punto los ofrece de buen grado.

    Arana le responde que su mano
y diestra sola basta con su gente
contra el poder y fuerza del tirano,  10155
que no quiere socorro de presente.
La costa corre toda el luterano,
Arana se volvió muy diligente
aunque de Nueva España se le envía
aviso de que está en una bahía.  10160
-218r-

    Candish muy a su gusto a dar carena
se mete en la bahía, que le place,
sin temer de que cosa le dé pena,
refresco toma, y agua y leña hace.
Su gente de dolor quita y ajena  10165
con la ocasión presente se rehace,
y en la primera al viento vela dando,
la costa de la China va bojando.

    De vuelta de la China, muy cargada
encuentra una nave de tesoro;  10170
a su dicción y mando fue entregada
con suspiros y lágrimas y lloro.
En breve ha sido toda despojada
de sedas, brocateles y fino oro.
Un clérigo allí viene enriquecido,  10175
que en verse así robado está afligido.
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    De su plata y tesoro codicioso,
con ánimo también de hacer hecho
de memorable fama y honroso,
al peligro constante puso el pecho.  10180
A sus amigos dice: «Poderoso
con vosotros me siento y satisfecho,
si queréis ayudarme, mis hermanos,
contra aquestos soberbios luteranos.
-218v-

    »Probemos, si os parece bien, la mano,  10185
y en tiempo que del sueño estén vencidos,
acuda cada cual a su tirano,
de suerte que la muerte adormecidos
los coja, con favor del Soberano.
Pues son sus enemigos conocidos,  10190
favor nos dará Dios, pues que bien puede,
para que con la vida nadie quede».

    No pudo ser secreto este concierto,
alguno al Capitán lo ha revelado,
y como fue en fuerte hora descubierto,  10195
al clérigo de un mástil ha colgado.
Volviose sin tomar Candish más puerto,
habiendo todo el Orbe rodeado,
y entró en Inglaterra poderoso,
muy rico, muy contento y muy gozoso.  10200

    La Reina luterana, como vido
el valor de Candish y su ventura,
y el Diablo que también su tela ha urdido,
despachan a Candish, el cual procura
de la ocasión ya ser favorecido,  10205
parécele gozar la coyuntura.
Salió de Inglaterra con pujanza,
diré lo que sucede en otra estanza.
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-219r-



ArribaAbajoCanto vigésimo séptimo


En este canto se trata de la toma y robo del puerto de Santos y San Vicente, y de los insultos y maldades que allí hizo el capitán Tomás Candish, Señor de Mitiley y Capitán General de la Reina de Inglaterra


    Si solo viene el mal, decir se suele
bien vengas mal; mas siendo acompañado,  10210
más grave es el segundo, y aún más duele
el golpe cuando viene redoblado.
La carne más machuca, y más la muele,
por hallar el lugar ya maculado;
y al fin duran las penas y cuidados  10215
cuando los males son más frecuentados.

    La presa de Candish ya recontada,
que hizo en el navío de la China,
tuviéramos por bien, si de llegada
en su tierra parara; mas camina  10220
de vuelta, con muy gruesa y bella armada.
La línea atravesando, determina
tomar tierra brasílica, y llegando
la costa toda iba demarcando.
—360→
-219v-

    Tomó algunos navíos en la costa,  10225
y entre ellos a un Marquina, que ha venido
de Potosí con plata, por la posta,
por gozar de la nata, que ha tenido
aquel trato, aunque a él le entrara en costa,
que mucha mercancía le ha cogido  10230
Candish; con solos negros le dejaba,
con que viviendo rico se juzgaba.

