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ArribaAbajo [XIV] (El barbero)

Francisco Salinas46, poeta y barbero de Callosa del Segura, era amigo de Miguel Hernández, tenía una peluquería es esta ciudad que a su vez era tertulia de poetas de la zona de la Vega Baja. Miguel y Francisco se conocían desde críos, y además coincidieron en el Reformatorio de Adultos de Alicante, aunque Miguel casi siempre estuvo aislado en la enfermería. Actualmente da nombre a la Casa de Cultura de Callosa. Lástima que esta octava real no estuviera dedicada a Francisco, hubiera dejado de ser un poeta olvidado, al que pretendemos darle lo que le pertenece. Cuando Juan Guerrero Zamora vino a Cox para entrevistarse con Josefina para su libro Miguel Hernández, poeta (1910-1942), Colección El Grifón, Madrid, 1955, le acompañaron Vicente Ramos y Manuel Molina, y también da su gratitud al poeta Francisco Salinas: «gracias a ellos, no estuve solo al descifrar tanto papel hernandiano borroso y descuidado»47.

A los barberos se les conoce por sus manos siempre frías por estar metidas casi siempre en agua, usaban una bata blanca como el verso primero «Blanco narciso por obligación». Continúa describiéndonos la barbería con sus grandes espejos donde el barbero está siempre frente a su imagen. Con la brocha de espuma pinta la cara de sus clientes. En la barbería hay uno o varios lavabos con grifos como parte mineral y de él sale el agua que es una idea de mar que fulge o brilla. Fulge es un cultismo como candor, aladas. En lo que se conoce como latinización del lenguaje. Acaba el verso 4 con «mar fulge distinta», que podría ser distante si no fuera por la rima del segundo verso pinta. En una prosificación sería que el agua del grifo tiene una idea de mar que brilla distante, lejos de allí, de donde sale.

La segunda parte en «esquileo en campo de jabón», se refiere, evidentemente, al afeitado de la cara enjabonada. Nos recuerda a la construcción de los versos de campos de plumas o campos de plata de Góngora. Luego te peinará a la raya con un peine que se asimila a pluma que pintará rayas en el pelo. Con el pulgar quitará el jabón que sobra y acaba o anula su trabajo/oficio. La palabra anula tiene gran similitud fónica y gráfica con luna al revés, luna como espejo o navaja que afeita la noche hasta el alba.

En un soneto de Quevedo titulado «Al mosquito de la trompetilla» del grupo Thalía o poesía burlesca, nos dice: «mosquito postillón, mosca barbero» (v. 2), por el ejercicio de practicante y sangradores que tenían los barberos.

La ilustración está dedicada al poeta y trovero peluquero Francisco Salinas, un poeta de Callosa de Segura, injustamente olvidado. Los elementos de la ilustración: el mar que fulge, dos lunas como espejos, una navaja para esquilar barbas, la brocha y la espuma, no tienen mucho más que explicar.

El barbero



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