Saltar al contenido principal

Juan Pérez de Montalbán

Sinopsis de las comedias del primer volumen de Montalbán

Sinopsis de Olimpa y Vireno (edición de Marcella Trambaioli)

Acto primero

La condesa Olimpa empieza a confesar a Fenisa las razones de su desasosiego, cuando el duque Vireno llega a hablarle. Ella está melancólica porque tiene que ir a Francia a casarse con el Delfín, y Vireno tiene preparadas las bodas con Fénix, la princesa de Hungría. Tras revelarle su amor, ella se va (1-164). Clarín se burla de su amo, sabiendo que es un amador serial, pero el Duque se desespera porque, así las cosas, no puede poseer a Olimpa (165-424). Eduardo, príncipe de Tracia, narra a su prima Irene, quien lo ama aborrecida, cómo Olimpa lo ha rechazado prefiriéndole el duque Vireno, y anuncia la guerra contra Holanda que está previniendo con la ayuda de Rugero y del conde Otavio para vengarse (425-644). Olimpa y Vireno se declaran mutuo amor, y lo mismo hacen sus criados, Fenisa y Clarín. Los dos enamorados se despiden resignados a sus respectivos casamientos, parodiados por sus respectivos criados (645-824).

Acto segundo

Vireno se halla prisionero en Tracia y cuenta a Fabio cómo allí lo ha traído Eduardo, enojado por sus bodas frustradas con Olimpa; pese a todo, está contento de que dicho trance le haya impedido casarse con la princesa de Hungría. Ahora mismo pretende a Irene, sabiendo que Olimpa ha ido a casarse, consolándose fácilmente de su pérdida (825-921). Sin embargo, llega Clarín anunciando la llegada de Olimpa, intencionada a liberar a su enamorado; por lo que el Duque decide olvidar a Irene (922-1146). La condesa de Holanda, en compañía de Roldán, se prepara a asaltar la prisión; Eduardo, furioso, le declara guerra (1147-1202). Otavio pregona la llegada de un mensajero de parte de Olimpa; en realidad se trata de la propia Condesa, disfrazada de hombre, quien pretende pedir la libertad del Duque. Aunque entre los dos contrarios se arma una lid, Olimpa revela al príncipe que ella tan solo desea la libertad de Vireno para que se pueda casar con Fénix, venciéndose a sí misma (1203-1566). Eduardo hace lo mismo, renunciando a casarse con ella y concediendo al Duque la libertad. Roldán, por su parte, explica que, sabiendo que Olimpa ama a Vireno, ya no piensa llevarla a Francia a casarse con el Delfín, pero siempre quedará a su disposición como leal aliado. Irene sabe por cierto que entre ella y Olimpa el Duque optará por su rival (1567-1754). La Condesa y Vireno se hablan, dándose las manos como promesa de casamiento, y lo propio hacen sus criados (1755-1806).

Acto tercero

A la mañana siguiente, tras la posesión de la mujer, Vireno se escapa en un navío que ya tenía preparado (1807-1898). Roldán, Pinabel y Leonido confirman la sospecha de Fenisa, habiendo visto al Duque embarcarse. Olimpa es la última en enterarse de su desgracia y da rienda suelta a sus quejas desesperadas (1899-2216). Eduardo e Irene se hallan en la misma condición, de amar siendo aborrecidos (2217-2364). Clarín anuncia a Irene la llegada del Duque, el cual, ya harto de Olimpa, vuelve a cortejar a la prima de Eduardo, pero esta, desconfiada, lo rechaza (2365-2514). Vireno la persigue en balde, al tiempo que la protagonista va tras él. Mientras Clarín se defiende de las acusaciones de Fenisa, se oye un pistoletazo, y sale Olimpa confesando que acaba de matar a Vireno. Eduardo, tras sintetizar lo ocurrido y justificar la venganza de la Condesa, manda que se celebren las exequias del Duque y preconiza las futuras bodas entre él mismo e Irene, Olimpa y el Delfín (2515-2792).

Subir