    Aquí tomó un piloto que le guía,
Jorge Luis se llama. Como vido
el inglés que piloto ya tenía  10235
a su gusto, y la tierra ha conocido,
y que tomarla bien le convenía,
a su almirante Gallo ha cometido
con el piloto el caso; los dos fueron
a Santos, y en el puerto se metieron.  10240

    Paz, paz, entran diciendo con voz alta,
el nombre don Antonio y apellido
invocan, que no hizo alguna falta
a su negocio; luego el afligido
y triste pueblo, viendo cómo falta  10245
la fuerza, a su dicción quedó rendido.
Un mancebo murió, que resistía;
Machado lo causó, bien se decía.
-220r-

    Era juez entonces un Machado,
y dicen que bien pudo, si quisiera,  10250
que del inglés no fuese saqueado
el pueblo, y el mancebo que saliera
con arco y flechas de otros ayudado
bien fuera, si Machado no impidiera,
y en breve mucha gente se juntara,  10255
conque el inglés victoria no cantara.
—361→

    Mas viéndose el inglés favorecido
con palabras de amor y fingimiento,
después de haber el mozo mal herido
caído muerto, dice muy contento:  10260
«Ninguno quiero sea aquí ofendido,
ni tal me pasara por pensamiento,
que sólo proveernos de comida
pretendemos pasando de corrida».

    Con esto aquella gente miserable  10265
en la iglesia se estaba; el adversario
la cerca, ya es el caso irreparable.
Entrando, matar quiere allí al vicario
y a un fraile, caso horrendo y detestable,
que el templo profanando el temerario,  10270
imágenes, reliquias de consuelo,
con irrisión echaba por el suelo.
-220v-

    Prendió los principales, desnudando
a todos cuantos pudo aquella hita,
las casas por el suelo derribando,  10275
las tablas y madera y palos quita.
Y luego, por la tierra caminando,
en San Vicente se entra, dando grita;
asuélalo también en un momento.
En esto entra Candish con gran contento.  10280

    Estando en esta isla apoderado,
procura embarcación muy conveniente
hacer, porque tenía buen recado,
y aparejo hallaba entre la gente.
No había el mes tercero bien pasado,  10285
y acaba su bajel cumplidamente;
veinte remos por banda le ha metido,
con que Candish se halla enriquecido.
—362→

    Aquesta embarcación deja entenderse
el fin con que Candish la fabricaba,  10290
para poder con ella bien meterse
en puerto, que tomar imaginaba
alguna tierra do pueda valerse,
y aquesto su designo le guiaba.
La fama por la costa se extendía,  10295
que para el Argentino la hacía.
-221r-

    Del Río de Jenero ha despachado
a priesa Salvador de Sá Correa,
diciendo cómo a Santos ha tomado
el inglés; que la cosa se provea  10300
allá en el Argentino con cuidado,
que va nuestro enemigo de pelea.
Allega un navichuelo y da el aviso,
y vuélvese a Jenero de improviso.

    Veréis en Buenos Aires discernirse  10305
el caso con diversos pareceres,
procura cada cual escabullirse
llevándose consigo sus haberes.
Al fin han procurado convenirse
en que salgan los viejos y mujeres  10310
y frailes y muchachos del poblado,
y que a la mira quede allí el soldado.

    La mísera hacienda recogida
a priesa, de tropel y sin concierto,
en carros y carretas fue metida,  10315
que huir, todos dicen, es lo cierto.
La tierra adentro salen de corrida,
dejando los soldados en el puerto;
en centinela están de noche y día,
y cada cual igual temor tenía.  10320
—363→
-221v-

    Llegué yo a esta sazón en mi navío
de allá de la Asumpción con poca gente;
el pueblo se holgó y tomó brío,
y a sus casas volvieron de repente.
Candish con su pujanza y poderío  10325
de Santos sale un día alegremente,
y acá en el Argentino hacen vela,
que mucho su venida se recela.

    Mas él parte de Santos recta vía,
el magallán Estrecho demandando,  10330
y tanto el Sur168 le sigue y combatía,
que vuelve popa vía ya arribando.
El almiranta el árbol da y rendía
en frente el Argentino, procurando
las fuerzas contrastar del fuerte viento,  10335
mas él no le ha dejado con su intento.

    A mí los naturales, preguntados
sobre esto, muchas veces me dijeron
que vieron dos navíos anegados,
y en un punto de vista los perdieron;  10340
con lenguas fueron bien examinados
los indios que esto a mí me refirieron,
y dicen que escapó sólo una nave,
que vuela por los aires como un ave.
-222r-

    Ésta fue de Davis, muy entendido,  10345
que a vuelta del Estrecho se ha quedado
con tres naves; las dos se han sumergido,
que cosa alguna dellas no ha escapado.
De su saber Davis bien se ha valido,
y del temor las fuerzas ha sacado,  10350
escapa con la maña más que pudo
de aquel contrario tiempo, fuerte y crudo.
—364→

    Aquel barco que dije de Jenero
aviso había traído al Argentino,
tornar ha procurado de ligero,  10355
queriendo aprovecharse en el camino,
que es grande la codicia del dinero
y al hombre fuerza haga desatino.
Salió del Río Jenero, mas la hada
a priesa corta el hilo a su husada.  10360

    En él iban algunos pasajeros
que llevaban su pobre mercancía:
don Pedro y don Francisco, caballero
de Estepa, que es lugar de Andalucía.
Piloto, con maestre y marineros,  10365
mas no como en tal caso convenía,
en tomar se engañaron el altura,
principio cierto de su desventura.
-222v-

    Comienzan a virar, pues, engañados,
pensando que embocaban por el río,  10370
mas iban muchas leguas apartados
vencidos de su loco desvarío.
En costa y tierra dieron derrumbados,
a la fuerza entregados del gentío.
Una ola a don Pedro le ha volado,  10375
y el mar profundo y bravo le ha tragado.

    Los demás pasajeros han salido
a tierra su miseria lamentando.
La gente indiana, luego como vido
que se iba este negocio aderezando  10380
en su pro, al encuentro han acudido,
y en breve a los cristianos se acercando
comienzan a prenderlos, y mataban
a los que defenderse procuraban.
—365→

    Charrúas es la gente que aquí habita,  10385
que ha hecho grande estrago en los cristianos.
Es gente muy cruel y muy maldita,
también ha hecho presa en luteranos.
Ésta de estos Charrúas otra mita
de indios de este nombre, más cercanos,  10390
en Buenos Aires tratan y contratan,
y allá nos llevan cosas que rescatan.
-223r-

    Aquéstos169 nos dijeron que tenían
los otros tres cristianos por cautivos,
y que ellos del rescate tratarían  10395
de aquellos que hallasen estar vivos,
y que luego a nosotros los traerían.
Nosotros, en aquesto compasivos,
de cosas les henchimos bien las manos,
deseando librar nuestros hermanos.  10400

    El cobertor quité yo de mi cama,
porque un cacique bien se ha aficionado.
Echamos por el pueblo una derrama,
y en breve gran rescate se ha juntado.
Entre los indios corre bien la fama,  10405
que el rescate es muy rico y muy preciado,
los cautivos trajeron a gran priesa
por gozar del rescate y la promesa.

    ¿A quién no ha de causar esto mancilla,
si tiene de cristiano sentimiento,  10410
que no quedó de toda la cuadrilla
alguno más que tres; pues el tormento
que pasan, y la pena, quién decilla
podrá? Que a mí en pensarla ya el aliento
me falta y la pluma desflaquece,  10415
y mi lengua turbada se entorpece.
—366→
-223v-

    Trajéronnos los tres en carnes puras,
el uno sacerdote y dos soldados170;
a todos se les dieron vestiduras
y fueron lo posible reparados.  10420
Contáronnos sus tristes desventuras,
juzgándose por hombres bien librados
en haber escapado con la vida,
habiéndola tenido por perdida.

    En qué trabajos mete la codicia  10425
y el procurar ganar la plata y oro,
y más cuando fortuna le es propicia.
Aquel que va juntando gran tesoro
no siente el sin ventura la malicia,
los males, sobresaltos, pena y lloro,  10430
que le es fácil lo que es dificultoso
con fin de conseguir su fin gustoso.

    Está el Señor de Mitiley en esto
tan triste, que mil vidas cierto diera
por no ver el suceso tan funesto  10435
del armada lucida que él trajera.
Pues vuelve de arribada muy de presto
adonde estuvo ya la vez primera,
pensando rehacerse y no ha podido,
según en lo siguiente es referido.  10440
—367→
-224r-



ArribaCanto vigésimo octavo


En este canto se cuenta la gran victoria que tuvieron los portugueses contra el Señor de Mitiley, y de la pérdida y desbarate de su armada


    Tener bravos encuentros de fortuna,
contrastes, baterías y debates,
estar con esperanza el alma alguna
de conseguir victoria en sus combates,
efectos son que causa la importuna  10445
con sus revoluciones y dislates,
que no puede fortuna estar estable,
que consiste su ser en ser mudable.

    ¿Quién libre podrá ser de esta señora,
sin que obligado sea de ordinario  10450
como cautivo, Reina Emperadora,
a serle de contino tributario?
Ya dándole las gracias de hora en hora
por el bien recibido, ya al contrario
juzgándola por loca y por insana,  10455
ingrata, fementida, cruel, tirana.
—368→
-224v-

    Tomás Candish, que estaba tan pujante,
a la rueda pensaba que tenía
de aquesta gran tirana más constante
que a su poca fijeza convenía.  10460
Mas ella se le vuelve en un instante
tan contraria a su vana fantasía,
que causa que su vano pensamiento
a las vueltas se vaya con el viento.

    Viniendo, como dije, de arribada,  10465
pensando entrar en Santos, toma tierra
tres leguas más atrás. Siendo avisada
la gente, sale a priesa de la sierra;
en la falda formaron emboscada,
ardides necesarios en la guerra.  10470
El luterano viene descuidado,
pensando que será bien hospedado.

    Salieron veinte y cinco en una lancha
con fin de que podrían refrescarse
en tierra, por la playa grande y ancha,  10475
para de su fatiga repararse.
Empero nuestra gente los desmancha,
y al tiempo que volvían a embarcarse
comiénzanles a dar gran batería
con fuerte y muy espesa flechería.  10480
-225r-

    Un mancebo a la lancha acude luego,
y por la mar adentro la metía,
nadando por el agua, y pega fuego,
que en breve por la lancha se encendía.
El luterano está de miedo ciego,  10485
el cristiano con fuerza acometía;
rodaban los ingleses por el suelo,
que ayuda a los cristianos Dios del Cielo.
—369→

    Cebáronse los indios de tal suerte
que no se contentaban dar flechazos,  10490
y así dan al inglés muy cruda muerte,
matándole con crudos macanazos.
Aquel que se mostraba ser más fuerte,
en un punto le hacen mil pedazos.
De veinte y cinco, dos solos vivieron,  10495
que viéndose perdidos se rindieron.

    El uno de ellos era cirujano,
grandísimo filósofo y latino,
mostraba ser en obras muy cristiano,
que yo traté con él muy de contino.  10500
El otro era mancebo cortesano,
en mi nave de Santos éste vino.
Entrambos se quedaron en la costa,
que les hace en comer el Rey la costa.
-225v-

    Los indios a los muertos les cortaron  10505
las cabezas, y viérades la grita
con que la fiesta alegres celebraron
de su victoria santa y muy bendita.
A Santos con su triunfo se tornaron;
un dedo lleva un indio, que le quita  10510
a un inglés, que anillo en él tenía
de fino oro con piedra de valía.

    Víspera de San Pedro ha sucedido
el suceso jocundo y placentero.
Candish, que está del hecho entristecido,  10515
presume de vengar el desafuero.
Escribe en una carta que el partido
que quiere es que le den un caballero,
si es vivo, de valor y noble sangre,
sino que tomará al pueblo por hambre.  10520
—370→

    Entre los veinte y tres ha sido muerto
de un conde el hijo amado que tenía.
Aquesto allí se supo en aquel puerto,
y que a Candish volver no convenía
sin él, porque el morir le estaba cierto,  10525
según el padre, conde, le quería.
Por esta causa allí cartas escribe
y a fuego y sangre a todos apercibe.
-226r-

    Mas viendo que sus retos son en vano,
la vela da Candish desconfiado.  10530
San Sebastián, que es isla allí cercano,
tomar por rehacerse ha procurado.
No está lejos de allí un lusitano,
Salvador de Correa, muy honrado,
en nombre de Filipo en el Jenero,  10535
y oídme lo que hizo el caballero.

    Al punto que se supo que surgido
había en esta isla el enemigo,
con un pecho y valor ennoblecido
(que de servir al Rey es muy amigo,  10540
según yo siempre en él he conocido,
y soy en muchas cosas buen testigo)
a su hijo despacha por la posta
con gente, por la mar y por la costa.

    Tan bien lo hizo el hijo, que llegando  10545
do estaba el enemigo descuidado,
en un punto le cerca, escopetando
de suerte que a gran priesa se ha embarcado.
La vuelta de la mar iba tomando,
y treinta y cinco muertos le han quedado.  10550
Conque queda Correa, el mozo, ufano,
y más con ver que huye el luterano.
—371→
-226v-

    Salió Candish de aquí con crudo duelo,
cubierto de dolor y grande llanto.
Con priesa procuraba de ir de vuelo;  10555
al almiranta llega con quebranto,
que viene desmanchada y sin consuelo.
Al puerto van llamado Spiritu Santo;
con lanchas y bateles echa gente,
y él quédase en la mar acá de frente.  10560

    Al tiempo del entrar, gran batería
de los fuertes les dieron y flechazos;
la gente indiana armaba gritería,
los nuestros, sin parar, arcabuzazos.
Vencidos de la espesa flechería  10565
y de los fuertes tiros y balazos,
huyen los ingleses que quedaron,
que ciento y diez los nuestros les mataron.

    Del un fuerte los nuestros han salido,
metiéndose en un grande y alto mato.  10570
Los ingleses al fuerte han acudido,
del otro fuerte vienen al rebato.
Del mato vuelven ya con alarido;
duró la cruda guerra grande rato,
cayendo los ingleses luteranos  10575
sin muerte ni herida de cristianos.
-227r-

    De aquellos que se huyen en llegando,
el general Candish cuatro ha ahorcado;
otros cuatro se vienen, que velando
estuviesen las boyas ha mandado.  10580
Huyéronse a nosotros, procurando
escapar con la vida; que enojado
está Candish por ver el desbarate
que hicieron por dar aquel combate.
—372→

    No les mandó Candish que acometiesen  10585
los fuertes; que sondasen solamente
les dijo, y que luego se volviesen,
porque él después entrara con su gente;
y como lo contrario ellos hiciesen,
y de ello sucediese el mal presente,  10590
estaba en pura cólera metido
y ajeno de juicio y de sentido.

    No hay quien le consuele, porque estaba
cualquiera de ellos tal, que no sabía
si aquello era verdad o lo soñaba,  10595
si fuese vana o loca fantasía.
Así que cada cual por sí lloraba
y a solas cada cual por sí plañía.
Candish, que más lo siente, sus pasiones
pregona, publicando estas razones.  10600
-227v-

    «Maldito sea aquel día en que nacido
yo triste fui, que nunca yo naciera;
o ya que yo nací, que perecido
al punto que nací luego yo fuera;
o ya que no lo fui, el encrudecido  10605
y hondo mar en sí me recogiera,
y no viera yo aquesta desventura,
teniendo tan dichosa sepultura.

   »¿Qué tengo de hacer, triste, mezquino,
cómo podré soldar yo quiebra tanta?  10610
Si allá a Inglaterra yo camino,
habralo de pagar esta garganta.
Pues ¿dó puedo tomar otro camino?,
que tierra, mar y cielo ya me espanta.
Por qué no vienes muerte cruda ingrata,  10615
si darme quieres vida, aquí me mata».
—373→

    Alzando a priesa el ancla mar afuera,
de un bordo y otro anda entristecido.
La noche sobreviene muy ligera,
el Almirante, viéndose perdido,  10620
no curando de seguir más su bandera,
dispara como ha sido anochecido,
y viéndose Candish desamparado,
las velas popa vía ha velejado.
-228r-

    Davis, dije, volvía de arribada  10625
en su nave; las dos fueron abriendo,
y a pique fue la gente sepultada,
en el fondo al infierno descendiendo.
Al Isla Grande viene, así llamada,
Davis, que cruda sed ya padeciendo  10630
venía con su gente; aquí ha surgido,
y oíd lo que en la isla ha sucedido.

    Aquí saltaron quince a refrescarse
con fin de meter agua en el navío;
la gente que allí está, cura emboscarse,  10635
con ayuda también de algún gentío.
En ellos dan, al tiempo que emboscarse
no pueden, ni huir del poderío
de los nuestros; de suerte que murieron
los trece, y a los dos vivos cogieron.  10640

   Davis se retiró y va huyendo,
sin saber de Candish ni la almiranta.
Así se fue esta armada deshaciendo.
La costa la victoria bella canta,
las gracias siempre a Dios de ella haciendo,  10645
que tal victoria admira, y aun espanta,
que bien parece ser de Dios venida,
por el glorioso Pedro merecida.
—374→
-228v-

   Quién duda que San Pedro, como vido
su templo de los malos profanado,  10650
pues fue de su Señor el elegido
por cabeza y pastor de su ganado,
que no dijo: «Señor, ¿por qué has querido
a tu pastor dejar desamparado?
Mira que está en oprobio tu rebaño,  10655
remedia, buen Jesús, tan crudo daño».

    De aquellas once mil, una cabeza
los ingleses también en aquel día
a mal echaron. ¡Santa y rica pieza!
Quién duda a Dios la Virgen le diría:  10660
«La injuria a vos, Señor, bien se endereza,
y contra vos el mal se cometía.
Pues sois para vengarla poderoso,
destruya vuestra diestra al flagicioso».

    La figura de Dios crucificado,  10665
que en la iglesia y altar devota estaba,
a quien el enemigo ha desgarrado
y de ella con oprobio se burlaba,
pues representa a Dios Verbo Encarnado,
quién duda al Padre Eterno se quejaba,  10670
y dice: «Aunque Cordero muy benigno,
perezca ya este espíritu maligno?».
-229r-

    También los viejos claman suspirando,
los mozos allí miran hacia el cielo;
las damas y doncellas lamentando  10675
cubrían con sus lágrimas el suelo;
los tiernos muchachuelos sollozando
publican su dolor y desconsuelo;
por esto fue Candish desbaratado,
que el justo nunca fue desamparado.  10680
—375→

    Al corazón humilde y doloroso,
envuelto en contrición, nunca aborrece
el Alto; y al que ve menesteroso
de su socorro, bien le favorece.
Pues ¿quién no había de estar allí lloroso  10685
en Santos, do la causa tanto crece
con robos, destrucción y cautiverio,
flagicios, tiranías, improperio?

    Por mis ojos yo vi, de a pocos días,
a Santos, con su isla, que robada  10690
por este Candish fue, y las vacías
y pobres casas, gente lastimada,
me daban a entender por muchas vías
aquella tiranía celebrada
allí, contra dos pueblos lusitanos,  10695
cuando de ellos triunfaron luteranos.
-229v-

    Allí vide las fuerzas derribadas,
las torres y los altos edificios;
allí vide las casas derrocadas,
y sacadas las puertas de los quicios.  10700
Por madera en el fuego son quemadas,
y tuvieron por grandes beneficios
los que enhiestas en pie hallan sus casas,
porque las más estaban hechas brasas.

    No me hizo admirar aquesta ruina,  10705
que el cazador que entra por un coto
la caza mata toda cuanta atina,
y el soldado que ve al campo roto
del alto abajo todo desollina.
Mas pena me dio el ver que aquel piloto  10710
que tengo referido, lusitano,
en el puerto a Candish metió de mano.
—376→

    Aquéste merecía ser quemado,
y el Capitán que preso le tenía
en Santos, donde estuvo a tal recado  10715
que huyendo se fue donde ha querido.
Mirad lo que hará aqueste pecado,
pues le tiene el Demonio pervertido.
¡Y no querrá mi Dios que tal delito
lo ponga yo en memoria por escrito!  10720
-230r-

    Aquí quiero dejarlo, prometiendo
en otra parte cosas muy gustosas
que estoy en mi vejez yo componiendo
del argentino reino. Hazañosas
batallas que el dios Marte va tejiendo171,  10725
conquistas y noticias espantosas.
Lo que he dicho y dijere en mi escritura,
sumito al Santo Oficio y su censura.



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